JUDAICA/ Hannah Arendt: del silencio a la guerra civil

YEHUDIT LEV PARA ENLACE JUDÍO

Enlace Judío México | LOS DEMONIOS del Holocausto se ríen de nosotros en nuestro diario caminar. No están en el pasado. Las almas en pena rondan por el mundo, dentro de los portadores de las memorias y sus sucesores, que somos todos. Al final de la guerra, en Europa se recorren las calles derrumbadas, en el frío, sin luz, con hambre, con terror. Orfandad colectiva de la cuna civilizatoria. Un asombro por la grandeza del mal deja la humanidad en silencio.

EL CONFLICTO arrastra muchas cuentas pendientes. Entre naciones, familias, adversarios, amigos, entre judíos. Todos – carniceros, sobrevivientes de la carnicería, colaboradores y resistentes y congelados espectadores – quedan pasmados ante la enormidad de la destrucción. Mientras los criminales se esconden bajo las piedras, o encuentran puestos en los nuevos gobiernos o logran salvoconductos a países lejanos, los habitantes de la devastada Europa se reconstruyen. Los sobrevivientes judíos deambulan hacia cualquier lugar dispuesto a recibirlos.

FINALMENTE existe un país que los recibe incondicionalmente: el Estado de Israel, que se funda con las cenizas de los muertos. Las personas que atraviesan el infierno son testigos y actores del más salvaje escenario de brutalidad y supervivencia. Por más que intentan enterrar las cenizas y comenzar de nuevo, no se puede. La tierra clama sacrificios vivos hasta encontrar verdadera paz.

TENÍA DIECISÉIS años cuando vi la serie Holocausto en la televisión. Eran cuatro capítulos que salen al aire en el curso de una semana. Quedo, como muchos, prendada del tema. Al terminar, procedo a leer el libro de Gerald Greene (guionista de la serie) y ese es el comienzo de un viaje de toda la vida que me ha permitido ver el tema con mayor sutileza.

HANNAH ARENDT es nombre que flota en mi nube cultural hace años, mas mi primer acercamiento con lupa es cincuenta años después de la publicación del libro que genera una guerra civil en el mundo intelectual judío. La puerta de apertura la ofrece la la reciente cinta de Margarethe von Trotta, que corta una rebanada de la vida de esta filósofa y pensadora política, de las mentes mas influyentes de la segunda mitad del siglo XX.

VON TROTTA presenta un caso de la vida real que en 1961 despierta la memoria colectiva del Holocausto, herida todavía fresca a solo 16 años de terminar la guerra. El drama comienza cuando Israel captura a Adolf Eichmann y lo lleva a Jerusalem a ser enjuiciado. Hannah Arendt, ya consagrada como filósofa después de publicar “Los Orígenes del Totalitarismo,” pide a la revista The New Yorker permiso para cubrir el juicio del primer Nazi que ve en persona.

VISTA POR un público acostumbrado a películas de acción, Hannah Arendt puede ser aburrida. Independientemente de la calidad de la película, un público paciente y receptivo, aún sin información previa, recibe datos que invitan a mayor investigación y mayor entendimiento de un espejo de múltiples reflejos.

IMPOSIBLE para la cineasta mostrar la profundidad de lo que ocurrió, mas fue suficiente para despertar mi curiosidad. Con el periodístico hábito de investigar películas “basadas en la vida real” y el extraordinario instrumento de internet, pude encontrar datos, entender contextos y establecer un marco de referencia más amplio acerca de este apasionante episodio. Entender lo que pasó tiene relevancia en nuestra vida, porque dependiendo del entendimiento se generan actitudes y acciones que pueden empeorar la vida, y también mejorarla.

HOY, LUNA nueva, rosh jodesh Shevat, comienza el Ciclo Hannah Arendt donde exploramos el Juicio de Eichmann, el libro de Arendt, y la guerra civil que desata “Eichmann en Jerusalem”.

Yehudit Lev, primero de shevat 5774