Enlace Judío México – A finales de enero de 2013, tres miembros de una célula salafista/yihadista que operaban cerca de Hebrón fueron asesinados en una operación militar. La célula estaba planeando ataques con armas de fuego y secuestros de soldados de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), así como ataques sobre objetivos de la Autoridad Palestina (AP). Majles Shura al-Mujahideen (Asamblea de Guerreros Sagrados) declaró que los tres militantes asesinados en Cisjordania eran miembros suyos y que su presencia en el lugar demostraba que la red islamista se había arraigado en territorio palestino. El grupo denunció las negociaciones de paz y amenazó con atacar Israel y la AP.
Hacia finales de diciembre de 2013, los servicios de seguridad israelíes arrestaron a tres miembros de una célula de al-Qaeda en Jerusalén y en Cisjordania que planeaban atacar objetivos en Israel, incluidos un gran centro de convenciones en Jerusalén y la embajada estadounidense. Los tres fueron reclutados por un miembro de al-Qaeda que operaba en la Franja de Gaza y que les envió ficheros informáticos para instruirles en la fabricación de explosivos. Uno de ellos, Iyad Halil Mohammad Abu Sara, tenía previsto ir a adiestrarse a Siria. Algunos de los atentados iban a ser realizados desde el extranjero por agentes con documentos rusos falsos.
Hasta el 11 de Septiembre, Osama bin-Laden otorgaba escasa prioridad a la causa palestina, pero después de la desaparición de al-Qaeda en Afganistán, empezó a considerar Palestina como una prioridad máxima; al mismo tiempo, se produjo un fuerte aumento de atentados suicidas yihadistas contra objetivos judíos y de Israel, tales como el bombardeo en abril de 2002 de la sinagoga histórica de Djerba, en Túnez, y el ataque perpetrado en noviembre de 2002 contra un hotel de propiedad israelí en Mombassa, Kenia. En esa época, Ayman Al-Zawahiri subrayó que “la cuestión de Palestina es la causa que ha estado enconando los sentimientos de la nación musulmana, desde Marruecos hasta Indonesia, durante los últimos cincuenta años. Además, es un punto en el que convergen todos los árabes, sean creyentes o no creyentes, buenos o malos.”
El primer caso conocido de un terrorista palestino de al-Qaeda en Gaza es Nabil Abu Okal, un miembro de Hamás arrestado el 1 de junio de 2000 en el puesto de control de Rafah. Okal se entrenaba en Afganistán y fue enviado para establecer una red de al-Qaeda en territorios palestinos y perpetrar ataques terroristas en Israel.
Curiosamente, Okal recibió miles de dólares para sus actividades terroristas de Sheikh Ahmad Yassin, líder de Hamás en Gaza. No obstante, las autoridades israelíes no establecieron un vínculo entre las dos organizaciones.
Otros signos significativos de la cooperación operacional entre Hamás y al-Qaeda o grupos yihadistas tampoco convencieron hasta muy tarde a las autoridades de la seguridad israelí de que “la yihad global” es una amenaza para el Estado.
Richard Reid, el “bombardero del zapato” que intentó derribar un vuelo de las American Airlines de París a Miami en diciembre de 2001, a base de hacer estallar unos explosivos que llevaba escondidos en sus zapatillas deportivas, visitó en junio de 2001 Israel, adonde llegó procedente de Europa. En ningún momento se ha señalado que Reid actuaba en nombre de algún grupo de los territorios palestinos .
El 30 de abril de 2002, Asif Muhammad Hanif, el primer terrorista suicida de Gran Bretaña, se inmoló a la entrada del Mike’s Place, un pub-café de la avenida de Tel Aviv. En el atentado resultaron muertos tres civiles y heridos más de cincuenta. Un segundo ciudadano británico, Omar Khan Sharif, falló al hacer detonar la bomba que llevaba consigo. Los dos británicos, de origen paquistaní, fueron reclutados en la londinense mezquita radical de Finsbury Park (como el bombardero del zapato Richard Reid). Fueron enviados por elementos de al-Qaeda de Damasco para que viajaran a Gaza, se reunieran con un alto mando militar de Hamás y recibieran allí su misión. Los dos aparecieron en un vídeo -donde se les presentaba como mártires- distribuido por la página web de Ezzedeen Al Qassam en agosto de 2003. En mayo de 2007, fuerzas estadounidenses establecidas en Irak detuvieron a Al Hadi al Iraqi, que resultó ser el agente de al-Qaeda que había entrenado a Hanif y a Sharif.
Sharif y Hanif se radicalizaron en el Reino Unido junto con Mohammad Sidique Khan, que más tarde se daría a conocer como el principal terrorista suicida de los atentados con bomba del metro de Londres, del 7 de julio de 2005, y asistieron a un campo de adiestramiento de al-Qaeda en Afganistán en julio de 2001. Curiosamente, poco tiempo después de los atentados con bomba del 7 de julio, se informó de que Khan había visitado Israel en febrero de 2003, siete semanas antes de que los dos británicos atentaran contra el Mike’s Place. Existen fuertes sospechas de que Khan fuera a Israel para ayudar de algún modo en el atentado.
