Mujer en primer plano

ORLY COHEN PARA ENLACE JUDÍO

¿Cómo la mujer ha ganado cada vez mayor terreno en todas las áreas de la vida?

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Es una pregunta que vemos cada vez con mayor frecuencia en cualquier revista, reportaje o libro, no solamente cumpliendo con el rol que por nuestra naturaleza nos ha sido asignado, sino por las capacidades con las que contamos, gracias a las cuales hemos desarrollado más facetas de toda índole.

Este ha sido un tema muy tocado por muchos especialistas, pero lo que nos interesa es saber de donde provienen todas estas capacidades; por qué las mujeres pueden hacer varias cosas a la vez, cómo logran concentrarse en todas al mismo tiempo y de qué forma han ganado terreno en las áreas laborales, profesionales, ciencias, humanidades, etc.

Desde tiempos ancestrales las mujeres han tenido que desarrollar en mayor grado ciertos sentidos, ya que han estado inmersas en la tarea de criar a sus hijos. Todas esas herramientas han quedado grabadas con la posibilidad de utilizarlas para otras labores.

A las mujeres nos gusta hablar, esa es nuestra naturaleza, nos gusta comunicarnos, expresarles a los demás lo que sentimos, detallar cómo estamos y la facilidad de palabra se nos da sin mucho esfuerzo; esto se debe a que para la educación de nuestros hijos estamos en constante comunicación con ellos, guiándolos, mimándolos, dando un sin número de explicaciones.

También se han hecho estudios para conocer que la formación cerebral de la mujer tiene las capacidades del habla mucho más desarrolladas. En la Universidad de California, investigadores sometieron a 28 mujeres a pruebas y escáneres cerebrales, y se descubrió que en la parte frontal del hemisferio izquierdo del cerebro, están situados los centros primarios del lenguaje, mientras que en los hombres están más dispersos y algunos están en la parte trasera del hemisferio.

El estrógeno -la hormona sexual femenina- también participa en las habilidades de comunicación de la mujer, aparte de ser la hormona que provee de un sin fin de sustancias y comportamientos femeninos, también facilita la transmisión de información entre las neuronas y multiplica las vías lingüísticas del cerebro.

Debido a todas estas habilidades de la naturaleza femenina, son muchas ya las mujeres que participan activamente como informadoras, conductoras, comunicólogas, educadoras en televisión, radio, escuelas, oficinas de trabajo de cualquier tipo, sean privadas o gubernamentales, siendo ellas las que lleven el peso de una opinión pública y dando ideas nuevas a los cambios que se viven continuamente en nuestra sociedad.

Hoy en día, somos las mujeres las que tenemos gran participación en la educación escolar pero también tenemos mucha participación en televisión, ahora cada vez más mujeres son las que escriben y producen programas y novelas. También las que hemos ido exigiendo un cambio en lo que se transmite, aunque todavía falta un largo camino por recorrer, cada vez existe mayor diversidad y equilibrio en nuestras pantallas, incluyendo personajes femeninos más creíbles y reales. Un ejemplo de esto es que en 1996 en las Olimpiadas de Atlanta, la NBC realizó una cobertura con noticias de interés y semblanzas de los participantes y se redujo la cobertura del boxeo, esto pensando en lo que nos interesa más a nosotras.

Se ha estado trabajando en tratar temas serios y los personajes de series de televisión como médicos y abogados, ya no son solo masculinos, ahora también son las mujeres participantes en estos roles, poniendo su habilidad femenina y sensibilidad, siempre su sexto sentido, sin pasar a personificar hombres en cuerpos femeninos.

Muchas de nosotras somos un ejemplo vivo de lo que estamos tratando de explicar, somos mujeres nacidas en las décadas de los 70 y 80, abriéndonos camino en un mundo en donde el hombre era amo y señor de todos los puestos en empresas importantes, grandes, medianas y chicas, en oficinas, en escuelas; ahora nosotras estamos participando con todo nuestro conocimiento y amor al crecimiento propio y también de nuestra familia y país.

Las mujeres involucramos nuestros sentimientos en cualquier cosa que emprendamos, es por esto, que somos más leales a nuestro lugar de trabajo o a lo que estemos desarrollando y desempeñamos una labor con mayor cariño.

Por lo tanto, lo que hacemos se refleja en entrega, pulcritud, buen manejo y el resultado esperado para nosotras mismas y para los demás.