PETER KATZ PARA ENLACE JUDÍO
Quisiéramos saber quiénes fueron las víctimas de las matanzas perpetradas durante la Segunda Guerra Mundial. Tenemos datos en Yad Vashem de Jerusalem, que recibirán el título de “La Meguila”. Estas investigaciones están muy adelantadas y según pude averiguar ya están en el número “cuatro millones y pico”.
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Hay otros Centros de Documentación en varios países de la Diáspora. En Viena hay un equipo muy dedicado, que trata de realizar un enorme trabajo para averiguar que pasó con los 200 mil judíos que había en Austria en 1938. En París hay un Memorial con oficinas equipadas para recibir solicitudes de rastrear cualquier judío que haya vivido en Francia entre 1920 y la fecha de las deportaciones efectuadas por la policía francesa al Durchgangslager de Drauncy, enero – septiembre 1944.
En Berlín también hay un Memorial que ocupa toda una cuadra de la ciudad, en el que se pueden averiguar datos personales de los judíos alemanes, que pudieron salir a tiempo, y de los que fueron sacrificados en los Campos de Exterminio. Es un proceso doloroso, pero necesario.
Sobre la gran mayoría de las víctimas, nunca sabremos quienes fueron. Fueron Kadoshim.
En algunos casos mataron a tres generaciones: los abuelos, los padres y los hijos. Este hueco en nuestro conteo demográfico, no lo hemos podido cubrir hasta la fecha.
De los nombres que conocemos y de aquellos que faltan, sabemos que fueron buenos judíos, buenos seres humanos, quienes querían vivir su vida.
El millón y medio de niños asesinados, ni siquiera habían probado la vida.
Fueron seres humanos exterminados en lo que se conoce ahora como el mayor crimen que haya presenciado la humanidad.
Lo que hoy celebramos es la enorme capacidad del Pueblo Judío de reponerse a las tragedias que ha sufrido desde que los Ejércitos Romanos nos expulsaron de Judea en el año 140 de la Era Actual, para convertir a Eretz Israel en una colonia romana llamada Aelia Capitolina y que ya en aquel entonces pudiera ser llamada “Judenrein”.