Tras la retirada israelí de Gaza en 2005, al-Qaeda y elementos salafistas aprovecharon el vacío en materia de seguridad que había a lo largo de la frontera de Gaza con Egipto y se infiltraron en la Franja. Un nuevo grupo yihadista llamado Jundallah (Brigadas de Alá) dio comienzo a sus actividades sobre todo en el sur de Gaza. Este grupo constaba principalmente de miembros de Hamás y de la Yihad islámica, para quienes sus organizaciones se habían vuelto “demasiado moderadas”. En mayo de 2005, Jundallah perpetró su primer atentado contra soldados de las FDI en Rafah, y su portavoz advirtió de futuros ataques contra América.
La formación de grupos salafistas/yihadistas radicales en Gaza no empezó en serio hasta después de que Hamás se hiciera con el control mediante un sangriento golpe militar contra la Autoridad Palestina en junio de 2007. Dichos grupos incluyen a Jund Ansar Allah, Tawhid Al-Jihad y el Ejército del Islam, siendo este último el responsable de la matanza de 16 soldados egipcios en Sinaí en agosto de 2012. Ninguno ha sido oficialmente reconocido por la dirección central de al-Qaeda.
Funcionarios de seguridad israelíes han advertido recientemente de la amenaza de la “Yihad global”, grupos terroristas que operan en la Franja de Gaza y en la Península del Sinaí egipcia y que se inspiran en la ideología y en las tácticas de al-Qaeda. Dichos funcionarios creen que hay varios cientos de activistas de este tipo, conocidos como salafistas, en Gaza. La presencia salafista en Cisjordania es mucho más limitada .
El doble juego de Hamás intentando satisfacer a Egipto a base de tomar retóricamente medidas enérgicas contra los salafistas/yihadistas de Gaza, pero al mismo tiempo permitiéndoles atacar a Israel, se ha vuelto contra la propia Hamás.
Un buen ejemplo de esta estrategia de Hamás de “puertas giratorias” es el caso de Hisham Ali Abd al-Karim Saidani (alias Abu Al-Walid Al-Maqdisi), un salafista nacido en Egipto con vínculos con al-Qaeda y líder del grupo salafista/yihadista con base en Gaza, Tawhid Al-Jihad (Un Solo Dios y Guerra Santa). Hamás ha estado deteniendo intermitentemente a Saidani desde 2011 y le liberó en agosto de 2012, pese a que en Egipto lo buscaban por su implicación en atentados contra centros turísticos egipcios. El 12 de octubre de 2012 lo mataron en un ataque teledirigido (drone) de las FDI en Gaza por ser responsable del grupo que atacó con armas de fuego a tropas de las FDI y lanzó cohetes contra Israel .
Algunos grupos salafistas/yihadistas con base en Gaza desafiaron a Hamás intensificando los ataques contra Israel durante las dos últimas semanas de octubre de 2012, lanzando cohetes contra la población civil y escenificando operaciones cada vez más audaces contra las FDI, lo que dio lugar a la operación Pilar de Defensa Israelí contra Gaza en noviembre de 2012.
El nuevo gobierno militar egipcio considera que Hamás ha ayudado a escapar de la prisión al destituido presidente Mohammed Morsi y a docenas de miembros de los Hermanos Musulmanes (HM) durante la fuga de prisioneros sublevados de 2011. Hamás está acusado de adiestrar a miembros de los HM para que se encarguen de atentados con coches bomba y de fabricar explosivos. Altas instancias de seguridad afirman que Hamás estuvo involucrado en el fallido intento de asesinato del ministro de interior, del 5 de septiembre de 2013, y que Hamás apoya activamente a grupos yihadistas de la Península del Sinaí que son responsables de los principales atentados terroristas llevados a cabo contra Egipto.
Hamás mantiene abierta la opción de reanudar la lucha contra Israel fortaleciendo su alianza con los grupos salafistas de Gaza. Según el líder salafista palestino Abdullah Al-Maqdisi, la mediación por parte de clérigos procedentes de Kuwait y el célebre líder religioso egipcio Sheikh Yusuf Al-Qaradawi desembocó, en octubre de 2013, en un acuerdo que concede a los salafistas “libertad para operar en la política, el ejército, la defensa de las ideas religiosas y en organizaciones civiles y sociales” y, a cambio, las facciones salafistas “se comprometen a respetar el alto el fuego y otras decisiones tomadas por el movimiento gobernante de Hamás”. La detención y el hostigamiento de los salafistas ha cesado recientemente y muchos detenidos han sido puestos en libertad por Hamás.
Por lo tanto, se puede concluir que la relación simbiótica entre Hamás y las facciones salafistas/yihadistas de Gaza continuará y, probablemente, se afianzará debido a que tienen intereses comunes para actuar contra Israel utilizando la arena de Sinaí, Egipto y, posiblemente también, Siria.
Fuente: El imparcial
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