Se deben evitar matanzas con armas de destrucción masiva

BENJAMÍN LAUREANO LUNA PARA ENLACE JUDÍO

3 de septiembre.-Bachar al Assad tiene uno de los arsenales químicos más importantes del mundo. Le Journal de Dimanche informó el 1 de septiembre de 2013 que Siria dispone de más de mil toneladas de sustancias químicas para la guerra, así como de precursores. Tiene toneladas de iperita (gas mostaza), de VX, el elemento químico más tóxico que se conoce y gas sarín.

Tiene plantas de producción de gases tóxicos en Al-Safir (cerca de Alepo), en Homs y en Latakia, en la costa mediterránea.

El Secretario de Estado de EE.UU., John Kerry, informó el viernes 30 de agosto, que al Assad colocó el 21 de agosto las cargas químicas en cohetes de artillería Grad, al bombardear y gasear a la población civil de los suburbios de Damasco, muriendo 1,600 personas y de ellas más de 400 niños.

Kerry dio a conocer que los EE.UU. poseen muestras de sangre de los sirios gaseados, así como muestras de pelo de las víctimas, en los que el análisis químico de laboratorio comprobó la existencia de restos del gas tóxico sarín.

El uso de gases venenosos en contra de la población civil, es signo de desesperación de Bashar al Assad para recuperar territorio en poder de los insurgentes, que se encuentran en los suburbios de la Capital de Siria, Damasco.

Pero al mismo tiempo los gases tóxicos son señal de que se inicia el uso de armas de destrucción masiva, para crear terror entre los sirios y advertir a Israel, Turquía, Jordania y a otros, que al Assad está dispuesto a todo.

Las autoridades sirias repitieron un aforismo: el que se está ahogando no le tiene temor al agua.

Médicos Sin Frontera, Organización No Gubernamental francesa, acudió de inmediato a Guta Occidental, en los suburbios de Damasco, cuya población civil fue afectada por el ataque con gases químicos sufrido el 21 de agosto de 2013, en donde se contabilizaron 1,429 muertos y más de 3,000 heridos. Examinó 355 muertos observando que tenían espuma en la boca; dilatación en las pupilas y signos de asfixia.

Obtuvieron los médicos muestras de sangre de muertos y heridos, muestras de pelo, piel, vómitos y tierra del suelo y en el laboratorio se localizó la presencia de sarín, gas creado en 1938 cuando se investigaba pesticidas, más tarde fue producido por los nazis en la Segunda Guerra Mundial con el nombre de “sustancia 146”.

El sarín fue usado por los nazis para perpetrar el genocidio que exterminó a millones de israelitas en Europa y también para exterminar soviéticos cuando Hitler invadió a la URSS. Sadam Hussein, dictador de Irak, usó gas sarín en contra de los kurdos, al finalizar su guerra en contra de Irán, bombardeando la población de Halabja, causando 5,000 muertos.

Terroristas budistas de la secta “la verdad suprema”, lo usaron en Japón en 1994, en el barrio residencial de Matsumoto; en 1995 agredieron a los pasajeros del Metro de Tokio, al dejar dentro de los vagones, bolsas con gas sarín, las cuales perforaron con paraguas y huyeron, originando 13 muertos y 5,000 heridos generándoles espasmos, moqueo, lagrimeo, vahídos, convulsiones, parálisis muscular, incapacidad para respirar por toxicidad nerviosa que culminó en asfixia.

En 1925, después de la Primer Guerra Mundial, en que se utilizaron gases venenosos, se prohibió el uso de armas con gases tóxicos.

El artículo 51 del Primer Protocolo Adicional a los Convenios de Ginebra de 1949 relativo a la protección de las víctimas de los conflictos armados internacionales, de 8 de junio de 1977, prohíbe los “ataques indiscriminados” en contra de la población civil, denominados así porque “no están dirigidos contra un objetivo militar concreto”; o “los que emplean métodos o medios de combate que no pueden dirigirse contra un objetivo militar concreto”; o “los que emplean métodos o medios de combate CUYOS EFECTOS NO SEA POSIBLE LIMITAR…..(que) “pueden alcanzar indistintamente a objetivos militares y a personas civiles o a bienes de carácter civil.”

Los gases venenosos se dispersan en el aire, son arrastrados por los vientos y en el caso del gas sarín, por ser más pesado que el aire, tiende a descender y alojarse en sótanos, por ello, los que se protegen del bombardeo metiéndose a sótanos, en estos lugares son victimados por este gas asfixiante. Al ser impulsado por las corrientes de vientos, envenenan cultivos y aguas. Por ello se considera que las armas químicas y biológicas no pueden ser limitadas en sus efectos.

