La desconfianza preside las negociaciones nucleares en Ginebra

BENJAMÍN LAUREANO LUNA PARA ENLACE JUDÍO

Enlace Judío México- Las negociaciones entre Irán y el Grupo 5+1 (EE.UU., Rusia, China, Francia, Gran Bretaña más Alemania), iniciadas en Ginebra el 20 de noviembre, para discutir el amenazador programa nuclear de los persas, se han traducido en intensísimas actividades diplomáticas en Ginebra, así como en el Kremlin, en Moscú; en la Casa Blanca, EE.UU.; en Teherán; en Roma, Italia; Riyad, Arabia Saudita y en Jerusalén, Israel.

Destaca la desconfianza en Irán, desencadenada por el dictador Mahmud Ahmadineyad, cuando al inicio de su gobierno, declaró, que borraría del mapa a Israel, y esta amenazadora política fue confirmada por el Ayatoláh Ali Jamenei, autoridad Suprema de Irán, al declarar repetitivamente, que el Estado Sionista es un cáncer al que hay que extirpar y, días antes de iniciarse la IIIer Ronda de Negociaciones con el Grupo 5+1, volvió a expresarse en forma violenta en contra de Israel, asegurando que “está abocado a la desaparición”, extendiendo sus provocaciones al Presidente de Francia, Francois Hollande, al que calificó de “siervo de Israel”, por haber impedido en la II Roda de negociaciones, efectuada en Ginebra, del 8 al 10 de noviembre, se llegase a un mal acuerdo que repercutiría en contra de diversos Estados como Arabia Saudita. Desde Roma, el Presidente Hollande contestó: “Jamenei va en el sentido de la provocación, pero lo que se necesita son respuestas”.

Catherine Ashton, Jefa de la Diplomacia de la Unión Europea y Representante de los Cinco Países que son Miembros Permanentes del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, ha conversado cuatro veces en privado con el Canciller de Irán, Mohamad Yavad Zarif. La plática del jueves 21 por la mañana duró tres horas y a continuación, Ashton sesionó con los representantes de EE.UU., Rusia, China, Francia, Inglaterra más Alemania, para informarles el resultado de sus pláticas.Por la tarde continuarán las pláticas, que se prevée que durarán hasta el viernes y quizá hasta el sábado.

Ashton intenta lograr un acuerdo sostenible, fuerte y verificable, para tranquilizar a la Comunidad Internacional de que el programa nuclear de Irán es de naturaleza pacífica.

Pero Israel no confía, porque en el pasado, se descubrieron plantas secretas subterráneas que hasta el momento permanecen secretas- y ya se habla de otra recientemente descubierta.

Seyed Abás Araqchi, Viceministro de Relaciones de Irán, informó que las pláticas con Ashton han sido buenas y serias y reconoció que existen diferencias entre las Partes (Irán y el G 5+1).

Araqchi comentó al periódico Al-Sharq Al-Ausat, que se responderá a las preocupaciones de ciertos países sobre un posible acuerdo nuclear. Subrayó que a Irán le preocupa la seguridad y la estabilidad de los Estados vecinos.

Si esto fuese cierto, no habría provocado Teherán el golpe de Estado en Gaza para imponer a los terroristas de Hamás, los cuales han convertido a la Franja de Gaza, en una plataforma para instalar cohetes, desde donde periódicamente disparan contra Israel y Teherán les provee armas. Tampoco habría armado y adiestrado a los terroristas de Jizb Alláh, en Líbano. No habría colocado explosivos a la Embajada de Israel en Buenos Aires, ni habría destruido el edificio de la mutualista israelita en Argentina y otros muchos casos de terror.

Israel reclama que Irán renuncie a sus actividades de enriquecimiento de uranio, antesala para tener una bomba nuclear. Que en Arak, desmantelar el reactor, para que cesen las actividades tendientes a obtener una planta para agua pesada (H2O3) que facilitará la producción de plutonio. Que se desmonten miles de centrifugadoras usadas para purificar el uranio. Transportar al exterior el uranio enriquecido. En general, que se desintegren las plantas que constituyen el programa nuclear de Irán. Si llegasen los persas a tener la bomba nuclear, se impondrían sobre todo el Medio Oriente y estarían en posibilidad de “borrar del mapa a Israel”. Arabia Saudita ha hecho arreglos con Pakistán para comprar bombas atómicas, para neutralizar a Teherán.

Araqchi confía en lograr un consenso -incluyendo a Francia- entre Irán y el Sexteto (5+1), para lo cual se requiere flexibilidad de las potencias occidentales, disminuyendo la presión internacional en contra de irán y continuar las negociaciones, lo que rechaza Israel así como diversos Representantes y Senadores estadounidenses, porque consideran, que por el contrario, debe aumentarse la presión para que Teherán desmantele su programa nuclear. La Casa Blanca planteó aliviar las sanciones, con carácter “limitado, temporal y reversible”, incluso se ha comentado, descongelar cuentas bancarias iraníes y devolverle dinero a Teherán (unos hablaron de US$50,000 millones, otros de menor cantidad), es que, a la Casa Blanca le urge tener un triunfo diplomático, pero eso despertó protestas legislativas y de Israel.

Benjamín Netanyahu, Primer Ministro de Israel, viajó a Moscú y, en el Kremlin, habló con el Presidente Vladímir Putin, a quien propuso, una solución al caso Irán, similar al desarme aplicado a Siria, que como se sabe, estaba saturada de armas químicas y ya se procede a desmantelar este gigantesco armamento de gases venenosos.

El complejo problema del programa nuclear iraní preocupa a la humanidad, la cual desea que se llegue a un acuerdo diplomático, desmantelando instalaciones nucleares y no a la guerra, último recurso, que destruye vidas y ciudades en proporciones inimaginables.