JUDAICA / Seis Millones de Dedos

“Este es un día
muy importante para nosotros.
Discúlpanos por llorar.”
Madre a joven israelí, 1961

YEHUDIT LEV PARA ENLACE JUDÍO

Enlace Judío México |  EL 23 DE MAYO de 1960, el Primer Ministro David Ben Gurión anuncia en la Knesset la captura de Adolf Eichmann. Escuchada desde la radio por todo el país, la abrumadora noticia es fuente de satisfacción, y también de pavor. Es hora de reabrir las heridas que difícilmente han comenzado a sanar. ¿Cuánta agonía y dolor, pensamientos y emociones guardadas, se despertarán con estas memorias? ¿Hay derecho de olvidar? ¿Hay posibilidad de suprimir?

No es posible, porque peligra el futuro al dar la espalda al pasado.

SERÁ EL NUREMBERG de los judíos, el primer juicio televisado del mundo. Y el mundo reacciona. En el nivel político, la abducción de Eichmann en Argentina, un país soberano, genera cuestionamientos. Los Judíos estadounidenses, nerviosos, sienten que Israel no tiene derecho de juzgarlo, que esto puede provocar nuevas rachas de antisemitismo. La embajada de Estados Unidos solicita que se evite un juicio teatral como los que acostumbran los régimenes comunistas. Se implora considerar evitar la pena de muerte.

LA GUERRA FRÍA sigue caliente. Israel toma parte del lado azul del mundo, y cuida su relación con Alemania occidental. Ambos países temen que se encienda una ola de odio del público Israelí en contra de la ‘Nueva Alemania’ libre de pecado. Aunque no hay relaciones diplomáticas, se mantienen acuerdos no formales, intercambios industriales y un flujo del capital reparativo que en este momento mantiene vivo al joven estado.

EL EMBAJADOR soviético acusa a Israel de ignorar los tantos criminales Nazis que viven tranquilamente en Alemania occidental. El país perpetrador también ha preferido vivir en silencio la evidencia de la guerra. Preocupa que la nueva generación comience a cuestionar a sus mayores. El gobierno del canciller Konrad Adenauer paga más de setecientos de millones de dólares en reparaciones en la década que precede. En la revista Der Spiegel, se insinúa que Israel busca extender el período de reparaciones que está pronto a terminar. Hay rumores de la próxima emisión de un préstamo a largo plazo.

EN BONN, capital de Alemania Occidental, el juicio se sigue en los más altos niveles del gobierno. Adenauer otorga conferencias de prensa explicando su posición. Hace énfasis en el sufrimiento del pueblo alemán y las relaciones con Israel. Hasta defiende el espinoso tema del presente secretario de estado Hans Globke, quien en 1935 redacta las leyes raciales que revocan la ciudadanía a los Judíos y funge como el principal asesor legal de Eichmann en la implementación de la burocracia que permite el Holocausto.

DESPUÉS DE debate y deliberación, el gobierno Israelí permite que Eichmann sea representado por un abogado alemán con la condición que no tenga ningún pasado Nazi. Se elige al Dr. Robert Servatius, quien también funge como defensa de los acusados de Nuremberg, y sus honorarios son cubiertos por el estado de Israel.

PRESENTA el juicio varios problemas legales. Los crímenes son cometidos antes de la existencia del estado de Israel, fuera de sus fronteras y a personas que no son ciudadanas del estado. La objeción que no existe legislación para los crímenes es rechazada con base a que los cuatro países aliados utilizan estatutos retroactivos para juzgar a los perpetradores inmediatamente después de la guerra. No hay tribunal internacional con jurisdicción competente: los juzgados de Núremberg y Tokio hace tiempo ya no existen. No hay texto que le da a Israel el derecho de juzgar a un extranjero cuyos crímenes son cometidos en otro lugar con leyes que no existían en ese entonces. Mas no hay otro país que reclama el derecho o asume el deber de juzgar a Adolf Eichmann. Ninguna otra corte desea tomar ese toro por los cuernos.

BEN GURIÓN declara: “El punto principal no es el castigo, porque no veo castigo apropiado para estos actos. ¿Qué importa si cuelgan a un hombre que asesina a millones de niños, mujeres y ancianos? El juicio en sí es importante…tiene que abarcar la historia completa del Holocausto.”

ESTE NO ES un juicio cualquiera, sino un evento de educación nacional. Hay que lograr el mayor beneficio político y neutralizar los daños posibles, especialmente las relaciones israelo-germanas. Se busca un juicio equilibrado, que se adhiera al principio de separación de poder judicial con ejecutivo. Y cuidado, que hay emociones pendientes, divisiones nacionales, secretos dolorosos, agendas políticas, silencios infernales. Todo esto genera contradicciones entre lo que se puede decir y hacer, y lo que no se puede saber, decir ni hacer.

