Artículo de noviembre 2012
ELENA BIALOSTOCKY SUSIE GUASP Y MAY SAMRA PARA ENLACE JUDÍO
Dice el Midrash: Cuando una pareja se divorcia, “Misbeaj Mesil Dmaot” (El altar está llorando).A veces, no sólo el altar llora.
Aguná significa “mujer anclada”. Es una mujer cuyo marido se niega a darle un “get”, un documento legal de divorcio, de acuerdo a la ley judía. Sin este papel, el estatus de la mujer es para siempre “congelado”: no puede volver a casarse, ni tener pareja y sus futuros hijos son considerados ilegítimos. Ella está atrapada para siempre, en espera de un pedazo de papel para liberarla.
Historias de tres mujeres
Eran vísperas de Pésaj : Sandra, recién casada y con una preciosa niña de nueve meses, estaba limpiando su casa a conciencia, como siempre vio hacerlo a su madre. Su esposo le propuso llevarse a la niña a dar un paseo para que pudiera trabajar tranquila. Sandra se lo agradeció con alivio.
No volvió a ver a su hija hasta seis meses después: el esposo se la llevó del país y pidió por ella rescate. Sandra y sus padres no podían pagar lo solicitado. Rogar al hombre, quien llamaba desde el extranjero, no ayudó: “Pídeles el dinero a tus tíos, que son pudientes” fueron sus palabras. Después de una búsqueda frenética y poniéndose en marcha una colaboración internacional que incluía a Interpol, encontraron a la niña en un orfanatorio, donde su padre la había colocado mientras buscaba el rescate.
Sandra recibió a su hija y procedió a divorciarse. Sin embargo, al solicitar el divorcio religioso , se encontró con un problema: el “get” según la Halajá, es otorgado por el hombre y sujeto a su voluntad. Por lo tanto, a Sandra le esperaba otra cruzada, la cual duró quince años, hasta que el marido, residente en Nueva York y presionado por rabinos de distinta procedencia y nacionalidad, decidió otorgarle el divorcio religioso, devolviéndole la libertad- después de decenas de oportunidades perdidas de rehacer su vida.
Vivian Silberstein, a su vez, ha renunciado a obtener el “get”. Casada durante poco más de un año, estaba embarazada cuando se enteró de la infidelidad de su marido. El hombre se exhibía, en público con una famosa actriz y tuvo que soportar, horrorizada, las imágenes de su traición en la prensa.
Esta joven y guapa mujer (nos recuerda a Gwyneth Patrow) obtuvo el divorcio civil y la patria potestad de sus hijos- pero no pudo lograr el divorcio religioso porque la Comunidad, aunque intentó hacerlo, no le pudo ayudar. Ella reprocha al rabino y a la Comunidad su indiferencia y falta de interés, pues el hombre estaba por celebrar el Bar Mitzvá (ceremonia judía de mayoría de edad) de sus hijos y las autoridades comunitarias podían haber condicionado dicha celebración, pidiéndole le otorgara primero el Get. Incluso ha perdido la ilusión de conseguir el divorcio religioso, prefiriendo quedarse con un estatus incierto, al margen de la Comunidad.
Y es que, sin el get , la mujer sigue casada “eshet ish” (mujer de un hombre), aunque esté separada de él; los hijos concebidos con su segunda pareja son considerados bastardos.
El hombre es quién otorga el Get
El Get viene a separar, a romper el matrimonio. El hombre al casarse y darle el anillo a una mujer ,le dice “Arei at mekudeshet li” (He aquí que tu eres consagrada a mí) . El hombre “toma” a la mujer y por ello, es él quien otorga el get. A la vez, así como ella recibe voluntariamente el anillo, ella debe recibir voluntariamente el get. Si no lo recibe, tampoco hay divorcio.
“El matrimonio es una sociedad de dos” dice el Rabino Toval, de la Comunidad Monte Sinai “firmaron ambos un compromiso que sólo ellos pueden romper- no los rabinos”. “Tanto el hombre como la mujer pueden pedir el divorcio, pero sólo el hombre lo puede otorgar, pero siempre con el consentimiento de la mujer” dice el Rabino Shai Frondlish, de la Kehilá Ashkenazí.
Si el hombre se niega a dar divorcio, las autoridades comunitarias y/o rabínicas (en general es el Comité de Honor y Justicia de cada Comunidad, habiendo incluso un Comité de Honor y Justicia Intercomunitario) lo convocan hasta en tres ocasiones. Intentan convencerlo, llegando a aplicar presión para obligarlo- mas no pueden otorgar el divorcio arbitrariamente.
