TRADUCCIÓN: IRVING GATELL
La ONU se ha convertido en un instrumento anti-israelí. En los últimos 50 años, el 82% de las reuniones de emergencia de la Asamblea General han sido para condenar sólo a un estado: Israel. ¡Hitler habría estado contento!
La Conferencia de Durbán es un escándalo, y la gente decente debe saberlo. Pero, amigos, vengo aquí con una idea radical. He venido a decirles que hay pueblos que sufren más por el anti-israelismo de la ONU, que los propios israelíes. Yo pertenezco a uno de esos pueblos.
Por favor, escúchenme. Exagerando el sufrimiento de los palestinos, y maldiciendo a Israel por eso, la ONU se ha vuelto sorda al llanto de aquellos que sufren en una intensidad mayor. A lo largo de 50 años, la población negra nativa de Sudán -cristianos y musulmanes- han sido víctimas de la brutalidad racista de los gobiernos árabes musulmanes de Khartoum.
En Sudán del Sur, mi hogar, cerca de CUATRO MILLONES DE PERSONAS inocentes, mujeres y niños, fueron esclavizados entre 1955 y 2005. SIETE MILLONES fueron víctimas de la limpieza étnica y se convirtieron en EL MÁS GRANDE GRUPO DE REFUGIADOS desde la II Guerra Mundial.
La ONU está preocupada por el grupo de refugiados llamados palestinos. Les han dedicado una agencia especial para ellos, y los tratan con todo tipo de privilegios. Mientras, mi pueblo, víctima de la limpieza étnica, asesinado y esclavizado, ha sido ignorado.
La ONU SE REHÚSA A DECIRLE AL MUNDO LA VERDADERA RAZÓN de los conflictos en Sudán. ¿Quién sabe lo que realmente sucede en Darfur? No es un “conflicto tribal”. Es un conflicto cuyas raíces están en el colonialismo árabe, bien conocido en el norte de África.
En Darfur, la región occidental de Sudán, todos son musulmanes. Todos son musulmanes porque los árabes invadieron el norte de África y convirtieron a sus nativos al Islam. A gusto de los islamistas de Khartoum, los de Darfur no somos “suficientemente musulmanes”, porque no queremos ser arabizados. Amamos nuestras lenguas africanas, nuestros vestidos y nuestras costumbres. Y la respuesta árabe es el genocidio.
Pero nadie en la ONU dice la verdad acerca de Darfur. En las montañas de Nuba, en Sudán, un genocidio está sucediendo mientras yo hablo. El régimen islamista de Khartoum está atacando a los africanos negros -musulmanes y cristianos-. Nadie en la ONU ha dicho la verdad sobre las montañas de Nuba.
¿Ustedes han escuchado a la ONU condenar el racismo árabe contra los negros? Lo único que ustedes pueden encontrar en el New York Times o en los expedientes de la ONU son condenas contra Israel por el sufrimiento palestino. Mi pueblo ha sido eliminado de las primeras planas por la exageración del sufrimiento de los palestinos. Lo que Israel hace es presentado como el “pecado” de Occidente. Pero la realidad es que el verdadero pecado ocurre cuando Occidente abandona a las víctimas del apartheid árabe islamista.
La esclavitud fue una práctica durante siglos en Sudán. Se revivió como arma de guerra a principios de los años 90. Khartoum declaró la yihad en contra de mi pueblo, y esto legitimó tomar esclavos como botín de guerra. Las milicias árabes fueron enviadas a destruir las villas del sur y fueron animados a tomar a mujeres y niños africanos como esclavos. Creemos que cerca de 200,000 personas fueron secuestradas, llevadas al norte y vendidas como esclavos. ¡Yo soy una prueba viviente de este crimen de lesa humanidad!
No me gusta hablar de mi experiencia como esclavo, pero lo hago porque es importante que el mundo sepa que la esclavitud existe hoy en día.
Yo tenía sólo nueve años de edad cuando un vecino árabe llamado Abdulahi me engañó y me convenció de que lo siguiera en su bote. Me llevó al norte de Sudán y allí me obsequió como un “regalo” para su familia. Durante tres años y medio fui su esclavo y sufrí lo que ningún niño debe sufrir: golpizas brutales y humillaciones, horarios excesivos de trabajo, dormir en el piso con animales, comer sólo las sobras que dejaba la familia. Durante esos años, tuve prohibido decir la palabra “no”. Lo único que podía decir era “sí”.
La ONU supo de los sudaneses esclavizados por los árabes. Su propio staff lo reportó. La UNICEF -bajo presión del grupo Anti-Esclavitud dirigido por judíos americanos- se tardó DIECISÉIS AÑOS en aceptar lo que estaba sucediendo.
