RODICA RADIAN GORDON
La edición de este año introduce por primera vez el concepto del diseño joven, al cual está dedicado un pabellón.
Esta semana se inauguró en Tel Aviv la sexta edición de la Feria Tzeva Tarí (“Color fresco”) que es una iniciativa que da a conocer al público en general, así como a críticos y curadores de arte de diferentes países, a nuevos talentos israelíes. Entre los conceptos artísticos que la feria promueve se encuentran un “semillero” de artistas debutantes, una sección dedicada a proyectos sociales y el pabellón de obras invitadas.
Dentro del semillero de artistas debutantes, un comité, compuesto de doce expertos y artistas reconocidos, elige a cerca de 50 artistas para cada edición. El comité cambia cada año, con el propósito de garantizar que se exhiba una diversidad de estilos y asegurar que los debutantes tengan igualdad de oportunidades para ser seleccionados. Además, el comité elige cada año a un “artista prometedor”. La feria comisiona obras invitadas procedentes de una gran parte de artistas elegidos como “prometedores” en años anteriores y éstas se exhiben en el pabellón de “obras invitadas”.
La sección dedicada a proyectos sociales está constituida este año por dos proyectos abanderados:
La “carta postal secreta” dentro de la cual se venden obras originales anónimas de tamaño postal, por un precio uniforme. Solamente después de la compra se descubre al autor de la obra, quien puede ser un artista famoso o un debutante. Las ganancias están destinadas a becas para destacados estudiantes de arte, de familias de escasos recursos.
Animaciones y juegos con temas de héroes infantiles con capacidades diferentes. Las animaciones, desarrolladas y realizadas por artistas reconocidos, han ganado popularidad desde el comienzo del proyecto el año pasado. Su valor educativo es impactante, ya que a través de éstas el público cambia su visión acerca de la condición de dichos niños, sus atributos especiales y su habilidad de enfrentar dificultades.
La edición de este año introduce por primera vez el concepto del diseño joven, al cual está dedicado un pabellón. Para asegurar el alto nivel artístico de los diseñadores, este pabellón tiene un equipo de curadores dedicados al tema, provenientes de diversos museos e instituciones de diseño, tanto en Israel como afuera. La curadora de la feria, Yifat Gurion, expresó la esperanza de que de esta manera el campo de diseño reciba una “inyección de energía” de forma similar al efecto que tuvo la feria en el campo del arte contemporáneo, ya que en la feria se exhiben obras de jóvenes diseñadores experimentales. Asimismo, se espera que una feria común fomente la colaboración entre los artistas plásticos y los diseñadores.
La feria es un espacio que atrae a un público general que tiene la oportunidad de interactuar con los artistas, críticos de arte y gente del mundo de la cultura. Dado que esta edición contiene también la sección de diseño, la expectativa es atraer a un público más grande y diverso. El éxito sostenido de esta feria comprueba que las metas principales —de acercar al público al arte contemporáneo, así como que los artistas logren autosostenerse por medio de sus obras— estén por concretarse.
Fuente: El Excelsior
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