El acuerdo secreto islamista que llevó al asesinato de la familia Fogel

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Páginas web de Hamas se apresuraron a aplaudir como “un acto heróico” el asesinato de una pareja y sus tres pequeños hijos, que fueron degollados el 11 de marzo mientras dormían en Itamar, al sur de Naplusa. La huída de por los menos dos de los asesinos antes de que sonara la alarma, se vio facilitada por el desmantelamiento de la mayoría de los puestos de control israelíes en Cisjordania y la lenta respuesta militar.

Fuentes de inteligencia revelan que el ataque fue el primer resultado de una conferencia secreta promovida por Irán en Jartum, a principios de marzo, en la que se reunieron los líderes de los Hermanos Musulmanes (HM) en diversos países árabes y se acordó que Hamas, una derivación de la Hermandad egipcia, lanzara una serie de ataques terroristas multihomicidas contra Israel, con el fin de detonar la tercera Intifada. El acuerdo prevé un plan para extender los levantamientos a más países árabes y utilizar el desorden para que los HM tomen el control de la situación.

Oficiales iraníes de inteligencia que asistieron a la conferencia, aprovecharon la ocasión para establecer contacto con los líderes de la Hermandad en Egipto, Irak, Túnez, Siria, Jordania y Gran Bretaña. La delegación palestina de Hamas estuvo representada por Mahmoud A-Zahar, de Gaza, y Khaled Meshaal, de Damasco.

El plan para que Hamas reviva el terrorismo en Cisjordania e Israel se dio sin que ningún gobierno árabe –ni el israelí– impidieran a los delegados de la Hermandad llegar hasta Jartum. Ni una sola palabra de la conferencia se ha filtrado hasta el público israelí, y las autoridades de seguridad de Israel parecen todavía no haber reaccionado a las resoluciones tomadas por los islamistas.

Esto podría explicar por qué antes de los asesinatos de Itamar no había alerta terrorista o despliegue de fuerzas militares, aunque se sabía que células de Hamas se estaban reagrupando en Judea y Samaria con el propósito de atacar israelíes a ambos lados de la Línea Varde. Recientemente, varios palestinos con bombas caseras y cuchillos fueron detenidos en los pocos puestos de control remanentes.

Pese a llamados de los colonos israelíes en Cisjordania, el ejército no recomendó reponer estos puestos, aunque la Autoridad Nacional Palestina (ANP) ha disminuido su cooperación en materia de antiterrorismo con Israel, incumpliendo así el acuerdo para su remoción.

Por más de un año, el gobierno de Benjamín Netanyahu ha estado sometido a una constante presión de Estados Unidos y Europa para que otorgue a los palestinos de Cisjordania una libertad de movimiento casi irrestricta y una generosa ayuda económica, con el fin de persuadir al presidente de la ANP, Mahmoud Abbas, de regresar a la mesa de negociaciones. Esta política ha colocado de vuelta a los ciudadanos israelíes en una posición de vulnerabilidad, mientras el gobierno pretende que nada ha cambiado en Egipto desde la caída de Hosni Mubarak.

EnBreve es una publicación de APEIM, dirigida por su expresidente André Moussali.