Encarcelado e Investigado

SE ESTABLECE una unidad especial, el Buro 06, para interrogar a Eichmann y recolectar evidencia en su contra. Reclutan un equipo de 30 investigadores policiacos, liderados por Avraham Zelinger y Ephraim Hofstadter, que se mueven en acorde a líneas geográficas. Cada país donde Eichmann y su máquina son activos implica un oficial que conoce el idioma local.

EL BURÓ 06 se conforma de jóvenes de entre 22 y 30 años, la mayor parte de ellos producto de la cultura Israelí dominante del momento. Su cualificación para ser seleccionados es, además de su habilidad investigativa, saber el idioma de cada localidad. Nadie del equipo tiene conocimiento detallado del Holocausto.

LOS INVESTIGADORES son arrollados por la ola. Se amontonan miles de archivos de todo el mundo, los clasifican y traducen. En esa época hay pocos libros acerca del tema. Atraviesan los 42 volúmenes de los juicios de Núremberg, y miles de páginas de los juicios subsidiarios. Yad Vashem abre sus archivos. Leen La Solución Final de Gerald Reitlinger, la obra completa de Léon Poliakov y Theresienstadt de H.G. Adler. El tema los sobrepasa, y además tienen tiempo limitado para obsesionarse y descubrir lo más que puedan. De hecho, ellos establecen el precedente para futuras investigaciones del Holocausto.

“PASÁBAMOS día y noche leyendo, leyendo…Ninguno de nosotros durmió más de tres o cuatro horas por noche. Estábamos exhaustos, nerviosos, irritables.” La labor de este equipo es tema de un documental dirigido por Yoav Halevy estrenado en el Festival de Cine de Jerusalén en 2013.

LOS PRIMEROS documentos importantes los obtienen de Tuvia Friedman, un periodista polaco víctima del Holocausto, quien por iniciativa propia había establecido un centro de documentación en Haifa. Son asesorados por Robert Kempner, fiscal estadounidense de los juicios de Nuremberg. Llegan montañas de documentos de todos los países que el Buró 06 solicita. De todos menos la Unión Soviética.

EL GOBIERNO Polaco tampoco coopera con la investigación de Israel. Tiene miedo de la manera en la que pueden ser representados. Es cierto que Polonia no es bien mirada, por su ferviente antisemitismo y la clara colaboración durante la guerra. Sin embargo, hay individuos polacos con actitud diferente, que voluntariamente contribuyen documentos y testimonios para facilitar el caso de la fiscalía. De ahí reciben anónimamente una lista de prisioneros que ingresan a Auschwitz con cierta fecha de entrada y número asignado. Ignoran si el documento es legítimo. Se les ocurre que pueden verificarlo con sobrevivientes y sus números. En ese instante, el encargado de Polonia, Mickey Gilad (antes Goldman) se desmanga la camisa y muestra un número tatuado. Nadie a su alrededor sabe que estuvo en el campo de exterminio. Su fecha de entrada, Julio de 1942, coteja positivamente con la lista. Permanecen varios minutos sin decir palabra.

ELLOS INMERSOS en el tema, se enclaustran en la ‘jaula del 06’ durante diez meses sin apoyo psicológico alguno. Eso no existe en esos tiempos, y mucho menos en una organización como la policía. El Buró 06 se funde bajo un esprit de corps que se mantiene décadas después. Si Eichmann los asombra al principio con su conocimiento del material, llega el día en el que ellos saben mucho más de las acciones del acusado de lo que él hubiera deseado.

El Preso Número Uno

PODÍAN haber utilizado un año más de investigación policiaca, pero el gobierno tiene prisa en comenzar el juicio. Se invierte mucho dinero en el asunto. Además del trabajo de tiempo completo del Buró 06 hay un destacamento de la policía fronteriza encargado de vigilancia noche y día. El prisionero se encuentra en un campo de detención en Yagur al norte del país. Renombrado ‘Campo Iyyar’, se prepara especialmente para Eichmann como único reo. Todos los demás presos son evacuados a otras prisiones.

LA CELDA de Eichmann mide 3 metros por 4 y contiene un camastro, una mesa y una silla. A diario limpia su celda y el baño y regaderas adyacentes con minuciosidad y dedicación. Un guardia se sienta a su lado día y noche, y afuera de la celda, otro guardia se sienta en el vestíbulo para observar a través de la mirilla y asegurar que no haya contacto con el primer guardia. Tras la puerta, un tercer guardia. Ninguno de los guardias habla alemán ni español. Se prohíbe hablar con el prisionero. Para evitar vengadores solitarios, ningún guardia seleccionado tiene familiares muertos en el Holocausto.

