La guerra santa islámica en Latinoamérica

Enlace Judío México e Israel – La propuesta política militar integrista adoptada en abril pasado en Argentina por la llamada Corriente Fundamentalista Islámica de Latinoamérica, como extensión de las organizaciones islámicas de Venezuela, El Salvador y Nicaragua, ligadas al movimiento terrorista Hamás para que “los musulmanes de Latinoamérica guiados por Alá luchen contra Occidente”, indica que nuestro continente no está aislado del fenómeno islámico fundamentalista que ha desatado una irrefrenable violencia en el Medio Oriente y otras regiones de Asia, Europa y EE. UU., principalmente.

Hugo Chávez, presidente de Venezuela, bajo su fachada bolivariana y ahora identificado ideológicamente y políticamente con el nuevo redentor de los musulmanes, el presidente Ahmadineyad de Irán, ha diseminado “misioneros chiítas” por la Amazonía para convertir a los indígenas guajiros y otros grupos étnicos de esa región en fieles musulmanes; todo la tribu Wayoo se ha vuelto musulmana y paralelamente el gobierno venezolano ha expulsado a los misioneros evangélicos de la selva, quienes han apoyado a los indígenas, acusándolos de espías y genocidas.

Un número creciente de personas en Venezuela han adoptado la fe musulmana, no por amor a ésta, sino por el odio que alienta Hugo Chávez contra el demonio del norte (Occidente). Hugo Chávez difunde por internet programas terroristas del islam e imágenes de guerrilleros cubiertos los rostros con turbantes portando armas de alto poder destructivo; simultáneamente envía imágenes de indígenas que  aparecen con cinturones suicidas. En este ámbito, Hugo Chávez tiene en la mira convertir al islam a millones de indígenas quechuas y aimaras de Bolivia, con el incondicional apoyo de su discípulo y lacayo Evo Morales.

Independientemente de la mesiánica visión de Hugo Chávez que conceptualiza a través de una revolución socialista, el deterioro de la situación económica y social de Venezuela, lo induce a tomar medidas en extremo populistas, y otras exóticas como la conversión de indígenas al islam, a fin de paliar el descontento de la población.  Ciertamente, la actividad productiva declinó 3.3% el año pasado y, para el ejercicio del 2010, se estima caerá 3.8%; en el presente, el desempleo se aproxima al 10.0% de la población económicamente activa y la inflación ronda el 40.0% a tasa anual.

Su política de expropiación de empresas extranjeras ha incrementado la dependencia del ingreso de divisas del petróleo hasta el 95% el año pasado, comparado con 77% en el 2003, lo que hace más vulnerable a la economía del irregular comportamiento del crudo en los mercados internacionales. Frente a una capacidad productiva subutilizada y problemas de abastecimiento de energía, existe escasez de alimentos y otros satisfactores básicos. Hugo Chávez frecuentemente tiene conflictos con el gobierno de Colombia que han provocado una tensa relación entre ambos países; el gobierno de Colombia ha acusado repetidamente al de Venezuela de ocultar guerrilleros de las FARC. Las tensiones han estado a punto de provocar una confrontación militar entre ambas naciones.

El poder de Hugo Chávez lo sustenta con el apoyo del Ejercito al cual a dotado de moderno armamento adquirido en Rusia y ha realizado un pacto militar con Irán al que provee de uranio, lo que facilita que en poco tiempo este último país pueda ingresar al club de naciones que tienen armas atómicas. El director de la Agencia Central de Inteligencia de EE. UU. (CIA, por sus siglas en ingles), Leon Panetta, recientemente expresó que Irán tendrá capacidad para fabricar dos armas nucleares en el 2012. Irán atiza las guerras sectarias en el Medio Oriente que neutralizan cualquier esfuerzo de paz en esa región, ya sea entre israelíes y palestinos o entre los diferentes grupos que combaten en Irak, en donde de acuerdo a la analista Esther Shabot, controla a muchas de las milicias chiítas más beligerantes, además de Kuwait, Baréin, Yemen y los Emiratos Árabes Unidos.  Este es el perfil del inspirador y socio de Hugo Chávez.

Hezbolá ya ha realizado atentados en Latinoamérica; los más sangrientos han sido en Argentina contra instituciones judías. Ninguna autoridad en ese país ha puesto coto al terrorismo, mucho menos en Venezuela; en México ya existe una pequeña comunidad de indígenas en Chiapas convertidos al islam que, en un momento dado, podrían ser la punta de lanza de Hezbolá Latinoamerica para realizar atentados en el país y en EE. UU. La proliferación de actos que podrían calificarse de terrorismo por parte de los narcotraficantes en la República, podrían ser los aliados naturales de Hezbolá en México.

Latinoamérica durante décadas se ha visto envuelta en guerras fraticidas que aún persisten en algunas naciones del área, como es el caso de Colombia. Hezbolá viene al continente americano a regar sangre y a difundir odio y violencia; Martin Luther King señalaba que “la violencia crea más problemas sociales que los que resuelve; nada que un hombre haga lo envilece más que el permitirse caer tan bajo como para odiar a alguien”.

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