Alejandro Paniagua, la escritura como exorcismo

ENRIQUE RIVERA PARA ENLACE JUDÍO

Enlace Judío México | Lo menos que podría yo pensar de un hombre de barba, pelo largo y no una, sino dos arracadas, una en cada oreja, es que se trataría de un hombre “curioso”, por decir lo menos. Dicho calificativo lo cambié en cuanto tuve la oportunidad de sentarme y entrevistar al autor de “e sin acento” y “Antipsicóticos” (ambos bajo el sello Plaza y Valdés), a uno más exacto “interesantísimo”.

Alejandro, de verbo muy ameno, sorprende con su sinceridad y franqueza. En los primeros minutos ya nos comentaba que la literatura, desde su niñez de epilepsia y otros males neuronales, lo ha acompañado sirviéndole no sólo de distracción sino también de bálsamo.

Este joven, cuya obra “e sin acento” ya ha sido distinguida con un premio por la Universidad Autónoma del Edo. de México, presentará dos obras en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara.

Su segunda obra, reflejo de un mal diagnóstico o de un imprudente comentario por parte de un galeno, fue un “clavado” profundo al mundo de los remedios contra los trastornos mentales. Alejandro llegó a ocuparse demasiado en la novela, al punto que hizo peligrar su matrimonio y perdió amigos, pero a cambio, cuando terminó de escribirla, volvió a su “cordura” y normalidad.

A pregunta expresa, señaló que el estar presente en la FIL de Guadalajara, es un sueño que se materializa.

Aunado a ello, quiso agradecer muy cumplidamente la participación de Maty Braverman en la culminación de sus obras literarias: “Es como mi ‘má literaria”, acotó.