Después de la ONG Médicos Sin Frontera, llegó a Damasco una Misión de las Naciones Unidas, encabezada por el danés, Ake Sollström, para investigar en forma independiente el ataque con gases químicos. Los técnicos de la misión se dirigieron al suburbio denominado Guta Occidental, de Damasco, pero un franco tirador disparó contra un vehículo de la Misión de la ONU, lo que obligó a los técnicos a retornar a la Capital de Siria, para cambiar de vehículo y, luego, con riesgo de su vida, retornaron a Guta, en donde examinaron los cadáveres, fueron a tres hospitales a examinar a los heridos, obtuvieron muestras de sangre, piel, pelo, orina y de la tierra del lugar, conversaron con los heridos y con testigos, redactaron actas y salieron de Siria. Los estudios de laboratorio tardarán semanas. Los resultados se entregarán al Secretario General, Ban Ki moon, el cual los hará llegar al Consejo de Seguridad.

En 1997 entró en vigor la Convención de las Naciones Unidas prohibiendo el uso de gases venenosos en la guerra y en contra de la población civil

En 2005 la Asamblea General de las Naciones Unidas adoptó un acuerdo promoviendo el Deber de Proteger a la Población Civil.

Este es el deber que invocan Estados Unidos, Francia, Inglaterra y otras naciones, cuyos gobiernos se consideran obligados a castigar a Bashar al Assad, dictador de Siria –sostenido por Rusia, Irán y China-, por hacer uso de gas sarín en contra de su propio pueblo para imponerle el terror, exterminando indiscriminadamente a los opositores que combaten su dictadura. Si Assad es castigado, otros dictadores no se atreverán a masacrar a sus propios pueblos, y por el contrario, si nada se hace, los dictadores tendrán luz verde para actuar. El castigo debería llevarlo a cabo una Coalición de Estados, pero ésta ha sido detenido porque:

El Parlamento Inglés acordó no autorizar al Primer Ministro, David Cameron,a participar en la coalición de castigo.

El Presidente Obama, dispuso consultar al Congreso, acerca de la intervención armada de EE.UU. en contra de Siria. El Senador Lindsey Graham expresó: “Si no acertamos con Siria, está claro que Irán va a entender bien el mensaje”. Si el Presidente es respaldado por el Congreso su voz será muy potente.

Los servicios secretos de Francia dieron a conocer un informe clasificado, en el que se afirma que la matanza de sirios con armas químicas, la ejecutó el ejército sirio, para recuperar terreno que está en manos de rebeldes; fue un ataque masivo, bien coordinado, utilizando cohetes de fabricación industrial, circunstancia que está fuera de posibilidad en los rebeldes. Voz centrista pidió que la operación de castigo en contra de Siria, se haga después de que las Naciones Unidas rindan su informe técnico sobre el gaseo venenoso en Damasco La Asamblea Nacional Francesa se mueve para presionar al Presidente Francois Hollande a que sea el Poder Legislativo el que opine y decida la actuación de Francia.

En tanto que Siria, desesperada, pidió al Secretario General de la ONU, Ban Ki moon, que asuma sus responsabilidades e impida una agresión contra Siria, avanzar hacia una solución política y pacífica de la crisis. Instó al Consejo de Seguridad a mantener su papel de válvula de seguridad para impedir el uso absurdo de la fuerza. EE.UU. debe patrocinar la Paz en unión de Rusia, y preparar la Conferencia Internacional sobre Siria. De lo contrario hay riesgo de una guerra regional; Medio Oriente es un barril de pólvora, un ataque a Siria, hará estallar al barril y eso favorece a Al Qaeda; los responsables del uso de armas químicas son los grupos apoyados por EE.UU.

Rajaa Nasser, Miembro del Consejo de Coordinación Nacional, dijo que la amenaza de EE.UU. de intervenir con las armas en contra de Siria, surge de los intereses de Washington y de la necesidad de proteger la seguridad de Israel, su principal aliado en la región.

El Ministro de Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, ha dicho que los rebeldes fueron los que llevaron a cabo el ataque químico el 21 de agosto en Damasco. Recordó que tanto el propio Lavrov, como el Secretario de Estado, Kerry, acordaron convocar una Conferencia de Paz sobre Siria que debe realizarse en Ginebra, Suiza.

El Grupo G-20 se reunirá en San Petersburgo, Rusia, en septiembre, en donde es posible que negocien los Presidentes Putin-Obama.

Todo esto sirve de unidad de medida a Israel, para determinar ¿qué harán las Grandes Potencias, en caso de peligro a su Seguridad e Independencia?. ¿Actuarán con rapidez o pedirán autorización a sus Congresos?

Lo que no hagamos nosotros mismos por Israel con rapidez, otros no podrán hacerlo.