Tanya Kohn: “El arte siempre ha sido primordial”

EMILIO ACHAR PARA ENLACE JUDÍO

Enlace Judío México | El pasado 8 de abril Enlace Judío entrevistó a la talentosa pintora Tanya Kohn, quien nace en Checoslovaquia pero en 1939 emigra con su familia a Quito, Ecuador. Su padre, el arquitecto y pintor Carlos Kohn fue su primer maestro.

En Quito tomó con clases de dibujo de desnudo con el pintor Jan Schroeder. Luego, en el Windsor Mt. School, Lenox, de Massachussetts estudió con el maestro Si Sillman, alumno de Joseph Albers. Continuó sus estudios en el Reed College en Portland, Oregon donde entre otras clases tomó cerámica. Posteriormente estudió en el County Art Institute (OTIS) de los Ángeles, California.

Siguió con sus estudios en la Ècole Suisse de Céramique en Rennens, cerca de Lausanne en Suiza, al mismo tiempo tomó cursos nocturnos de dibujo y escultura de desnudo en Ginebra con el maestro Henri Paquet. Pasó luego un año en París, visitando y estudiando en los museos y dibujando desnudos en el Atelier Libre de la Grande Chaumière.

Después de vivir dos años en Israel, donde presentó sus primeras exposiciones, en 1960 fue invitada por el Organismo de Promoción Internacional de Cultura de la Secretaría de Relaciones Exteriores a presentar una exposición de sus pinturas en la Ciudad de México, donde reside desde entonces.

Dentro de su trayectoria ha participado en más de 400 exposiciones tanto colectivas como individuales.

Ésta es la entrevista completa:

Enlace Judío: ¿Cuál ha sido su trayectoria?

Nací en Praga y mi padre era arquitecto y pintor, emigramos de Praga al Ecuador en 1939, tuvimos la gran suerte de emigrar, fuimos 21 miembros de la familia Khon, crecí en el ecuador, a los 14 años me mandaron a estudiar en un colegio privado en Estados Unidos donde aceptaron una tercera parte de los estudiantes eran huérfanos después de la Segunda Guerra Mundial, incluso muchos de ellos habían estado en campos de concentración, niños judíos, luego estudié en Portland y en Los Ángeles. De ahí fui a la escuela de cerámica en Suiza, viví en Ginebra, donde estudié con un magnífico maestro dibujo y escultura.

Viví dos años no en Israel y trabajé en diferentes kibutz y me trasladé a la playa de Eilat: no había nada, estaba vacía, sólo una casita de madera del propietario del primer barco, yo era la secretaria que tenía que rentar el barco si había turistas, pero en todo el tiempo que estuve ahí no hubo un solo turista.

Volví a Ecuador y llegué a México a hacer una exposición, invitada por una organización llamada OPIC. Vine por 20 días y conocí a mi primer esposo el segundo día que estuve aquí y ya llevo 54 años. Tengo dos hijos mexicanos maravillosos y ahora una nieta preciosa.

¿Qué es para ti el arte?

Es una pregunta difícil, el arte ha sido para mí toda la vida, soy hija de artistas y siempre ha sido mi interés primordial, tengo otros intereses, la cocina, la ecología, la filosofía y las personas. Pero el arte ha sido primordial, he ido siempre a muchas exposiciones, he leído sobre arte, he pintado desde muy pequeña. el arte ha sido toda mi vida.

¿Cuál ha sido tu logro más importante?

El logro más importante son mis hijos, haberlos criado y haber tenido muchísimo trabajo, mi curriculum cuenta con más de 350 exposiciones, no todas individuales he participado en muchas exposiciones importantes colectivas, en Bienales importantes como la de Sao Pablo, he expuesto en Washington individualmente, en Bellas Artes aquí en México y es un gusto haber podido compartir lo que siento profundamente con el público.

¿Qué es lo que dices con tu obra?

Cada obra dice diferentes cosas, lo que yo les digo no les puedo decir en palabras por eso pinto, muchas veces siento que la gente me dice que percibe cosas que son lo que quise decir y muchas veces una pintura puede sugerir a una persona cosas totalmente diferentes que no se me habían ocurrido pero que me parece lindísimo que les pueda sugerir o que recordar otras cosas.

¿Qué te inspira?

Me inspira la vida, me inspira todo, soy muy visual, hay una consciencia muy grande en mi de lo que es los colores, las sombras, las líneas, las formas de la realidad que nos rodea. Cuando doy clases trato de despertar en los alumnos la riqueza de la cotidianidad que vivimos. La mayor parte de la gente no nota las sombras las transparencias, las luces, la relación de las formas que puede ser fascinante si es que alguien lo concientiza, la mayor parte de la gente no le da importancia y siempre está pensando en otras cosas, como lo que debió haber sido, lo que puede ser, lo que tienen que hacer, las preocupaciones cotidianas y lo que les rodea en el aquí y ahora en los maravillosos detalles no se dan cuenta y es importante el despertar la riqueza visual que nos rodea cotidianamente.

Fui maestra mucho tiempo y me doy cuenta de que las personas sin razón específica, sin ninguna lógica por algún sentimiento cada día tienen ganas de hacer cosas, como hacer comida, ver a alguien, o estar con un color, el color es una vivencia, te despiertas porque quieres ponerte ropa de algún color.

Cuando yo enseñaba a mujeres y venían con determinada ropa, automáticamente ponían esos mismos colores en la paleta para pintar, no hay razón para ello, no lo analizo, sencillamente lo acepto y lo respeto y es muy importante porque es una necesidad psicológica, es importante aceptarlo y decir esto es lo que hoy siento yo y a lo mejor mañana quiero pintar otros colores, hoy quiero blancos, claros, lo cual no es necesariamente se debe asociar los colores claros con alegría y los obscuros con tristeza, para mí el obscuro personalmente el negro es un silencio, una profundidad, un silencio rico, no negativo.

La vida es muy rica y mi vida ha sido muy interesante, he viajado mucho, conocido personas maravillosas, no me gusta mencionar ya que si mencionas dejas a personas fuera y no menciono nombres. Pero hablando de la conciencia de lo que es la vista y su riqueza, quisiera mencionar que di un curso a un grupo de arquitectos, un curso de pintura y como digo a mí me interesa enseñar a ver la, la concientización de lo que está aquí y ahora, uno de los arquitectos vivía en Coyoacán y después de la clase el próximo día me llamo en la mañana para decirme que cada mañana sale de su casa y delante de ella hay un terreno baldío con un muro viejo, despintado y cuarteado y delante del muro hay un árbol y nunca había visto la belleza que es en la mañana se hace una sombra del árbol sobre el muro cuarteado y despintado. Esta mañana salí y me quedé pasmada porque era tan bello las sombras de las hojas y las cuarteaduras del muro y lo descolorido, que me quedé pasmado y me regresé a casa para llamarte y agradecerte porque nunca lo había visto y tú me enseñaste a verlo.