Parashá de la semana/ Parashá Kitabo 5773

JAIME LEVIT PARA ENLACE JUDÍO

“Y sucederá que cuando entres a la tierra que el eterno te entrega en herencia, tomes posesión y te asientes en ella, deberás tomar de lo primero de todos los frutos del suelo que aporte tu tierra que el eterno, tu D-s, te entrega. Los pondrás en un cesto e irás al lugar que el eterno, tu D-s, escoja para hacer residir”.

En esta Parashá, Moisés nos instruye a apreciar lo que Hashem hace por nosotros. Aquí nos hereda una tierra y cuando entremos en ella nos debemos establecer, cultivar y traer las primicias al templo. La mitzvá consistía en traer lo mejor de la cosecha, después de tanto esfuerzo de arar, regar y cuidarla; de traer una ofrenda. Que todos participemos como un equipo, el pueblo judío no es un conjunto de entidades independientes sino una estructura completa.

Nosotros debemos recordar a cada una de las personas donde quiera que estén. Nuestros logros personales son realizados por la preocupación por toda la comunidad. De lo contrario, sin tal preocupación por los otros, nuestros propios logros son virtualmente inútiles.

Habla también sobre las leyes de los diezmos. Sobre la proclamación de las bendiciones y maldiciones.

Por un lado se habla de bendiciones, si hacemos lo que Hashem ordena, pero por otro lado si no se escucha la voz del eterno: “Entonces vendrán sobre ti todas estas maldiciones y te darán alcance”.

Y por otro, da una lista larga sobre maldiciones: hambruna, enfermedad, sequía, exilio.

Moshé recuerda a la gente que son el pueblo elegido por Hashem y que a su vez ellos lo han elegido a él y concluye diciendo que solo hoy a 40 años de su nacimiento como pueblo “alcanzaron un corazón para saber, ver y oídos para escuchar”.