“A mis 90 años, si algún joven me pregunta sobre qué profesión elegir, le diré que hay una que está pasada de moda y obsoleta: la de los profetas. Un ejemplo claro es el sorprendente resultado de las elecciones en Irán. Nadie pensó que un candidato de las características del nuevo presidente ganaría con esa mayoría. El mundo está cambiando y, especialmente en nuestra región, nos levantamos cada día con una sorpresa”, declara a La Vanguardia el presidente de Israel, Shimon Peres.
Peres celebró su cumpleaños en Jerusalén el día 12 junto a personalidades como Tony Blair, Barbara Streisand, Sharon Stone, Robert De Niro y Bill Clinton, quien lo definió como “uno de los más grandes visionarios del mundo, que siempre mira más al futuro que al pasado”, y bromeó asegurando que Peres asistiría a su funeral.
Sandro Rosell y Xavier Faus, presidente y vicepresidente del Barça respectivamente, también estuvieron. En este nuevo mundo, el F.C. Barcelona, que es muy popular tanto en Israel como en Palestina, va a venir aquí en agosto. ¿Puede una organización internacional como esta contribuir, de algún modo, a lograr la paz? Mi respuesta es sí. Mire, los jugadores de fútbol son, tal vez, las personas más admiradas para los niños. Cuando veo al Barça o a jugadores de fútbol importantes llegar a algún sitio, los ojos de los niños brillan. El fútbol tiene un componente educativo; fue la primera actividad que rechazó el racismo. En el fútbol no juzgas a alguien por el color de su pierna, sino por la velocidad de ésta. Compites, tratas de ganar, pero nunca de matar. Por definición, los futbolistas son mensajeros de paz. Lo saben y cuando veo a jugadores intento invitarles a que vengan por nuestros niños, por la paz. Y, por cierto, el Barcelona lo hace realmente bien y demuestra una gran preocupación por la paz en Oriente Medio.
¿Cuáles son los logros que recuerda en su 90 cumpleaños?
Para mí sólo es ¿Qué es un cumpleaños? el anuncio de que te has hecho un año más viejo, así que no es un gran acontecimiento. Aunque nunca miro al pasado, así que mi orientación y sueños siguen mirando al futuro. Así que no importa lo que pasó. LLo que pasó, pasó, ya está superado, y ya no me merece ningún interés. Entrevistamos hace unos días a Amoz Oz, quien nos dijo que su bisnieta, que tiene tres años, le preguntó si ella iba a ser presidenta. (Ríe). No sabe exactamente lo que significa. Sabe que soy abuelo, y eso es un gran título, el que más quiero.
¿Qué le gustaría que ocurriera antes del fin de su mandato, en julio del 2014?
Es el fin de mi tiempo, no del de la nación, pero me gustaría ver cómo Israel se estabiliza en dos cuestiones. Por un lado la herencia, el fundamento moral, los diez mandamientos. Que tenga tanta historia y sea tan comprometida como los diez mandamientos. Por el otro, que galope tan deprisa como el caballo de la ciencia, que nunca llegue tarde y que, en su carril, y nunca pierda una nueva oportunidad. Creo que lo tenemos. Los diez mandamientos tienen 3.500 años y nadie ha cambiado el texto. Es el único documento que se mantiene en su texto original. En cuanto a la ciencia, no vamos mal, está en nuestro ADN. La gente me pregunta: ‘¿Cuál es la mayor aportación del pueblo judío?’, y mi respuesta es ‘la insatisfacción’. Un auténtico judío no puede estar satisfecho. ¿Por qué? P porque nacimos para mejorar el mundo, para hacerlo mejor, no para estar satisfecho con lo que ya existe, sino tratando siempre de avanzar un paso más en nuestro camino para ser mejores. Y esto es lo que hace que Israel esté tan orientado a la ciencia. La insatisfacción es la fuente de la creatividad. Eso es lo que me gustaría.Claramente, eEstos dos puntos pueden ser alcanzados por completo para lograr la paz con los palestinos, y espero que ocurra pronto.
Desde ese punto de vista es usted un buen judío…
Sí, claro; es una pérdida de tiempo (ríe). Acompañé a Ben Gurion a visitar una escuela. Les dijo que podían hacerle preguntas. Los niños, que tenían unos once años, le preguntaron: ‘¿Cuál ha sido el día más satisfactorio de su vida?’.
Él contestó: ‘¿Satisfactorio? ¿Satisfacción?¿Qué es eso? ¡Nunca he tenido un día satisfactorio!’. Y era un gran líder. Ha mencionado la paz con los palestinos.
