Los Kurdos de Turquía son factor para la estabilidad del Medio Oriente

BENJAMÍN LAUREANO LUNA PARA ENLACE JUDÍO

Hay unos 30 millones de kurdos que “viven” en servidumbre, asesinados, encarcelados, perseguidos, bajo vigilancia y como “enemigos”. Residen en Turquía; Irán; Irak y Siria. Carecen de Estado propio. Comparten la misma identidad étnica, idioma, religión (suní). En la Edad Media ya existían.

Formaron parte del Califato de Saladino que conquistó Jerusalén. El Imperio Otomano los dominó. Intentaron su autodeterminación pero no la obtuvieron. Al concluir la Primer Guerra Mundial, los otomanos desaparecieron y el amplio territorio que poseían, el Kurdistán, fue fraccionado por los vencedores y eso aumentó la injusticia.

Turquía combate con las armas a 15 millones de kurdos y les aplica la guerra de “tierra quemada”, para expulsarlos a las montañas. La teocracia chiíta de Irán los combate, por ello se alinearon con la rebelión electoral de “cinta verde”, aplastada a sangre y fuego por el dictador Mahmud Ajmadineyad, apoyado por Rusia. Sadam Hussein los bombardeó con gas mostaza en Irak el 16 de marzo de 1988, pero el signo cambió al invadir EE.UU. a Irak en 2003, ya que se formó un Gobierno en Irak, en el que participan los kurdos y el Kurdistán Iraquí, es donde están los pozos petroleros y ellos por primera vez obtienen ingresos de su riqueza. En Siria forman parte de la oposición al dictador Al Asad y respaldan a los rebeldes de Alepo.

En 1978 el estudiante universitario Abdulá Ocalán, fundó el Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) y en 1984 se rebeló con las armas. En 1984 Ocalán tenía su refugio en Irak.

En junio de 1993 se efectuó en Viena, Austria, la Primer Cumbre Mundial Indígena y se llevó a cabo, además, el Congreso Mundial de Derechos Humanos de las Naciones Unidas. Por ser autor de la Doctrina de Autodeterminación Indígena, Benjamín Laureano Luna, fue el primer orador. Como en la asamblea de Derechos Humanos hubo irregularidades, Laureano y Xoconochtletl, organizaron con 200 indígenas mexicanos una manifestación de protesta, y antes de iniciar la marcha por las calles de Viena, se unieron a la protesta del Frente Internacional de Derechos Humanos, los kurdos, el Dalai Lama, chechenios, coreanos, argelinos, irlandeses y diversas etnias oprimidas. Más de diez mil manifestantes marcharon por las calles de Viena y cruzaron el Puente sobre el Río Danubio. En la ONU se suspendieron las irregularidades y al día siguiente funcionó a plenitud el Congreso. Esta marcha permitió conocer los problemas kurdos.

En todos los Estados hay minorías étnicas y lingüísticas bajo colonialismo interior. En los Estados Unidos donde viven cerca de 25 millones de mexicanos, hay legisladores y funcionarios del Gobierno de origen mexicano, que están reflejando la realidad étnica. En Israel hay dos partidos árabes con representación en la Knéset. Por el contrario, los kurdos han tenido que sufrir el sojuzgamiento milenario.

En 1998, por presión turca sobre Siria, Ocalán abandonó su base en ese País. Ocalán huyó a Nairobi, en Africa, pero los servicios de inteligencia occidentales lo detectaron y lo condujeron a Turquía, en donde fue sentenciado a muerte, que fue conmutada por prisión perpetua. Al llegar al poder el partido AKP., Recep Tayyip Erdogan, promovió reformas reconociendo Derechos Lingüísticos a los kurdos. En 2010 se realizaron negociaciones secretas en Oslo, pero fracasaron, reanudando los kurdos la lucha armada contra Turquía. En octubre de 2012, activistas kurdos llevaron a cabo una huelga de hambre, la cual fue suspendida por intervención del prisionero Ocalán y se iniciaron negociaciones entre Ocalán y el Servicio de Inteligencia de Turquía, que se encuentra encarcelado en la isla de Imrali, en el mar de Mármara.

El Presidente de EE.UU., Barack Obama, ha comprendido que los kurdos pueden jugar un gran papel para la estabilidad del Medio Oriente, más aún, que los rebeldes Kurdos de Siria, pueden llegar a ocupar un cargo en el futuro gobierno. Cuando Obama visitó Israel, impulso la reanudación de relaciones entre Israel y Turquía y dinamizó las negociaciones turcas con los Kurdos. Por ello el 21 de marzo, inicio del “Nevruz” (año nuevo kurdo), que se celebra en el equinoccio de primavera, unilateralmente, el prisionero líder del Partido PKK, Abdulá Ocalán -considerado el “enemigo público número uno de la República”- declaró:
“Vamos a hacer que se callen las armas, que el derramamiento de sangre de Turcos y Kurdos acabe. Este es un proceso por el que las Comunidades Kurdas y de Anatolia (Turquía) pueden vivir juntas en Paz.”

El júbilo estalló en Diyarbakir, Capital del Kurdistán Turco, ondeando su bandera rojo, amarillo y verde.

Ahora sólo falta que Erdogan cumpla y modifique la Constitución para favorecer la Autodeterminación Kurda.

El Frente Internacional de Derechos Humanos estará vigilante.