La nueva guerra fría

Artículo de febrero 2012

BENJAMÍN LAUREANO EN EXCLUSIVA PARA ENLACE JUDÍO

“Cualquier agresión militar de Estados Unidos a Irán, será contestada en forma contundente”, dijo el General Ruso, Nicolai Makárov, jefe del Estado Mayor del Ejército.

Esta belicosa advertencia nos recordó el lenguaje de la Unión Soviética en sus relaciones con los Estados, cuyas tensiones paralizaron las Naciones Unidas durante 50 años.

Con lenguaje un poco diferente, el Ministro de Relaciones Exteriores, Sergei Lavrov, en una rueda de prensa efectuada en La Haya, Holanda, dijo que la aplicación de sanciones a Irán, debilitará la cooperación de Irán con la Organización Internacinal de Energía Atómica (OIEA) y todo lo que se refiera a cuestiones atómicas debe quedar bajo control de la OIEA.

El Canciller Lavrov llegó a Damasco, 48 horas después de que Rusia y China, interpusieron cada uno su veto en el Consejo de Seguridad para impedir que se adoptara una posición condenatoria al dictador sirio, Bashar el Asad. Lavrov manifestó en Damasco, que él había pedido que se pospusiera la votación, en tanto dialogaba con Asad, en Damasco, pero la Liga Árabe y otros, exigieron que se votara el caso de inmediato, por ello Rusia vetó esa resolución.

En Damasco Lavrov planteó una nueva estrategia: Asad y Ahmadineyad, deberían acercarse al pueblo y al diálogo.

Por ello el Asad propuso que en referéndum, el Pueblo Sirio, apruebe una nueva constitución. Pero, es bien sabido que a los opositores se les asesina, en esas condiciones ¿alguien se atreverá a oponerse a la Constitución, que tiene por objeto prolongar la dictadura de Asad?

Irán envió una carta a la Unión Europea, manifestando estar dispuesta a dialogar con el Grupo 5+1 (Estados Unidos, Rusia, China, Gran Bretaña, Francia y Alemania) el caso de su programa nuclear.  Ashton, Coordinadora de la Diplomacia Europea, le dio la bienvenida a esa propuesta, bajo el principio de Derecho al Desarrollo de la Energía Atómica para fines pacíficos.

Este aparente cambio que estimuló Lavrov, ¿qué busca?:
Rusia desea seguir vendiendo sus armas a Irán , a la que le ha construido plantas nucleares y armas a Siria, las cuales han sido distribuidas en Líbano, a la agrupación terrorista, Jisb Alláh y ha llegado a las milicias terroristas de Hamás, a Gaza. Además Rusia desea hacer realidad el sueño de tener presencia en el Mar Mediterráneo, construyendo una base naval en territorio sirio, en sus costas mediterráneas, para que la flota del Mar Negro llegue al Mare Nostrum. Moscú desea reconstruir el Imperio Soviético.

Para establecer un imperio ruso, renace la “Guerra Fría”, que caracterizó el Siglo XX, las relaciones internacionales. Bajo la tutela rusa quedarían Irán, Siria, Jizb China seguirá comprando petróleo a Irán u no pagará con dólares, ya que reclama que la moneda china sea la unidad monetaria para el comercio del futuro.

Tales son los rasgos de esta nueva guerra fía, la cual, en opinión del Frente Internacional de Derechos Humanos, puede ser neutralizada a través de los medios de comunicación con información veraz, pues las conjuras requieren oscuridad y no luz.