Give Peace A Chance

POR  IILAN ARDITTI

La música siempre ha desempeñado un papel importante en el aprendizaje y la cultura, pudiendo llegar a influir en costumbres y emociones. En muchas ocasiones la música forma parte de la tradición de un país o de una región. En numerosas circunstancias, la música, se convierte en verdadera protagonista pudiendo serlo también los propios intérpretes o sus mismos autores.

Se sabe que los jóvenes construyen su identidad con el vestuario, el peinado, el lenguaje, así como también con la apropiación de ciertos objetos emblemáticos, en este caso, los bienes musicales, mediante los cuales, se convierten en sujetos culturales, de acuerdo con la manera que tienen de entender el mundo, y de vivirlo, de identificarse y diferenciarse.

La música constituye un entramado complejo de sentidos; opera en las prácticas culturales de los jóvenes como elemento socializador y al mismo tiempo diferenciador de estatus o rol. En cierta forma la música expresa el sentimiento de una persona, un pueblo o una nación. Cada país cuenta con música típica acorde a su historia y a su realidad política, religiosa, económica y cultural actual. Es por ello que países como Israel cuentan con mucho material musical con temática guerra-paz.

La música empezó a ocupar un lugar de importancia en la vida cultural de la comunidad judía de lo que entonces era Palestina después de la Primera Guerra Mundial, con varios intentos, realizados por aficionados entusiastas y un pequeño cuadro de músicos capacitados, de formar una orquesta sinfónica, una sociedad coral e inclusive una compañía de ópera. La música a nivel profesional pasó a ser una actividad de importancia en la década de 1930, cuando cientos de profesores de música, compositores, instrumentistas y cantantes, así como miles de amantes de la música, afluyeron al país como consecuencia de la amenaza del nazismo en Europa.

Durante la década de los 90’s, la vida musical de Israel sufrió una profunda transformación con la llegada de más de un millón de judíos de la ex Unión Soviética. Esta inmigración trajo consigo muchos músicos profesionales, incluyendo instrumentistas, vocalistas y profesores de música, cuya influencia se hizo sentir en la creación de nuevas orquestas sinfónicas y de cámara, así como conjuntos más pequeños, y una dinámica inyección de talento y vitalidad musical en conservatorios, escuelas y centros comunitarios.

Como era de esperarse en un país que se ha enfrentado a grandes guerras y los conflictos militares desde su creación, la vida militar y las guerras son temas comunes en las composiciones musicales de Israel. La mayoría son tristes y se centran en el anhelo por la paz.  El establecimiento militar en Israel, y el papel de los militares en la cultura israelí, han sido influencias decisivas en la música de Israel. Como consecuencia de décadas de conflicto con los árabes, los temas de la guerra y la paz se han convertido en parte integral de la música israelí. La institución militar ha sido un activo promotor de la música, a través de los grupos de actuación militar, y a través de su estación de radio, Galei Tsahal.

Un ejemplo es la canción “Colina de las Municiones” que surge de la guerra de los seis días en 1967 y  cuenta la historia de la batalla más sangrienta en la unificación de Jerusalén, mientras que un ritmo frenético de acordeón le da al oyente la sensación de estar junto a los soldados peleando en las trincheras.

Pero la canción más comúnmente asociada con la guerra de 6 días, “Jerusalén de oro”, no tenía nada que ver con los militares ya que fue escrita por Naomi Shemer y grabada por Shuli Natan un mes antes de que comenzara la guerra. Esta composición habla acerca de la belleza romántica de la ciudad. La guerra de los seis días hizo más que expandir las fronteras de Israel; abrió los horizontes culturales del país a las influencias de todo el mundo.

A principios de 1960, el Primer Ministro David Ben Gurión le negó la entrada a los Beatles a Israel por temor a que su música rock contaminara a la juventud israelí. En la misma época Yair Rosenblum y Yaakov Rotblit escribieron la primera canción de protesta de guerra del país y así “Shir L’Shalom” (Una Canción De Paz) le exigía a los oyentes que cantaran “una canción de amor y no de guerra”.  El sábado 4 de noviembre de 1995 en un mitin multitudinario en la Plaza de los Reyes en Tel Aviv fue asesinado Yitzhak Rabin poco tiempo después de que fuera cantada  “Shir L’Shalom.” Curiosamente ahora esta canción es frecuentemente relacionada con este trágico evento y las consecuencias que dejo en la cultura Israelí. Una copia de la letra de esta canción fue encontrada en el cuerpo muerto de Rabin.

Por el otro lado Israel es el único país que tiene un himno nacional que toca los temas de la paz y la libertad. El Himno Nacional de Israel fue adoptado en 1948.

Durante muchos dolorosos años, la tierra de Israel estuvo en manos de extranjeros. Los judíos que vivían en Eretz Israel (la tierra de Israel) no eran libres. Pero la esperanza de libertad e independencia nunca murió. La segunda estrofa de Hatikva recuerda la profunda esperanza de los judíos a través de las generaciones, los judíos que vivían en otros países y los judíos que han permanecido en Eretz Yisrael.

Una canción importante que une a los pueblos árabes y judío es la canción Od Yavo Shalom Aleinu. Salaam (Od Yavo Shalom Aleinu) es una popular canción israelí escrita por Mosh Ben Ari cantada en Hebreo y Árabe. Esta movida melodía se ha convertido en un himno para muchos de los movimientos juveniles Israelís y para la diáspora. Un éxito rotundo en las listas de popularidad hace algunos años que ahora se ha convertido en un llamado de paz y un canto para terminar con el conflicto Árabe–Israelí.

En la actualidad, la música popular israelí cuenta con importantes artistas que continúan mandando mensajes de paz a través de su música, como Chava Alberstein, Yair Dalal y Noa (Achinoam Nini), entre muchos otros. Ellos continúan usando la música y la poesía que emana de sus letras como un vehículo de expresión.

La música tiene un efecto amplio en las vidas, y en nuestra sociedad. Debe ser por eso que estén surgiendo tantas iniciativas sociales para mejorar el mundo a través de la música.

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Ilán Arditti:  Ilan Arditti ha sido locutor de radio de los programas juveniles más importantes de México, productor y conductor del multipremiado programa televisivo Control de Univision Communications, y también productor y conductor de distintos eventos en México y el mundo. Ha participado en distintas estaciones de radio como WFM, EXA FM, Radio UNAM y Radio Chapultepec y en varios programas de televisión: Control & Espazio. Es pionero de la radio por internet en México, participando en más de cinco estaciones como Cool Radio, Starspop, Colegio Holandés Radio, Pop Virtual y El Planeta. Actualmente se desempeña como director general y locutor de Escuchaz.com, estación de radio que transmite en vivo desde México, Miami & Venezuela. En el 2004 se involucro en el cine al integrarse como Director de Comunicación del reconocido Festival Internacional de Cine Judío México. Como productor actualmente realiza eventos y conciertos bajo la bandera de Ilan Arditti Producciones, empresa dedicada también a la producción de radio, televisión y música. Ha trabajado en distintos eventos juveniles, entre los cuales se encuentran Festival Aviv & Blowie Shyne.