ALEJANDRO RAMIREZ MORON
– El gobierno de Hugo Chávez quiere sustituir a Estados Unidos como su principal comprador de petróleo, y cuando enuncia sus acuerdos con China invoca el espíritu de un nuevo orden multipolar.
-El régimen sacrifica la buena lógica comercial. Trata de entrar en relaciones comerciales con países que le son ideológicamente afines, aunque desafíen toda lógica comercial. Habla de enviar petróleo a Bielorrusia, en el otro extremo del mundo. Pretende construir refinerías en Siria y en Vietnam, países remotos. Hostiga a sus socios comerciales tradicionales y vecinos, como los Estados Unidos y Colombia. Esta “política” comercial es suicida, producto de sus odios ideológicos y puede conducir al país a la ruina. Su anunciada desviación de petróleo a China no pasa de ser una fanfarronada, como la ruta de la empanada.
–Usted ha mencionado que los convenios con China alcanzan los 28 mil millones de dólares. Otras fuentes hablan de 32 mil millones de dólares. Las cifras van y vienen. ¿Cómo conocer la verdadera?
-La incertidumbre sobre el monto de los compromisos contraídos por el régimen de Chávez con China es el producto de la falta de transparencia que caracteriza la actividad del Estado. La cifra más aproximada es la de 32 mil millones de dólares, deuda que se ha contraído en tres etapas: primero, unos 8 mil millones de dólares entre 2006 y 2007; una segunda etapa de 20 mil millones de dólares en 2010 y una reciente tercera etapa de 4 mil millones de dólares, al inicio de este año 2011. El problema con esta deuda es que va al Fonden u otro organismo paralelo sin rendición de cuentas claras, manejada por una mafia boliburguesa.
–Estamos en un año preelectoral. Algunos analistas entienden los convenios con China, desde la óptica del populismo electoral. ¿Usted qué piensa al respecto?
La deuda con China va a seguir creciendo este año porque ese país tiene mucho dinero y está interesado en obtener control de materias primas venezolanas. De su lado, Chávez está decidido a entregar soberanía a cambio de dinero. Con menos producción petrolera y obligado a importar casi todo, Chávez requiere mucho dinero y esta una de las formas más expeditas de obtenerlo, aunque esté vendiéndole el país a China.
–Usted ha denunciado que los convenios suscritos entre China y Venezuela son inconstitucionales. ¿Cuáles son los tres principales vectores, hablando en términos técnicos, que ponen en evidencia lo anterior?
-Según el contrato otorgado a dedo a China en la Faja del Orinoco, la empresa china asumiría el peso de todas las inversiones, incluyendo las que le corresponderían a Pdvsa y, entonces, Pdvsa le pagaría con petróleo a futuro. Esto es irregular, inconstitucional, porque constituye una hipoteca sobre nuestras futuras generaciones; La empresa petrolera china no posee la tecnología para mejorar los crudos pesados de la Faja del Orinoco. Desde el punto de vista tecnológico no es un buen socio. La Faja del Orinoco está siendo objeto de una especie de rebatiña, donde andan metiendo sus narices, países que no tienen conocimientos petroleros, tales como Vietnam, Cuba, Angola, Uruguay y Bielorrusia, o poseen tecnologías obsoletas como Rusia, China e Irán. Esta rebatiña no tiene nada que ver con petróleo sino con la política entreguista de Hugo Chávez, en su afán de irritar a los Estados Unidos.
–Hugo Chávez declaró que Venezuela está en la capacidad de proveer a China todo el petróleo que necesite. ¿Está la producción de Pdvsa en los niveles indicados?
-También acaba de decir que probablemente hubo vida en Marte. Hace algún tiempo dijo que el hombre había aparecido en el planeta hace 2 mil años. Esto que dice sobre la provisión de petróleo a China está en la misma onda de la ciencia-ficción. La producción petrolera de Venezuela ha declinado dramáticamente bajo el régimen chavista. Venezuela ni siquiera le está cumpliendo satisfactoriamente los envíos de 200 mil barriles diarios a China. La producción exportable no comprometida es mínima. La compra de petróleo que tiene que hacer Pdvsa a terceros es ya gigantesca, a fin de proveer a clientes con quienes tiene compromisos a largo plazo. Para poder enviarle más petróleo a China, Chávez se lo tendría que quitar a Cuba o a los países del Caribe anglosajón y eso tendría un alto costo político.
-El presidente Chávez anunció, asimismo, la creación de un holding petrolero entre la estatal Pdvsa y China. ¿Cuáles son las perspectivas para ese holding?
-Cualquiera empresa mixta china-venezolana que se forme estará solamente orientada a producir petróleo en Venezuela para llevárselo a China. No será una empresa internacional en el sentido tradicional del término sino una herramienta de explotación imperialista por parte de China en un país colonizado. Lo que llama Chávez soberanía petrolera es bajarse los pantalones ante los chinos por despecho y odio contra los Estados Unidos.
–Se ha anunciado la construcción, con capital chino, de miles de viviendas para los damnificados de las pasadas lluvias de diciembre. ¿Quién sale ganando?
-Debemos estar claros en que China no está adquiriendo compromisos tan serios como los que está asumiendo Venezuela. A los chinos hay que pagarles por la construcción de viviendas, por sembrar yuca, por asesorarnos en la manufactura de pañales. Hay que pagarles el satélite que nos vendieron, los aviones, las armas, los radares. China le está vendiendo a Chávez miles de camiones, televisores, ventiladores, teléfonos celulares, neveras y lavadoras, para que los regale a los pobres como parte de su estrategia preelectoral. Venezuela se está convirtiendo en una inmensa quincalla china, pero todo eso lo tiene que pagar Chávez con petróleo, que es lo único que tiene. Y si no paga, los chinos le suspenden el servicio, como hicieron con los taladros de perforación petrolera hace algún tiempo.
-¿Cuáles son las diferencias entre los términos de los acuerdos suscritos durante la llamada IV República y los firmados durante la V República?
-Cuando Chávez llegó a la Presidencia, el intercambio comercial entre los dos países era de unos 200 millones de dólares. Hoy está en el orden de los 12 mil millones de dólares. Desde 1974 hasta 1999 se firmaron unos 25 acuerdos entre los dos países. Hoy existen unos 300 acuerdos. La Venezuela pre-Chávez no consideraba a China como un socio lógico, dada su posición geográfica y su tendencia política- ideológica. La China que dejó Mao a su muerte estuvo por años en gran efervescencia política interna y no estaba muy interesada en hacer negocios con América Latina, como sí lo está la China de hoy.
Gustavo Coronel es geólogo petrolero y politólogo, con una vasta experiencia (más de 50 años) en la industria energética internacional y en el sector público venezolano.
Fue miembro de la primera junta directiva de Pdvsa. Desde 2003 es consultor internacional sobre Geopolítica de la Energía, radicado en Virginia, EE UU.
Fundó y manejó por 10 años la ONG Pro-Calidad de Vida. Entre 1996 y 2000 fue representante de Venezuela en Transparencia Internacional. Es analista de CNN en Español, ha publicado cuatro libros sobre la situación venezolana. Su blog: www.lasarmasdecoronel.blogspot.com.
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