Quiero expresar mi agradecimiento público a mi amigo, el Dr. Charles Jacobs por su liderazgo en la lucha contra la esclavitud.
Pero el gobierno de Sudán y la Liga Árabe presionaron a la UNICEF, y esta se retractó y empezó a criticar a aquellos que trabajaron para liberar a los esclavos sudaneses. En 1998, el Dr. Gaspar Biro, el valiente enviado especial de la ONU para los Derechos Humanos en Sudán, renunció en protesta por las acciones de la ONU.
Amigos, hoy en día decenas de miles de negros de Sudán del Sur todavía sirven a sus amos en el norte, y la ONU calla porque puede ofender al gobierno de Sudán y a la Liga Árabe. Como ex-esclavo y víctima del peor tipo de racismo, permítanme explicar por qué creo que llamar a Israel un “estado racista” es absolutamente absurdo e inmoral.
He estado en Israel cinco veces, visitando a los refugiados sudaneses. Déjenme decirles cómo llegaron allí: hubo sudaneses que huyeron del racismo árabe, esperando encontrar protección en Egipto. Se equivocaron. Cuando las fuerzas de seguridad egipcias asesinaron a veintiséis refugiados negros en el Cairo que estaban protestando contra el racismo egipcio, los sudaneses entendieron que el racismo árabe era el mismo en Khartoum o en el Cairo. Ellos necesitaban protección y la encontraron en Israel. Esquivando las vallas de las patrullas fronterizas egipcias y caminando distancias enormes, la única esperanza de los refugiados era llegar al lado israelí de la frontera, donde sabían que estarían seguros.
Los musulmanes negros de Darfur escogieron a Israel sobre todas las demás naciones árabes musulmanas del área. ¿Entienden lo que esto significa? ¡Y los árabes dicen que Israel es racista!
En Israel, los negros de Sudán -cristianos o musulmanes- son bienvenidos y tratados como seres humanos. Sólo vayan y pregunten a ellos, como yo lo he hecho. Me han dicho que comparado a su situación en Egipto, Israel es el cielo.
¿Es Israel un estado racista? Para mi pueblo, un pueblo que conoce el racismo, la respuesta es que definitivamente no. Israel es un estado de gente que tiene los colores del arcoíris. Los propios judíos vienen en todos los colores, incluso negro. Conocí judíos etíopes en Israel. Hermosos judíos negros.
Así que vengo hoy a este lugar a decirles que el pueblo que más sufre por la política anti-israelí de la ONU no son los israelíes, sino todos aquellos pueblos que la ONU ignora para decir sus grandes mentiras contra Israel: nosotros, las víctimas del abuso árabe islamista. Mujeres, minorías étnicas, minorías religiosas, homosexuales en el mundo árabe musulmán. Estas son las grandes víctimas del odio de la ONU contra Israel.
Miren la situación de los Coptos en Egipto, los cristianos en Irak, Nigeria e Irún, los sijs, hindúes y bahais que sufren por la opresión islámica. Nosotros -una colorida coalición de víctimas y objetivos de los yihaidistas- todos sufrimos. Somos ignorados, estamos abandonados. Así la gran mentira contra los judíos puede seguir adelante.
En 2005, visité uno de los campamentos de refugiados en Sudán del Sur. Conocí a una niña de doce años que me contó sus sueños. Ella sueña con ir a una escuela para convertirse en doctora. Por eso, ella desea ir a Israel. Quedé sorprendido.
¿Cómo pudo esta niña refugiada que ha pasado la mayor parte de su vida en el norte saber acerca de Israel? Cuando le pregunté por qué quería ir a Israel, ella dijo: “ese es nuestro pueblo”. Nunca he logrado encontrar una respuesta a mi pregunta.
El 9 de enero de 2011, Sudán del Sur se convirtió en un estado independiente. Para los sudaneses del sur, eso significa la continuidad de la opresión, brutalidad, demonización, islamización, arabización y esclavitud.
En esa misma línea, los árabes continúan negándoles a los judíos su derecho a la soberanía en su propia tierra, y la Conferencia Durbán III continúa negando la legitimidad de Israel.
Como amigo de Israel, les traigo la noticia de que mi Presidente, el Presidente de la República de Sudán del Sur, Salva Kiir, públicamente ha decidido que la Embajada de Sudán del Sur en Israel será construida no en Tel Aviv, sino en Jerusalén, la capital eterna del pueblo judío.
Yo sólo quiero asegurarles que mi propia y nueva nación, y toda su gente, se opondrá a foros racistas como Durbán III. Nos opondremos simplemente diciendo la verdad. Nuestra verdad.
Mis amigos judíos me enseñaron algo que ahora quisiera decirles:
¡AM ISRAEL JAI!
¡El pueblo de Israel vive!
Gracias.
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