Hezbollah: del combate en Siria a las operaciones en América Latina

Más de 500 combatientes del grupo terrorista murieron en defensa de la dictadura de Al Assad. La organización chiíta en Latinoamérica, cada vez más cerca del narcotráfico y las redes clandestinas.

Enlace Judío México | El apoyo a la dictadura de Bashar Al Assad en Siria está desangrando a Hezbollah. El grupo terrorista chiíta nacido en el Líbano ha perdido al menos 500 combatientes en la lucha de Damasco contra los rebeldes, a pesar de los esfuerzos de sus líderes por minimizar el número de bajas.

Un escenario especialmente sangriento es el de la ciudad de Yabroud, en las montañas de Qalamoun, un enclave rebelde en la frontera libanesa donde ambas fuerzas pelean por el control territorial. Mientras Hezbollah ya ha reportado 15 muertes entre sus filas, grupos opositores a Al Assad han informado más de 120.

El grupo terrorista oculta el dolor de los familiares de las víctimas con llamados al “martirio” en Siria, mientras los funerales de los combatientes se reproducen en el sur del Libano y los suburbios de su capital, Beirut. Para arengar a los jóvenes a morir por la causa, Hezbollah difunde entre sus miembros mensajes de supuestos actos de heroísmo en el frente -además de los habituales llamados a morir como héroes-, como una supuesta carta que el joven Mohammad Baqer Jaber habría dejado a su madre antes de cruzar la frontera siria. “Mi deseo es que tú me abraces durante los últimos momentos de mi vida, pero lo que me alivia es saber que me abrazarás en mi mortaja”, dice la misiva.

Pero el grupo no sólo exporta combatientes. El cargamento de misiles, bombas y armas decomisado por Israel en un barco iraní que se dirigía a Franja de Gaza ha puesto en evidencia la magnitud de las operaciones terroristas de Hezbollah y sus aliados.

El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, muestra el armamento decomisado

“Estos esfuerzos de contrabando de armas en el norte y el sur son continuos”, ha dicho el jefe del Estado Mayor israelí, teniente general Benny Gantz, al anunciar el hallazgo del armamento. “Exigen una inteligencia coherente y de amplio alcance, junto con operaciones efectivas, que el Ejército de Defensa de Israel debe implementar con un nivel apropiado de fuerza”, agregó el militar.

A bordo del buque, que portaba bandera panameña, Israel encontró misiles de alcance medio M-302, usados por Hezbollah en 2006, destinados a las organizaciones terroristas en la Franja de Gaza controlada por los palestinos de Hamás.

Israel tiene pruebas suficientes para asegurar que Hezbollah es el que arma a sus principales enemigos en la región. Pero está claro, además, que las operaciones del grupo chiíta no se limitan a Asia.

Hezbollah ha extendido sus operaciones hasta América Latina, donde colabora con el narcotráfico y con redes terroristas. Distintos reportes indican que ha penetrado, en mayor o menor grado, en Venezuela, México, Brasil y Argentina.

La célula encargada de las “operaciones” en el extranjero es la llamada Unidad 910, un ente secreto y compartimentado que está separado de la estructura central. Son sus hombres quienes realizan los atentados en Occidente, con unidades que operan y viven fuera del Líbano, muchas veces con documentos legales que les permiten circular con libertad. Una de sus principales características es que sus integrantes no llevan barba, no frecuentan mezquitas y a menudo mantienen vínculos sentimentales con mujeres del país que los aloja, lo que eleva su nivel de invisibilidad social.

Meses atrás, el ex embajador iraní Mohammed Razza Hidari confesaba que había visto “muchos grupos latinoamericanos de Hezbollah llegar a Irán para adquirir conocimiento”. A esto se suman los informes de EEUU que advierten que la organización se extendió de manera “sustancial y rápida” hacia América Latina.

“Gracias al acceso libre y amigable del que han gozado en los últimos años a través de Venezuela, Bolivia y Nicaragua, Irán y Hezbollah han preparado la infraestructura operativa necesaria para atacar a los Estados Unidos, Israel y otros objetivos occidentales en caso de un ataque militar directo a la infraestructura nuclear iraní”, afirmó el investigador del Instituto Internacional contra el Terrorismo (ICT), Ely Karmon, a Infobae América.

Las operaciones de Hezbollah en la región han sido especialmente activas en Venezuela. El grupo terrorista se abrió camino estableciendo una red de empresas destinadas a recaudar y encauzar fondos y esconder su huella financiera. Estas actividades se han expandido en los últimos 7 años, a medida que las actividades de Hezbollah en la región ganaban la complicidad activa de Caracas.

En Argentina, en tanto, Hezbollan opera a través de la llamada red Rabbani, coordinada por Mohsen Rabbani desde Irán, a cargo de reclutar jóvenes provenientes de familias islámicas. Ex diplomático iraní en Buenos Aires, es conocido como “el profesor terrorista” y ha sido señalado como uno de los artífices del atentado en 1994 a la AMIA, la mutual judía en Buenos Aires donde murieron 85 personas.

18 de julio de 1994- Atentado a la AMIA atribuido a Hezbollah

Rabbani ha viajado en diversas oportunidades a Brasil, donde “unos 20 cuadros de Hezbollah, Al Qaeda y la Yihad islámica están usando ese país como un centro de actividades terroristas”, según publicó la revista Veja en un informe sobre terrorismo.

Un punto especialmente “caliente” es, sin duda, la Triple Frontera, que Argentina y Brasil comparten con Paraguay. Estados Unidos ha denunciado, en múltiples oportunidades, la presencia de células de la organización chiíta en el lugar, considerado un polo de tráfico de armas, narcotráfico y contrabando.

En México, Hezbollah ha tejido vínculos firmes con los poderosos cárteles del narcotráfico que allí operan. La venta de drogas es una forma sencilla y efectiva de recaudar fondos para actividades ilegales. “Hicieron un gran esfuerzo por crear una célula. En 2010, arrestaron a un tal Jamel Nasr en Tijuana”, recordó en una entrevista reciente el analista político especializado en Medio Oriente Julián Schvindlerman.

“Tómese por ejemplo el caso de Manssor Arbabsiar, de doble ciudadanía iraní y estadounidense, arrestado en septiembre de 2011 por su rol en un frustrado complot iraní para asesinar al embajador de Arabia Saudita en Washington con apoyo logístico del cártel mexicano de Los Zetas”, recordó Karmon, de la ICT.

La estela de Hezbollah llega incluso a Panamá, donde hace 20 años cometieron un impactante y sangriento atentado. El 19 de julio de 1994, un día después del atentado que voló la AMIA en Buenos Aires, un terrorista hizo explotar un vuelo de Alas Chiricanas y todos sus pasajeros murieron. Doce de ellos eran judíos panameños. La autoría se la atribuyó una organización llamada Ansar Alá, sospechada de ser un seudónimo de Hezbollah.

Fuente:infobae.com