Sé que habla regularmente con el presidente de la Autoridad Nacional Palestina y que se reunió hace poco con él en Ammán. ¿Qué está pasando realmente, señor presidente, y cómo lee usted el mapa?
Creo que tuvimos un punto de inicio en Oslo que se está diluyendo. Lo que empezó con Oslo no se ha mantenido. Por ejemplo, cuando llegamos a esos acuerdos, los palestinos no tenían ningunafuerzas de seguridad. Hoy, 30.000 jóvenes son los responsables del orden y de la lucha. ¡Es un gran cambio! Tienen una administración, construyeron una ciudad moderna. En la historia, el progreso es más importante que los acontecimientos. Si alguien grita es un acontecimiento, pero si construye una nueva ciudad, es un progreso. Y creo que Abu Mazen es un hombre serio, quiere la paz; no porque sea sionista, sino porque es palestino. Ellos necesitan la paz igual que nosotros. Porque la alternativa es sangrienta, una pérdida de vidas y de tiempo. No tiene ningún futuro, desfasada. Creo que las cuestionesque aún permanecen en el estadio inicial de Oslo y la salida acordada en Oslo de dos estados es viable y podemos superar esas diferencias.
Sé que es una pregunta muy israelí pero, ¿cómo puede Israel lograr un acuerdo cuando, de facto, existen dos Palestinas, las fronteras están que arden y hay una fuerte islamización del mundo árabe? ¿Es posible lograr un acuerdo en estas circunstancias?
No estoy seguro de que su descripción sea correcta. Hay, más o menos, unos 350 millones de árabes, de los cuales 99 millones ya tienen acceso a internet, tienen ordenador. Ser musulmán no es incompatible con ser moderno, así que no es sólo islamización, sino también cientificación. Y no nosotros, sino un mundo nuevo motiva a los árabes a construir un nuevo mundo árabe. Creo que muchos árabes han llegado a la conclusión de que el terrorismo y los fanáticos están destruyéndoles, dividiéndoles. Incluso en Gaza existen cuatro organizaciones terroristas distintas y Hamas les está pidiendo: ‘Por favor, comportaos”. En Siria, en Iraq, en Yemen… en cualquier sitio hay víctimas de su propio terrorismo. El terrorismo es un peligro para el mundo árabe, incluso más que para cualquier otro. Así que estoy observando los acontecimientos no sólo leyendo las noticias.
El secretario de estado norteamericano, John Kerry, ha estado aquí cuatro veces en dos meses. ¿Cómo puede él tener éxito en el mismo terreno donde otros fracasaron tantas veces?
Porque más y más gente quiere deshacerse del fracaso. El principal problema, hoy en día, para la paz es más el escepticismo que las diferencias reales. Creo que, si él puede inyectar esperanza y optimismo, tal vez pueda cambiar la situación. El secretario Kerry está muy concentrado en Oriente Medio, mientras que la secretaria Clinton miraba la política exterior desde un punto de vista global. Creo que Kerry ha querido concentrarse en un punto. Nuestras relaciones con Estados Unidos están justificadas como para permitirle que desempeñe su papel y que nosotros respetemos la amistad estadounidense como debemos.
La iniciativa árabe de paz propone a Israel mantener relaciones diplomáticas con 22 países árabes. ¿Cómo puede ser que ningún gobierno israelí, desde que se propuso por primera vez hace once años, haya dado una oportunidad a esta opción?
En los periódicos pude leer que el 73% de la gente no conoce la iniciativa árabe de paz y creo que una de las tareas de gente como yo es hacer que sepa que existe esa opción. Y ese es un cambio real, ya que durante muchos años los árabes creyeron en la guerra y ahora están desilusionados con la guerra, de la misma forma que empiezan a estarlo con el terrorismo. Así que es un cambio serio y creo que tenemos que respetar la iniciativa, observar su profundidad. Y con profundidad me refiero a la transformación de una orientación probélica a otra propaz. En su opinión, la iniciativa árabe es muy positiva… Sí, es positiva. No tenemos que aceptar cada punto que ellos digan, pero el cambio general es de gran importancia, y lo digo públicamente.
¿Y ve usted a este Gobierno, y al primer ministro, Beniamin Netanyahu, pagando un mínimo precio por las demandas palestinas para lograr un acuerdo?
