¿Una nueva carga para la UE? Palestina independiente no podrá pagar sus cuentas

LAWRENCE SOLOMON/ NATIONAL POST

Quizás, próximamente se sume a: Portugal, Irlanda, Italia, Grecia y España, los cinco países cuyas deudas económicas pesan sobre la Unión Europea, otro país para la Unión: Palestina.
Si Palestina declara su independencia en septiembre, tal como muchos de sus allegados en la Unión la incentivan a hacerlo, la Unión Europea tomará para sí, la pesada carga económica de un estado con cuatro millones de habitantes, casi del tamaño de Irlanda.
“La cuestión que se nos plantea en éste momento es la construcción de realidad”, dijo el Canciller de Francia, Bernard Kouchner, al “Journal du Dimanche” en febrero. “Francia, financia la policía palestina, negocios localizados en Cisjordania…es posible predecir la creación de un estado palestino en el corto plazo y el reconocimiento inmediato de él por parte de la comunidad internacional, incluso antes del debate sobre sus fronteras”.

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Kouchner, quien junto a su par español, Miguel Moratinos conduce el esfuerzo europeo de levantar el estado palestino, declaró “Si hasta mediados de 2011, el proceso político no termina con la ocupación, (israelí), estimo que la situación de desarrollo de estructuras e instituciones palestinas, será tal, que ejercerá la presión sobre Israel de renunciar a la ocupación”.

Los europeos, junto al Fondo Monetario israelí, ven a la Autoridad Palestina como quien “es capaz de administrar en la actualidad una política económica estable, requerida para un estado palestino futuro, bien administrado”, dado que su burocracia aprendió como imponer impuestos y supervisar los proyectos gubernamentales. Pero si resulta que Kouchner tiene razón e Israel se retira, hay algo que los europeos que describen hipotéticamente a Palestina independiente, se abstienen de decir: Sin la buena voluntad por parte de Israel, el estado palestino no podrá sostenerse por sí mismo.

Casi dos tercios del beneficio limpio del gobierno palestino -alrededor de 1,5 mil millones de dólares por año- llegan a ellos en carácter de impuestos que Israel cobra y libera en su nombre. El Fondo Monetario Internacional prevé que el flujo de ingresos no solo continuará sino que crecerá, lo que depende de las buenas relaciones entre Palestina independiente e Israel. Pero, después que la organización terrorista Hamas controlara a Gaza en 2006, de modo natural, Israel interrumpió los pagos de impuestos. Cuando Hamas sea parte del nuevo gobierno palestino, la Unión Europea podrá esperar la continuidad de los ataques y la falta de disposición israelí a financiar al nuevo enemigo independiente.

El 87% de la exportación palestina actual es hacia Israel, lo que la convierte en dependiente, en su mayor parte de las buenas relaciones con sus vecinos. Si las relaciones con Israel empeoran, la exportación palestina bajará fuertemente. Esa situación, es exactamente lo que le sucede a la economía de Gaza tras el gobierno de Hamas.

Los israelíes son aún los principales empleadores de los palestinos en Cisjordania, también en la propia Palestina y en los asentamientos de la región. Decenas de miles de palestinos empleados en los asentamientos no podrán continuar trabajando allí desde el año 2012, dado que el gobierno palestino considera ese tipo de trabajo como ilegal. Esos sueldos en los asentamientos no solo cuentan con la conformidad de la fuerza de trabajo palestina, sino también, representan un cuarto de su ingreso total, dado que los empleadores israelíes pagan dos veces más o tres incluso, de lo que pagan sus pares palestinos. Ello, según el informe de la Agencia Central de Estadística Palestina.

Con respecto a las evidencias que los palestinos viajan dentro de Israel; 20 mil residentes de Cisjordania cuentan con permisos de trabajo y un número similar trabaja dentro de Israel contra la ley, esos dos sectores estarán en peligro si Palestina declara su independencia.
Antes que los palestinos tomaran el camino de los atentados suicidas a finales de los años 80, un número impresionante de 110 mil palestinos, casi el 40% de la fuerza trabajadora, llegaba a Israel para el trabajo diario en empleos de mayores ingresos. En el momento en que los palestinos se convirtieron en una amenaza a la seguridad, Israel los sustituyó por trabajadores extranjeros de Asia y el este europeo y hubiera sustituido a más de ellos, si Estados Unidos y Europa no la hubieran presionado a continuar proporcionándoles empleo.

Un año después que Israel saliera de Gaza y las relaciones comerciales entre ambos, se cortaran, el índice de desempleo en Gaza, se duplicó de 23% a 50%. Si las relaciones comerciales entre Israel y Cisjordania se ven dañadas también a partir de la declaración del estado palestino, la Unión Europea podrá esperar que el desempleo crezca en la Ribera Occidental.

Además de la falta de estabilidad a la que el nuevo gobierno palestino deberá enfrentarse, un tercio de su presupuesto llega de la ayuda exterior, de préstamos y donaciones originados especialmente en Estados Unidos, la Unión Europea y organismos occidentales.
El Congreso norteamericano ya alertó sobre la probabilidad de congelar la ayuda si Palestina declara su independencia, lo que pondrá ante la Unión Europea un déficit adicional en el presupuesto palestino que tendrá la presión de resolver.

Sin Israel, Palestina carece de una economía duradera y no parece que los norteamericanos estén ansiosos en especial por llenar las brechas (tienen bastantes problemas económicos propios). Si Europa, a través del incentivo a un estado palestino, destroza la economía palestina, está invitada también a tomar responsabilidad sobre ella.