Crónicas Intrascendentes. Parte LXXVI

LEÓN OPALÍN PARA ENLACE JUDÍO

Tristeza del Alma

El pasado 4 de octubre falleció mi sobrina Davna, víctima de cáncer. Por su juventud, 43 años, y en virtud de que deja en la orfandad a 4 niños, su muerte causó gran consternación entre familiares y amigos. A la levaye (entierro) concurrió un gran número de personas que mostraban un profundo dolor en sus rostros. Mi sobrino Víctor, hermano de Davna, estaba deshecho y su familia muy acongojada, tenían una estrecha relación con la de Davna. Les llevará mucho tiempo y gran dolor superar este trance tan difícil al igual que a Uri, el esposo de Davna. Dios tendrá que ser misericordioso para que los niños sufran lo menos posible. Yo viví una experiencia similar hace 40 años, cuando falleció mi primera esposa y tuve que sacar adelante a mis hijos de 8 y 6 años, respectivamente. Al final de cuentas el hombre está diseñado para enfrentar situaciones muy complejas.

En el ámbito de lo cotidiano, los judíos siguen viviendo un entorno adverso al incrementarse las acciones antisemitas en el mundo. En México, en donde el fenómeno antisemita no se ha extendido, cobra relevancia actualmente, alentado principalmente por grupos de la izquierda anacrónica que existe en el país, y que adquiere fuerza con la crisis económica, y con la ayuda del Islam radical que en el presente enfoca su destructiva ideología de manera relevante a Latinoamérica, logrando que la población local, con profundas raíces católicas, exteriorice viejos prejuicios antisemitas derivados en los pulpitos de las iglesias.

En este contexto, la semana pasada mi esposa asistió a una comida con unas amigas del club deportivo del que somos miembros, la cual realizan cada mes o dos meses. Una de ellas, dedicada a las actividades empresariales, comentó, ingenuamente que su hermano, de profesión arquitecto, está construyendo viviendas en Santa Fe, pero que tenía alguna dificultad para venderlas en ese mercado en virtud de que había compradores que “no querían vivir con judíos”.

Otra, supuestamente amiga, añadió, a sabiendas de que mi esposa tiene una familia judía, que los compradores tenían razón “porque saben como son los judíos”; mi esposa le reclamó con vehemencia esa afirmación, recibiendo como respuesta que su enojo no iba a cambiar la actitud de los judíos y la aversión que les tiene la población, y una tercera “amiga” dijo que ella había trabajado con judíos y eran explotadores. Mi esposa dijo que no se puede generalizar la conducta de cierta parte de la colectividad judía a todos sus integrantes y que los mexicanos, en particular, nos caracterizamos por ser bastante explotadores, empezando con nuestras empleadas domésticas, haciéndoles ver que esas actitudes prejuiciosas son fruto de la ignorancia, y qué decir de lo racistas que son una parte de los mexicanos que califican a sus congéneres como indios y nacos.

De alguna manera, las prejuiciosas “amigas antisemitas” se percataron del error que habían cometido en cuanto a “atacar” a judíos frente a mi esposa, aunque ello no necesariamente las libera de sus ideas sobre los judíos. Mi esposa abandonó anticipadamente la reunión.

En este ámbito, recuerdo que mi exjefe en el Banco donde trabajé y buen amigo, practicante de la fe católica, de elevados principios morales, me expresó en alguna ocasión, que él no entendía, y mucho menos justificaba el antisemitismo de los cristianos; Jesús nació y murió como judío, “las raíces y principios del cristianismo están en el judaísmo, esto es lo que la semana pasada el Papa Francisco declaró en una carta abierta a Eugenio Scalfari, prominente italiano y editor del periódico Liberal la República; “nosotros hemos redescubierto que el pueblo judío es todavía para nosotros la raíz sagrada desde la cual Jesús germinó”; “a través de terribles pruebas que han experimentado los judíos en siglos, han mantenido su fe en Dios y son ejemplo para los cristianos; un cristiano no puede ser antisemita, para ser buen cristiano es necesario entender la historia y las tradiciones judías”.

La iglesia católica tradicional ha conformado barreras discriminatorias frente a las personas que no se apegan a sus leyes y las excluye, porque “eso va en contra de las buenas costumbres”; en este sentido, el periódico el Financiero consignó en un artículo publicado el 4 de octubre pasado, que ha constatado que en algunos estados de la República existen colegios donde no solo se niega el ingreso a hijos de parejas homosexuales, sino también a los de madres solteras o de divorciados; incluso en algunas escuelas “el profesorado ha tenido actitudes de hostigamiento hacia alumnos que muestran una tendencia homosexual, sin que las autoridades educativas hayan intervenido”.

El anterior Papa Benedicto XVI, antes prefecto de la Congregación de la Doctrina de la Fe, lo que fuera la Santa Inquisición, no hizo nada por erradicar este tipo de situaciones que remontan a la Edad Media. Por el contrario, el Papa Francisco ha convocado al Consejo de Cardenales “para reformar los cimientos del clero”; él ha dicho que “los jefes de la Iglesia son una vergüenza del papado y que han sido narcisistas y adulados por sus cortesanos. La corte es la lepra del papado”.

El Papa está convencido de la dificultad que existe para hacer valer nuevos métodos, “con prudencia, empero, con firmeza y tenacidad; la Iglesia tiene que volver a ser una comunidad del pueblo de Dios”; asimismo, el Papa ha enfatizado que “tiene la humildad y la ambición de llevar a cabo el camino de la Iglesia hacia la modernidad”. Si lo logra, ayudará a sus fieles y por extensión los libera de los absurdos prejuicios que una gran parte tienen sobre los judíos. Si su tarea da frutos, mi esposa podrá disfrutar de paz en sus comidas con sus amigas; no obstante, los ataques que recibe la judeidad no sólo provienen de la Iglesia, existen muchos frentes que tendrá que enfrentar.