No sé lo que es mínimo y lo que es máximo, sé que tenemos que encontrarnos en un punto medio. Sé que ambos tenemos que hacer movimientos para encontrar un lugar común y creo que es posible. Déjeme decirle, ya que ha dicho que soy un hombre mayor y una persona con experiencia: eEn cada gobierno hay un socio silencioso que tal vez no tenga voto, pero puede ser más importante que cualquier otro miembro del gobierno. Y su nombre es realidad. No creo que un gobierno pueda cambiar la realidad más de lo que la realidad cambia a los gobiernos. Así que no mire sólo al gabinete, mire el momento. No puede obviarlo. Esta es una nueva era; la era de un mundo global; la de la ciencia, en la que los ejércitos no pueden desempeñar un gran papel. Los ejércitos no pueden conquistar la ciencia, la policía no puede arrestar las innovaciones, nadie puede poner fronteras, nadie puede dar órdenes, nadie puede hacer previsiones.
Ahora hay un nuevo Papa, Francisco. Sé que usted ha estado en Sudamérica y tiene contacto con Argentina. ¿Cómo puede contribuir él, de algún modo, a la paz en Oriente Medio?
Stalin preguntó cuántas divisiones tenía el Vaticano. No muchas. Stalin sí tenía muchas. ¿Qué le ocurrió a Stalin y qué le ocurrió al Vaticano? Creo que la fuerza moral y su influencia son herramientas políticas importantes y me gustaría ver a todos los líderes religiosos ir a una y decir: ‘Matar no es una orden de Dios. El terrorismo va en contra del cielo’. Tienen que condenar el terror en nombre de la religión. Han facilitado que la gente esté junta a pesar de sus diferencias, porque hoy vivimos en un mundo de diferencias, no de igualdades. Los líderes religiosos tienen una gran influencia, un gran impacto y el Papa actual es un representante nato de los sentimientos profundos de la gente. Aparece en sus ojos como un hombre modesto, tal como les gustaría ver a un líder. La modestia es parte de su naturaleza, no sólo parte de su filosofía.
Está muy preocupado por Irán. La pregunta es: ¿Qué llegará antes a Irán, la bomba nuclear o una primavera política?
La lucha está ahí. El presidente de EE.UU. anunció un incremento de las sanciones y no porque le encanten las sanciones, sino porque prefiere las sanciones al derramamiento de sangre. Los iraníes están siendo advertidos, de forma clara, de que es mejor dejar de amenazar la paz de otros pueblos, la paz del mundo, escuchando sus demandas. De lo contrario, se están entregando a una verdadera catástrofe.
Durante un tiempo estuvo interesado en la nanotecnología. Ahora lo está en la investigación del cerebro. ¿Qué le hizo cambiar?
La nanotecnología alcanzó su objetivo y ahora Israel está entre los países punteros en nanotecnología, así que mi papel está agotado, no el de la nanotecnología. Hicimos un enorme esfuerzo, recaudamos mucho dinero, lo entregamos a universidades e institutos y ahora Israel se encuentra en una muy buena posición. Pero ahora le contestaré de un modo más amplio: el mundo se está convirtiendo en ingobernable, ya que los gobiernos no pueden controlar ni la economía ni la seguridad. La economía ha pasado a ser global y afecta a todos los gobiernos, no los gobiernos a la economía. La seguridad ha pasado a ser global porqué el terrorismo no está bajo el control de ninguna nación. Así que el mundo está empezando a ser ingobernable y me pregunté a mí mismo, de un modo filosófico: ‘¿Qué debería hacerse para introducir un modo razonable de administrar nuestra vida, nuestra seguridad, nuestra paz?’. Y puedo ver la combinación de tres esfuerzos: los gobiernos nacionales se encargarán de ser el proveedor de la vida diaria; las compañías multinacionales asumirán el riesgo de introducir investigación e innovación –tienen el dinero para ello–, pero después tenemos a los individuos. Algunos de ellos son malvados, sádicos, fanáticos…
¿Qué podemos hacer?
La respuesta es que el instrumento más glorioso del mundo es el cerebro humano. Nos capacita para crear cerebros artificiales, pero no nos permite entender nuestro propio cerebro. Está sobre nuestros hombros, toma decisiones por nosotros pero no sabemos quién lo hace, cuáles son los motivos. Así que la principal esperanza es explorar el cerebro y hacer que las personas elijan, no supliquen. Que tú puedas tomar las decisiones y no ser sólo una víctima de ellas. Si cada hombre tuviera la oportunidad de decidir, por ejemplo, si quiere ser feliz o infeliz, ¿qué decidiría? Si quiere ser moderado o extremista, ¿qué decidiría? Creo que la civilización comenzó cuando fue introducido un instrumento muy primitivo: el espejo. Antes del espejo la gente no se cortaba el pelo ni las uñas. Si se tiene un espejo, todo el mundo se lava cada mañana, sin gobiernos y sin órdenes. Si tuviéramos un espejo para nuestro cerebro de la misma forma que tenemos un espejo para nuestra cara, la gente se cortaría las uñas.
Fuente:lavanguardia.com
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