El fundamentalismo islámico y la democracia

LEÓN OPALÍN PARA ENLACE JUDÍO

Enlace Judío México | La llama se aviva en los diferentes frentes de guerra del Medio Oriente, particularmente en los conflictos de Siria y Egipto. En Siria el Acuerdo entre Rusia y EUA, secundado por las Naciones Unidas y aceptado por el presidente Bashar el Assad (BA) para destruir el arsenal de armas químicas que posee este último, evitó una intervención armada de tropas extranjeras en Siria, sin embargo; los combates entre el Ejército sirio y los rebeldes que se oponen al régimen de BA no han perdido intensidad. Crecen los enfrentamientos en los que cobran fuerza los extremistas del Frente Nostra y del Estado Islámico de Irak y Levante, ligados a Alqaeda que buscan derrocar a BA.

En este ámbito, preocupa a Occidente el impacto del extremismo entre los rebeldes que rompieron con la Coalición Nacional Siria, apoyada por Occidente y la creación de un frente islamita, que influido por Alqaeda, percibe a Siria no solo como un campo de batalla para destituir a BA, sino como un escenario de guerra en donde se entrenan terroristas de varios países del Medio Oriente que en el futuro próximo podrían constituirse en una fuerza liberadora de Palestina. Entre estos combatientes extremistas aumenta el número de árabes israelíes que participan al lado de Alqaeda en Siria; algunos analistas explican este fenómeno por el deterioro que estos últimos experimentan en su nivel de vida ante las dificultades que enfrenta la economía de Israel y que ha significado, entre otras cosas, el recorte de diferentes ayudas que les otorga el gobierno israelí. Asimismo, los palestinos de Samaria y Judea empiezan a involucrarse en la guerra de Siria, y con gran audacia, han incrementado sus acciones terroristas en Israel.

Cabe destacar que, por otra parte, los fundamentalistas islámicos, por diversas razones, están atrayendo a ciudadanos Occidentales, convertidos al Islam, a su Guerra Santa. En este sentido, existen evidencias de que en el reciente atentado a un centro comercial en Kenia, participaron terroristas occidentales conversos al Islam.

En este contexto, México por su cercanía geográfica a EUA y la amplia permeabilidad de sus fronteras, se ha vuelto en un importante eslabón de los grupos terroristas islámicos; sin embargo, por razones políticas y de seguridad, la prensa nacional casi no difunde hechos vinculados con el ingreso de estos grupos a la República; se estima que en el Estado de Chiapas se concentran 200 militantes de origen sirio pertenecientes al grupo terroristas Alshabbad.

Por otra parte, en Egipto el entorno está que arde. El golpe de Estado de los militares que depuso y encarceló al presidente Morsi, elegido democráticamente hace más de un año como candidato de la extremista Hermandad musulmana, no ha traído la paz a ese país. La mitad de la población sigue apoyando a Morsi quien pretendió implantar dictatorialmente la Saharia (Ley Islámica) en Egipto.

El Ejército ha reprimido severamente a los Hermanos Musulmanes causando miles de muertos y heridos entre estos últimos, diferentes zonas del Cairo, Alejandría, Suez y Asuán se han convertido en campos de batalla, de paso los cristianos coptos han sido atacados por los extremistas musulmanes quienes han incendiado sus iglesias.

La Junta Cívico Militar, ligada al antiguo régimen del presidente Mubarak y que como líder en el poder tiene al Ministro de Defensa Abdul Alsisi ha excluido a la Hermandad Musulmana del proceso político. La Corte del Cairo prohibió en septiembre pasado a los Hermanos Musulmanes realizar cualquier actividad en Egipto y ordenó el embargo de sus fondos.

EUA decidió aplicar a Egipto una “tibia” sanción económica a mediados de octubre pasado; se trata del congelamiento de ayuda militar por 260 millones de dólares, la quinta parte de los 1,300 millones del total anual que le otorgará en el 2014 “hasta ver cuál es el verdadero rostro del nuevo régimen temporario”, Israel reaccionó contra esta medida a favor del Cairo, para dejar en claro que el recorte en la ayuda económica es un error estratégico, ya que a la larga va contra los propios intereses de EUA en la región; Israel pidió a EUA que no interfiera en la lucha antiterrorista que lleva a cabo el régimen de Al-Sisi en el Norte de la Península del Sinai y otros lugares en donde actúan elementos de Alqaeda y otros grupos Salafistas de la Yihad Mundial, con Hamas como aliado en la Franja de Gaza; Israel advirtió a EUA que no tiene que dejar que Al-Sisi busque financiamiento alternativo en los emiratos del Golfo Pérsico o en Arabia Saudita; este último país mencionó que “están cansados de la administración Obama, al considerar que no está tomando muy en cuenta a sus dos grandes aliados árabes en la zona: Arabia Saudita y Egipto”.

La Hermandad Musulmana es un movimiento antidemocrático, incluso tradujeron al árabe el libro “Mi lucha” de Adolfo Hitler, que utiliza un discurso demagógico de igualdad. Es profundamente estadounidense y anti israelí; la expansión de la Saharia en el Medio Oriente, constituye una amenaza no solo para la región, sino para la democracia en general.