Por lo tanto, a raíz de los conflictos generados por la separación, por rencor , por venganza o por obtener un mejor arreglo económico post matrimonial, el hombre puede condicionar la obtención del get- o negarlo completamente. Existen casos de abuso en que se pide un rescate a cambio de la disolución religiosa de los lazos matrimoniales.
“El Get debe de ser otorgado sin condiciones y por lo tanto el mal uso de este concepto crea y genera muchos problemas en la sociedad” comenta el Rabino Rittner, de Bet El.
Las Escrituras consideran que se puede azotar a un hombre que se niega a dar el get a su esposa.
“Hay hombres que abusan de la regla del Get (que dice que sólo lo puede dar el hombre) y chantajean a la mujer con ella. Esta situación es un problema de nuestros tiempos – y de la Diáspora. Antaño, la Comunidad tenía el poder de hacer respetar sus decisiones legales, lo que no ocurre ahora. A la vez, en Israel, hay tribunales rabínicos, que pueden hacer valer el peso de la ley: si un hombre se rehusa a dar el Get, y se justifica que se tiene que divorciar, se le obliga, llegando incluso a pena de cárcel. En México como en muchos otros países no se puede usar este método”explica el Rabino Toval.
Lo que hacen las autoridades comunitarias es amenazar a quien no quiere ceder, llegando a sacarlo de la comunidad o publicar lo que está pasando. “En un a ocasión, un hombre negaba el Get a su mujer. Poco después murió su madre. El rabino aprovechó la ocasión para obligarlo. Le dijo: si no firmas el Get, no enterramos a tu madre. Se quejó y hasta hoy considera que fue una forma cruel de presionarlo” relata Frondlich.
La mayoría de las víctimas son mujeres , las “Agunot” ( mujeres ancladas) que no pueden casarse (por el rito judío) hasta que su esposo decida darles el Get. Pero también existen hombres “amarrados” a su pareja. El Rabino Toval nos relató los casos de dos hombres cuya esposas se niegan a recibir el divorcio y no acuden al tribunal rabínico . Por lo tanto, el get no se puede llevar a cabo.
Cómo se realiza el get
El Rabino Shlomo Tawil explica: “El Get se lleva a cabo, según la Torá, cuando el hombre escribe un papel delante de 3 rabinos, 2 testigos y un escribano. El hombre le ordena al escribano que lo que debe de escribir, lo revisan los rabinos que esté correcto, se dobla y el hombre se lo entrega a la mujer en las manos.
Hay versiones que cuentan que el hombre puede aventarle el Get a su esposa, pero es una costumbre de la antigüedad . También hay la creencia de que la mujer sale despreciada; no es verdad”.
“En la ley para romper la relación, lo importante, no son los rabinos, sino el texto que se escribe en el momento del Get” comenta el Rabino Palti, mientras el Rab Frondlich nos especifica: “Es necesario un tribunal rabínico, que sepa hacer las cosas correctamente. Se necesitan escribir en este documento todos los nombres y sobrenombres de la pareja. El matrimonio es un trasplante de almas y ya que lo que se está separando son almas, el hecho de dejar fuera uno de los nombres puede impedir la separación completa de la pareja”.
“Al preguntar a muchas mujeres si sienten diferencia entre el divorcio civil y el Get y la respuesta es que si se siente una diferencia: el civil es solo un papel y el Get es algo espiritual” añade Palti.
Prevenir el conflicto- misión de la Comunidad y de la pareja
El problema no es nuevo y ha sido, a través de los siglos, un reto para los rabinos: “Hace más de 100 años en Turquía los rabinos vieron la dificultad que pueden tener las mujeres cuando el hombre no quiere dar el Get y escribieron un tratado; en él estipula que, en caso de que los rabinos vean que la mujer tiene razón y que no puede seguir viviendo con un hombre, los rabinos tienen la autoridad de darle el Get, Éste era uno de los caminos y actualmente se está usando este escrito en Nueva York por el Istadrut Harabanim (Consejo Rabínico Norteamericano)” acota el Rabino Paltí.
“Aquellas parejas que están en trámite de divorcio, le recomiendo que siempre escriban, dentro del proceso civil, que el Get sea parte de lo que quede establecido. Es muy sano” dice el Rabino Rittner.
“Tenemos que hablar con los Comités de Honor y Justicia de todas las comunidades y ver en qué forma se le puede presionar a los hombres que no quieren dar el Get. Se puede presionar de muchas formas, pero las comunidades y los comités deben de ser más fuertes en dicha presión” concluye el Rabino Frondlich.
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