Elecciones adelantadas en Israel: su complejidad

BENJAMÍN LAUREANO LUNA PARA ENLACE JUDÍO

Habrá elecciones adelantadas en Israel y Benjamín Netanyahu es el favorito, según encuesta del periódico Haaretz.

La Ley de Disolución establece que el actual gobierno tiene vigencia hasta el 22 de octubre de 2013.

En los meses siguientes se tiene que debatir sobre el “servicio militar para todos” y, eso afecta a los ortodoxos que reclaman exención militar, pero exceptuar a unos, es crear privilegios, en perjuicio del principio de igualdad ante la ley. El enfrentamiento con los ortodoxos debilitaría a Netanyahu.

Otro espinoso asunto es el relacionado con el presupuesto general del Estado, del que algunos partidos desean participar, muy particularmente la ortodoxia, que exige beneficios del Estado, pero no deberes. Por otro lado la Corte dispuso la disolución de asentamientos no legales en Judea y Samaria, disolución que llevaría a Netanyahu a utilizar la fuerza y él no está de acuerdo en destruir asentamientos.

Los estrategas del Partido Likud optaron por adelantar las elecciones y crear un gobierno fuerte, con menos partidos y menos compromisos.

Tzipi Livni, dimitió como Diputada ante la Knéset (Parlamento) y advirtió que Netanyahu está poniendo en peligro al Estado de Israel. Los observadores consideran que Livni podría ingresar al nuevo partido que organiza el periodista, Yair Lapid “Yesh Atid” (Hay Futuro), ubicado en el centro, de tendencia laica, dispuesto a promover negociaciones de paz con los palestinos.

La ex Canciller y ex dirigente del Partido Kadima (Adelante), que tuvo bajo su dirección a 28 diputados, que pudo llegar a ser Primer Ministra, pero no aceptó dar botín al ultraortodoxo Shas, que exigía parte del presupuesto para respaldarla, prefirió acudir a elecciones, emergiendo el Likud que organizó un gobierno de coalición, que sí aceptó las exigencias financieras de los reclamantes, y el naciente gobierno asumió una posición dura que creó tensión internacional, lo que permite interpretar la crítica de Livni que dice: “Israel está en un volcán, el reloj internacional avanza y está en peligro de muerte la existencia del Estado judío y democrático”.

También han criticado a Netanyahu y a Ehud Barak, Ministro de Defensa, el ex jefe del Shabak (servicio secreto interior), Yuval Diskin, quien dijo que pretenden confundir y ocultar al Pueblo de Israel, las consecuencias de un ataque preventivo a las instalaciones nucleares de Irán. El ex Primer Ministro, Olmert, se sumó a las críticas.

Tzipi Livni, fue aliada del General y Primer Ministro Ariel Sharón, a su vez dirigente del Partido Likud, pero ante la imposibilidad de avanzar, lo abandonaron y formaron al Partido Kadima,(Adelante), dispuestos a solucionar el conflicto mediante la coexistencia de dos Estados: el Palestino y el Estado de Israel. A lo anterior hay que agregar el programa nuclear y misilístico de Irán, que se desarrolla amenazadoramente para Israel, agregando a los terroristas del partido de dios “Jizb Aláh” (Líbano) y a los terroristas en Gaza de “Hamás”, que están bajo el control de Irán y Siria.

El ex jefe del ejército, Shaul Mofaz, ahora encabeza a Kadima y desplazó a Livni, lo que significa que la política israelí estaría en posibilidad de formar un nuevo bloque que ofrezca soluciones pragmáticas a Israel y supere el peligro existencial. Hay la intención de unos, de que las elecciones se efectúen antes de Año Nuevo (Rosh) , con el objeto de impedir a la oposición organizarse. En tanto que los opositores piden que las elecciones se realicen después de la fiesta de las cabañas (Sucot).

Ian Robertson, Psicólogo del “Trinity College”, de Dublin, y Director del Instituto de Neurociencia, dio a conocer en abril pasado, que el poder político incrementa los niveles de la hormona testosterona, tanto en hombres como en mujeres, que a su vez, genera un aumento de dopamina en la zona de recompensas del cerebro, el núcleo accumbens, y, al ejercerse el poder hay placer, que deviene en adicción (como si fuera droga). A mayor poder, mayor índice de dopamina y esto conduce a la agresividad y a mayor inteligencia. Un descenso en la jerarquía disminuye la dopamina y se produce estrés y se reducen las habilidades cognitivas.
Subrayó: Mucho poder -mucha dopamina-, perturba la normalidad de la cognición y la emoción.

El Frente Internacional de Derechos Humanos alerta, ante los estudios del neurólogo Robertson, para que no se permita nunca a un gobernante el absolutismo. El Parlamento debe ser el órgano de control. El absolutismo históricamente ha conducido a tragedias.