India: El exótico y maravilloso continente ( Tercera parte)

SALO GRABINSKY PARA ENLACE JUDÍO

Voy a hablar en este capítulo sobre la población de este enorme país, que como se pueden imaginar, es toda una experiencia. Aunque la piel de sus habitantes es morena, parecida a la de nosotros, los rayos solares crean una gama que va de un tono blanco casi europeo sajón, hasta un fuerte obscuro pero que no es racialmente similar a la gente en África del sur del Sahara. Y como la región fue colonizada o invadida por persas, árabes y mongoles el resultado es fascinante.

Lo que se ve en las calles, comercios y templos es la variedad de vestimentas que utilizan las mujeres indias (no musulmanas) de todas las clases sociales. El color y diseños de sus telas y la elegancia como portan los “saris” que son telas enrolladas de seda, algodón o mezclas las hace ver muy dignas. Otras usan un pantalón muy ligero y sobre el un camisón largo llamado Kurta y una pañoleta. Vimos igual a empleadas barriendo en estaciones de trenes, como señoras mayores con sus familias y jóvenes caminando y es el paraíso para tomar fotos, que por cierto en su inmensa mayoría aceptan posar con gusto y orgullo.

En el caso de los hombres la “moda occidental” de pantalón y camisa está muy extendida, aunque se usan las sandalias.

Sin embargo las vestimentas y turbantes además de los bigotes y barbas se ven todavía. En los más humildes una sábana de algodón enrollada es todo lo que usan, aunque, de acuerdo a sus religiones y status social, pueden tener unos turbantes muy vistosos y unos cómodos pantalones y camisas largas blancas que los mantienen frescos en la alta temperatura.

Las mujeres son recatadas en su vestir. Los grandes ojos de los niños y la sonrisa de la gente, dientes muy blancos en contraste con su color de piel son increíbles.

Lo incongruente es que esa elegancia y limpieza no se traduce en las calles de muchas ciudades que visitamos, incluyendo la capital, Nueva Delhi, con sus grandes avenidas y jardines de la era británica, están sin banquetas y el cascajo y basura se acumula y no vimos (tal vez excepto en Bangalore, la ciudad moderna e industrial al sur de India), que se manejen los desperdicios y la suciedad se acepta sin hacer algo. Lo mismo con el ruido constante de cientos de claxons de coches y otros vehículos que en nuestro país solo se oiría en un gran embotellamiento.

Los comercios son en su mayoría muy pequeños, con misceláneas y talleres de llantas en plena calle, vendedores ambulantes de frutas, comida india y de todo tipo de chácharas por todos lados. También en ciudades grandes hay Centros Comerciales o “malls” de super lujo con productos importados muy caros lo mismo que los vinos y licores.

Coches pequeños, algunos de lujo, y motocicletas hablan de un país en crecimiento. La economía ha bajado en los últimos años de un crecimiento envidiable del 8%-9% a un 5 % por la crisis mundial y porque el gobierno no ha ayudado y los bancos no prestan tanto.

Las empresas familiares abundan, empezando por dos grupos muy fuertes, los de Tata que producen y venden de todo y los hermanos Ambani, peleados hace ocho años, que están regresando a la normalidad con ciertas alianzas y proyectos conjuntos en el área de telecomunicaciones. Las empresas informales abundan y los vendedores de artesanías a turistas, como en todas partes, quieren matar víbora en viernes poniendo precios exorbitantes a ver quién cae. Es normal regatear a la mitad o menos el precio en cualquier tienda y comprar lo que quieres, pero les aseguro que ellos siguen ganando pero al menos nos tomaron el pelo de manera más discreta.

continuará…

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