La corrupción entre la Autoridad Palestina y la dirigencia política

ADAM KREDO/WASHINGTON FREE BEACON

El Presidente de la AP Mahmoud Abbas depositó – supuestamente- casi $ 13 millones en contribuciones de ayuda estadounidense dentro de una cuenta bancaria secreta, y habitualmente usa sus conexiones políticas para beneficiarse de un proceso de paz estancado, de acuerdo al testimonio presentado, el martes, en el Congreso por parte de varios expertos en Medio Oriente. Abbas se enriqueció durante sus siete años en el poder a través de acuerdos territoriales secretos, y ayudó a sus dos hijos a ganar millones de dólares a través de sus apuestas en empresas que se benefician de la ayuda estadounidense, afirmaron los expertos durante una audiencia del Comité de Asuntos Exteriores titulada “Corrupción dentro de la Dirigencia Política Palestina”.

Los hijos de Abbas –Yasser y Tareq- utilizaron sus vínculos de gobierno para asegurar contratos y un tratamiento especial para los socios comerciales, de acuerdo con Jonathan Schanzer, vicepresidente de investigación en la Fundación para la Defensa de las Democracias.

La corrupción rozó la superficie de los primeros negocios turbios de la familia palestina, advirtieron los expertos.

Abbas “usó su posición de poder para poner en línea sus bolsillos”, declaró el Republicano Steve Chabot (R, Ohio), presidente del Subcomité de Asuntos Exteriores sobre Medio Oriente y Sur de Asia. “Nuestra política debe tener como objetivo fortalecer a aquellos que buscan servir al pueblo palestino en lugar de a ellos mismos”.

A pesar que Abbas y la AP son considerados como la alternativa más segura y moderada (antes que el grupo terrorista Hamas, que controla la Franja de Gaza), el corrupto régimen de Abbas envenenó las conversaciones de paz al buscar asegurarse en el poder, sostuvieron expertos y legisladores.

“La elección consistente del presidente palestino Abbas es un camino que lo mantuvo en el poder”, dijo el Republicano Gary Ackerman (D., N.Y), miembro del subcomité. “Como principales contribuyentes políticos de los palestinos necesitamos estar extremadamente preocupados por que nuestra ayuda sea interpretada como apoyo a un régimen corrupto”. “Es el fracaso de los palestinos en decir ´Sí´ lo que les impidió tener un Estado propio- no la valla de seguridad, no los asentamientos… no (las Fuerzas de Defensa de Israel), no el Primer Ministro (Benjamin Netanyahu) ni nada otra cosa”, dice Ackerman.

La administración de Obama no está proveyendo de una adecuada vigilancia de los $ 600 millones de ayuda extranjera estadounidense a la AP, destacó Schanzer. “Washington debería simplemente reconocer que hay un problema”, dijo. “El staff del Consulado General de EEUU en Jerusalén oriental sabe que los palestinos creen que sus elites gobernantes son corruptas. Pero, por razones que no quedan completamente claras, el Departamento de Estado tiene que implementar una declaración clara para tratar el tema, o lo que intenta hacer en relación al mismo”.

Elliott Abrams, ex asesor de seguridad nacional de George G. Bush, recordó conversaciones extra-oficiales que tuvo con líderes árabes que rechazaban apoyar a las instituciones corruptas de la AP. “Puedo decir por experiencia propia, como representante americano que busca asistencia financiera para la AP por parte de gobiernos del Golfo Árabe, que siempre me dijeron” ¿Por qué debería darles dinero cuando sus representantes lo robarán?”, dijo Abrams, quien destacó que el 82 % de los palestinos cree que su gobierno es inmoral. “La corrupción es un destructor insidioso, no solo de las finanzas públicas palestinas sino de la fe en todo el sistema político”.

El alcance de los negocios turbios de Abbas salio a la luz en los últimos meses, reveló Schanzer en su testimonio. Al presidente palestino se le supone –por parte de un ex representante- que acumuló $ 39 millones en una cuenta bancaria secreta en Jordania, según informes de la prensa árabe y en otros sitios. Solo Abbas y sus dos confidentes más cercanos tienen acceso a la cuenta, que –se dice- contiene $ 13 millones en fondos estadounidenses.Los websites de la oposición en la Margen Occidental continuaron alegando que Abbas ganó $ 160 millones de la venta de propiedades de la Organización para la Liberación de Palestina en Líbano, y que es dueño de “fastuosas propiedades que valen más de $ 20 millones en Gaza, Jordania, Qatar, Ramallah, Túnez y los Emiratos Árabes Unidos”, de acuerdo con la investigación de Schanzer.

Los hijos de Abbas buscaron sacar provecho de la posición política de su padre, expresó Schanzer. Yasser Abbas “prestó servicio con funciones oficiales para la AP, incluyendo la de enviado especial a Canadá en 2007” y “acompaña, con regularidad, a su padre en viajes oficiales”, contó Schanzer. Yasser dirige una compañía de construcción que, como rutina, “realiza proyectos de obras públicas… por parte de la Autoridad Palestina”. Además, según se informa, es dueño de una corporación que recibió $ 1.89 millones de USAID “para construir un sistema de aguas residuales en la ciudad de Hebron en la Margen Occidental”, declara el informe de Schanzer.
Además, la AP “le otorgó, en 2009, pasaportes diplomáticos a dos socios comerciales de los hermanos Abbas”, reveló Schanzer, en base a conversaciones con actuales y ex oficiales de inteligencia en EEUU y otras partes. “Los pasaportes, de acuerdo con esos oficiales, ´habilitan (a los asociados comerciales) a viajar internacionalmente con la inmunidad´ normalmente lograda por diplomáticos palestinos”, expresó Schanzer.

Yasser Abbas intento involucrarse en el negocio relacionado con el petróleo en Sudán, a través de la Compañía Petrolera Internacional Caratube, transacción que fue facilitada por “el embajador de la AP en Sudán”, Sayed al Masri, declara el informe.

Dado que Schanzer y varias nuevas publicaciones revelaron algunos de esos vínculos comerciales, algunos websites y fuentes online, afiliadas con los hermanos de Abbas, fueron quitadas en un aparente intento de esconder su participación. “Las elites de política extranjera de Washington no son, en gran medida, conscientes del problema o prefieren ignorarlo”, dijo Schanzer al comité. “Si el problema no se resuelve y la frustración palestina (respecto a la corrupción) se acrecienta, puede amenazar la estabilidad regional”.

Abrams destaco en su testimonio que el Presidente Abbas se aisló contra las investigaciones legales de sus prácticas de negocios. Fue particularmente alérgico a esas investigaciones, y su reacción a las acusaciones siempre fue rápida e ilegal”, dijo Abrams.

Tanto Abrams como Schanzer subrayaron sus preocupaciones con la Palestine Investment Fund (Fondo de Inversión Palestino), compañía de inversiones independiente, establecida para reafirmar las instituciones palestinas. La organización enfrentó el examen por ser una herramienta de Abbas y sus amigotes.

“Mis más serias y persistentes preocupaciones provienen de indicaciones que el fondo no es tan transparente ni independiente como aquello que, en principio, intentaba ser”, dijo Schanzer. Abbas instaló, supuestamente, a sus propios aliados como miembros del consejo”.

Abrams instó al gobierno y a las organizaciones de ayuda estadounidense (tales como MIddle East Partnership Initiative y USAID) a prestar mayor atención a los temas de corrupción en la AP.

“No tenemos un programa dedicado a combatir la corrupción y asistir a aquellos palestinos que lo hacen”, dijo Abrams. “¿Por qué no lo convertimos en un objetivo central y establecido para nuestra ayuda?”