Bashar al Assad amenaza a Israel con una guerra de larga duración

BENJAMÍN LAUREANO LUNA PARA ENLACE JUDÍO

Bashar al Assad, dictador de Siria, al reunirse con opositores jordanos, manifestó que abandonará su actual táctica de disparos azarosos de mortero en contra de Israel en el Golán y, en lo sucesivo, aplicará una “resistencia calculada, meticulosamente planeada y de larga duración”, similar a la que Jizb Alláh aplica en el sur de líbano, según informó el diario libanés Al Akhbar.

Al Assad, envalentonado por el triunfo de sus aliadas tropas libanesas, mercenarias y terroristas de Jizb Alláh, al recuperar tierras sirias fronterizas cercanas a Líbano, que estaban en poder de sus opositores y, rearmado por Rusia e Irán, ahora pretende atacar a Israel, para transformar la actual guerra civil en su contra, en guerra patria que unifique a la oposición en lucha para expulsar al invasor extranjero (Israel) posesionado desde 1967 del territorio sirio de Golán.

Este nuevo enfoque le permitiría asegurar el poder y mantener intacta la cadena Irán-Siria-Hizb Alláh-Hamás para tener a Israel rodeado con un anillo de acero. El triunfo de la Revolución Siria sería la destrucción de esa cadena, la desaparición de la dictadura Assad y el restablecimiento de la Democracia y los Derechos Humanos del Pueblo Sirio.

Después de que el periódico libanés Al Akhbar dio a conocer las amenazas de Bashar al Assad, en Jerusalén, el Primer Ministro, Benjamín Netanyahu, dijo el 10 de junio a los diputados integrantes de las Comisiones de Defensa y de Exteriores de la Knéset (Parlamento): “quien amenace lastimar a Israel, será lastimado”.
Agregó: “Estamos observando un nuevo Oriente Medio en ebullición, furioso y muy volátil, especialmente en la frontera con Siria”.

Austria retiró 300 cascos azules de las Naciones Unidas que salvaguardan el Golán, desde 1967, el cese del fuego entre Siria e Israel. Rusia ofreció sustituirlos con soldados rusos, lo que le daría mayor poder en el Oriente Medio. Pero el Reglamento de las Naciones Unidas impide a las Cinco Potencias con facultad de veto en el Consejo de Seguridad, enviar tropas a las zonas en conflicto.