La masacre de Sobibor

MARIA JOSÉ ARÉVALO GUTIÉRREZ

Hoy se ha cerrado tras cuatro décadas, uno de los juicios por las masacres cometidas en los campos de exterminio nazis. El criminal de guerra John Demjankuk (Iván Mikoláiovich Demianiuk) fue miembro de la Schutzstaffel (SS), donde colaboró en el campo de exterminio nazi de Sobibor (Polonia), recibiendo el apodo de “Iván el Terrible”.

En octubre de 1975, llegó a manos de ciertos miembros del Senado de los EE.UU una lista de criminales de guerra nazis que residían en ese país. La lista indicaba los nombres de los sospechosos, datos personales y los hechos que habían cometido durante la II Guerra Mundial. La información emanaba a partir de material recopilado en la Unión Soviética, que constaba de documentos alemanes fiables capturados por el Ejército Rojo en 1.944, hacia alusión a John Ivan Demjanjuk residente desde 1.951 en EE.UU y en Cleveland (Ohio) desde 1.958.

Demjanjuk recibió su formación para el servicio en la SS en un campo de entrenamiento en el municipio de Traen Iki (Polonia), donde ocupo el cargo desde el año 1943 como Wachmann (Guardia) y posteriormente fue trasladado al campo de concentración de Floenbuerg. Su función como Wachmann abarcaba desde la expulsión física de los judíos de sus hogares para dirigirlos a los vagones de ganado en el “Umschlagplatz”, el acompañamiento y vigilancia en los trenes mientras que filmaban las huidas, a las ejecuciones en masa en las cámaras de gas. La evidencia de la historia de “Iván el Terrible”, se resume en la sentencia de condena de Israel 1988 basada en el testimonio de seis sobrevivientes de Treblinka: Pinchas Epstein, Rosenberg Eliyahu, Yechiel Reichman, Abraham Goldfarb, Lindwasser Avraham, y Boreks Gustav.

El siguiente extracto del testimonio de Pinchas Epstein:
“Iván iba a salir de esta sala [de la cámara de gas] y nos embestía con una lluvia de golpes mortíferos con una tubería. A veces, llegaba con un puñal, bayoneta o con el “crack craneal”, otras cortaba las orejas, maltrataba a los prisioneros, es absolutamente increíble, increíble, y se ponía de pie junto a los cadáveres y los miraba.
Quiero decir, Honorable Corte, que era horrible ver a los cadáveres cuando los sacaban de las cabañas [cámaras de gas]. Las personas tenían la cara aplastada, otros tenían heridas de arma blanca, las mujeres embarazadas contaban con heridas de arma blanca en el vientre, mujeres con el feto medio a salir, las jóvenes con heridas de arma blanca en el pecho o con los ojos arrancados. Me resulta difícil describir esa escena… cómo las víctimas miraban. […] Iván fue alguien que me resulta difícil de comparar con nada, ni siquiera con un animal, porque sé que un animal, si esta saciado, no ataca… Iván era insaciable, miraba a su presa durante todo el día, cada minuto, de modo que ni siquiera puedo compararlo con un animal, él nunca estaba satisfecho”.

El testimonio de Epstein dejaba ver la crudeza que tuvieron que sufrir todo judío que estuvo cerca de Demjanjuk. Iván el Terrible era por entonces conocido, por la brutalidad y sadismo que empleaba sin cesar a la hora de ejecutar los crímenes a lo largo de casi un año y frente a un público amplio. De ello se deduce, por tanto, que todo el mundo en Treblinka sabía quien era Iván el Terrible. En Treblinka todos le tenían miedo, todos en Treblinka hablaba de él.
Las imágenes más firmemente grabada en las mentes de los prisioneros eran imágenes de Iván el Terrible. Los recuerdos que más plagaron a los sobrevivientes para el resto de su vida eran los recuerdos de Iván. En palabras del tribunal de Jerusalén: “Era su pesadilla.” Hablar de Treblinka es hablar, en primer lugar, de Iván el Terrible de Treblinka.

El 1 de agosto de 1950 se aprobó por el Ministerio de Justicia de Israel, la Ley penal contra los Nazis y los colaboradores de estos mismos.

Demjanjuk admitió en el juicio celebrado en Munich y que pone fin al proceso, que colaboró en otros campos de exterminio, pero negó en todo momento que hubiera estado en Sobibor.

Tras oír el tribunal israelí las declaraciones de los testigos arriba mencionados expreso lo siguiente:

“No, no se puede olvidar las escenas de horror, la atmósfera de terror, todo lo que se llevó a cabo en el campo de exterminio. Es imposible olvidarse de Iván el Terrible y sus atrocidades.

Después de escuchar a los testigos, y sobre la base de nuestra impresión independiente de su comparecencia ante nosotros, es evidente que la historia del campo de exterminio de Treblinka, y todo lo que les sucedió desde el momento que comenzó su persecución y la de sus familias, además de todas las escenas de horror que habrán presenciado, esto permanece como un fuego encerrado en sus huesos que estan profundamente arraigadas en sus recuerdos. Es cierto, que los testigos reviven constantemente estas experiencias que nunca olvidarán”.

Las dudas sobre si Demjanjuk era realmente “Ivan el Terrible”, llevo en el año 1993 al Presidente del Tribunal Supremo de Israel, Meir Shamgar, a dejarlo en libertad. Hay que recordar, que Demjanjuk fue extraditado en 1986 a Israel y condenado a muerte en 1988.
M. Shamgar tuvo la precaución de evitar que fuera declarado “inocente”, sin embargo, argumento que no había pruebas suficientes de que Demjanjuk sirviera como guardia en otros campos. Del mismo modo reveló que los jueces habían estado deliberando en profundidad sobre la decisión de liberar a un hombre que se creían culpable de las atrocidades nazis. “Es difícil juzgar en un juicio referente al Holocausto”, dijo. “Los jueces no están desprovistos de sentimientos… Pero nos incumbe a contener los sentimientos.”

En 2009 emite Alemania una petición de extradición que fue concedida por EE.UU para que fuera juzgado por un tribunal alemán por los crímenes de guerra. De las 6,600 sentencias condenatorias contra antiguos criminales de guerra del régimen del III Reich, dos tercios de los cuales fueron sentenciados a penas inferiores a los dos años de cárcel. Demjanjuk ha sido condenado a cinco años de cárcel a sus 91 años. Su hijo John Demjanjuk Jr., explicaba tras uno de los juicios celebrado en el año 1987 que su padre era un “hombre delicado con un corazón generoso….que jamás me ha pegado…

Hoy por hoy, el caso esta cerrado.

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