El 20 de agosto de 1940 el revolucionario León Trotski sufrió un atentado en su propia casa de Coyoacán, un estalinista de origen español le encajó un pequeño pico de alpinista en la cabeza lo que lo dejó en coma y al día siguiente falleció.
Lev Davídovich, mejor conocido como León Trotski, llegó a México el 9 de enero de 1937 luego de ser exiliado de la Unión Soviética.
Un hombre tan valiente e inteligente fue derrocado por confiar en el “novio” de una de sus asistentes.
Silvia Ageloff, era secretaria de Trotski y estuvo a su lado desde que éste residió en Nueva York donde era colaborador para un periódico ruso. Fue ahí donde Ramón Mercader o Jacques Mornard (asesino de Trotski) buscó a Silvia y empezó a armar su plan, la idea era enamorarla para estar lo más cerca posible de Trotski.
Cuando llegaron a la Ciudad de México, Jacques seguía de cerca los pasos del revolucionario, pues ya mantenía una relación con Ageloff.
Con la confianza de Silvia y del mismo Trotski, el sujeto logró acercarse cada vez más a su enemigo.
La noche del 20 de agosto de 1940, Jacques (que en realidad era un agente de la NKVD soviética) le pidió al creador del Ejército rojo que leyera un texto que había realizado, quería su opinión al respecto.
Al estar cerca aprovechó para encajarle el piolet en la cabeza. El pequeño pico de alpinista lo hirió en forma letal, Lev Davídovich o León Trotski cayó en coma y no logró recuperar el sentido, al día siguiente murió.
Ramón Mercader o Jacques Mornard fue detenido tras el asesinato, juró que lo hizo por celos y durante algún tiempo logró esconder sus verdaderos motivos, pero después se supo que Stalin había dado orden de asesinar a Trotsky, se valió de dos comunistas españoles, Caridad y Ramón Mercader (madre e hijo), para llevar a cabo el plan.
León Trotski llegó a México, gracias al apoyo del pintor Diego Rivera, también con la valiosa ayuda del presidente Lázaro Cárdenas quien le concedió asilo político.
El 9 de enero de 1937, llegó al puerto de Tampico y fue recibido por Frida Kahlo y Diego Rivera, de ahí lo trasladaron a la Ciudad de México a bordo del tren presidencial. Vivió en la Casa Azul de Frida y Diego en Coyoacán, hasta que hubo una ruptura política en 1939.
En ese año, cambió su residencia a la Calle de Viena también en Coyoacán, donde vivió hasta el día de su muerte. En esa casa, Trotski sufrió dos atentados, el primero de ellos ocurrido en mayo de 1940. Durante la madrugada del día del atentado, un comando de 20 hombres armados comandados por Leopoldo Arenal Bastar, y entre los que se encontraba su cuñado el pintor David Alfaro Siqueiros, logró penetrar a la casa con la complicidad de Robert Sheldon Hart, un guardaespaldas de Trotski que era un doble agente.
Los intrusos dispararon cerca de 400 tiros con armas de grueso calibre. El propio Siqueiros disparó contra el lecho donde supuestamente dormían Trotski y su esposa Natalia Sedova, sin lograr asesinarlos, pues lograron pertrecharse junto a una pared, al lado de su cama. Los guardias de Trotski repelieron a los intrusos y estos tuvieron que huir sin lograr su cometido.
Fuente:excelsior.com.mx
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