Día de las madres 2012

IMAGEN DAVID/ Rab Baruj y Aish Ha Torah

Si tu mamá se parece en algo a la mía, probablemente ya te habrá advertido que no necesita nada para el Día de las Madres. Y yo me pregunto ¿Desde cuándo el Día de las Madres se convirtió en una festividad judía? No se molesten en responder.

Se supone que cada día deberíamos festejar a mamá. De hecho, nuestra Torá nos enseña a honrar y venerar a nuestros padres todos los días de nuestra vida. Entonces ¿Por qué tenemos que salir y mostrar nuestra gratitud en un día estipulado para ello? ¿Cómo podemos aprovechar el que algunos festejen el Día de las Madres con combo y platillo? Festejándola con una pseudo-fiesta judía.

Si el Día de las Madres es la forma de mostrar a tu mamá lo que tanto significa para ti el resto del año, ese día se convierte en el vehículo para reducir el aprecio real hacia ella.

Las festividades judías son fundamentalmente diferentes a las festividades seculares, como el día de la Independencia, el día de la Constitución, el día de la bandera, etc. Tales eventos solamente se recuerdan, mientras que las festividades judías son el portal al que nos enfrentamos para re-experimentar nuestra fuerza espiritual. Ejemplo de ellos sería la fiesta de Shavuot, en la cual tenemos la oportunidad de aceptar la Torá y renovar nuestro compromiso y el cumplimiento hacia la ley divina.

Por ejemplo, en Pesaj celebramos nuestra libertad de la esclavitud en Egipto, de hecho, la Torá nos pide recordar el éxodo en Egipto todos los días de nuestra cada, como lo recitamos al final del Shemá de día, tarde y noche. Entonces, si ya lo recordaos diariamente, ¿Por qué tenemos que celebrarlo en una fecha especial?

Festejamos las fechas del calendario hebreo con la idea de recordar los milagros que hizo D-os con nosotros en todas las épocas, para llevar su esencia el resto del año. Así es que, si vas a festejar el Día de las Madres, hazlo con el mismo ánimo con que festejas una fiesta judía: Demuestra tu afecto a mamá, cómprale una tarjeta y flores o invítala a cenar. Pero ¡Asegúrate! Que estas muestras de gratitud y amor sean genuinas. ¡Disfruten!