ESTAS MEDIDAS de seguridad son necesarias para evitar que se suicide el prisionero. La luz eléctrica permanece prendida toda la noche. La primera semana duerme con una cobija encima para evitar la luz, pero ni eso se le permite – no vaya ser que encuentre la manera de matarse debajo de las cobijas. Dos veces al día un doctor lo examina de pies a cabeza.

UN GUARDIA le presta Lolita de Vladimir Nabokov para leer durante sus largas horas de confinamiento. “Un libro bastante insalubre,” dictamina.

QUIEN MIRA a Eichmann esperando un monstruo con cuernos, se desilusiona. En un recuento publicado en la revista Commentary en 1983, el capitán Avner Less – a cargo del interrogatorio – describe un hombre ordinario, flaquito, de poca estatura. “Cuando lo tenía enfrente, era un manojo de nervios. Un tic en la mitad izquierda de su cara. Esconde bajo la mesa sus manos temblorosas. Podía sentir su miedo.” Fumador empedernido, Less consigue que se le aumente su ración de cigarros, porque considera que eso le permite hablar más y mejorar su concentración.

“SU ALEMÁN es horrible. Al principio me costaba mucho trabajo entenderlo – la jerga burocrática Nazi pronunciada con una mezcla de acento austriaco y berlinés aunados a frases complicadas en las que hasta él ocasionalmente se perdía.” Hannah Arent habrá de observar eso también, añadiendo el desprecio que siente por Eichmann. El abogado defensor Servatius le dice, ‘tendrá que volver a aprender su idioma. Hasta el mejor traductor no podrá encontrar el camino a través de esas complejas frases.’

DÍA CON DÍA el investigador Less, cuya familia alemana muere en el exterminio, lleva a cabo las preguntas. El prisionero se dirige a su interrogador con formalidad. Lo llama Hauptmann, o capitán. Less lo va conociendo. “En la medida que pasaba el tiempo, noté que cada vez que Eichmann decía ‘¡Nunca, Nunca, Nunca, Herr Hauptmann!’ o ‘¡En ningún momento!’ estaba mintiendo. Esa era señal de buscar material adicional para sondear un tema sensible.” Las manos temblorosas traicionan su miedo. Less dedica 275 horas a su interrogatorio, que resultan en 3,564 hojas de transcripción.

SIN SENTIDO del humor, sus ojos sin alegría, cuando sonríe lo hace con rostro de sardónica diversión y agresión. Eichmann miente constantemente hasta ser esquinado con documentos. Y en esos momentos, alega que son Befehlsnotstand, “órdenes de arriba.” Primero alega su falta de importancia, su pasivo papel. Busca congraciarse con Less. Le pregunta si tiene hermanos y hermanas, si sus padres viven. Al saber de su padre muere en la última deportación de Berlín en 1943, abre sus ojos grandes y dice, “Pero eso es horrible, Herr Hauptmann, ¡horrible!”

AVNER LESS graba las entrevistas que cada noche revisa con Gabriel Bach, segundo fiscal y asesor legal del buró encargado de la investigación. Bach acompaña a Less paso a paso por control remoto, indicándole en qué dirección deben ir las preguntas para conducir la investigación.

EN UNA conferencia del 2011 marcando el 50avo aniversario de la captura, Bach – ahora juez de la Suprema Corte – revela que aunque no se presenta como evidencia en el juicio, una evaluación psiquiátrica conducida en el sujeto sugiere que Eichmann, además de tener tendencias asesinas sin precedentes, vive una sexualidad ambivalente. Más tarde veremos que ese es el caso con buena parte del liderazgo Nazi.

BACH DICE: “Eichmann era inteligente, astuto. No sabio pero astuto, tenía conocimiento.
Ciertamente no era un hombre mediocre.”

UNA SEMANA antes de Pesaj de 5722, el 11 de abril de 1962, se abre el telón de Beit Ha’Am con el fiscal general Gideon Hausner que anuncia:

“CUANDO me paro frente a ustedes, Jueces de Israel, para dirigir la fiscalía en contra de Adolf Eichmann, no estoy solo. Conmigo hay seis millones de acusadores. Pero ellos no pueden ponerse de pie y apuntar un dedo acusador para gritar: ‘Yo Acuso.’ Sus cenizas están apiladas en las colinas de Auschwitz y los campos de Treblinka y en los bosques de Polonia. Sus tumbas están dispersas por toda Europa. Su sangre grita, pero su voz no es escuchada.

“Por lo tanto, yo seré su voz y en su nombre
voy a desplegar esta impresionante acusación.”

Yehudit Lev, 22 Nissan, 5773

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