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Enlace Judío México | El papel de Estados Unidos en las negociaciones del Medio Oriente surge como punto clave de desacuerdo.
El jueves del 24 de abril, por la tarde, académicos y estudiantes se reunieron para contemplar el punto de vista de E.U.A sobre el conflicto Israel-Palestina. 2 versiones fueron expuestas.
Pero determinar qué versión de la historia era correcta era una cuestión sobre la cual, Noam Chomsky, profesor emérito de lingüística en el Massachusetts Institute of Technology, y el ex embajador Dennis Ross, consejero y miembro distinguido en el Instituto Washington para la Política del Cercano Oriente, no podían estar de acuerdo.
La mejor manera de abordar la cuestión del papel de Estados Unidos en el conflicto es “correr a través de los registros”, dijo Chomsky, y agregó que sólo se basaría en momentos históricos “bien documentados”. Chomsky ha hablado abiertamente sobre el conflicto desde hace años, y su libro de 1983 El fatídico triángulo (The Fateful Triangle) es considerado una obra fundamental sobre el tema.
A lo largo de su historia, Israel se ha enfrentado a las decisiones “cruciales” entre la expansión territorial y la seguridad nacional, dijo Chomsky, señalando la decisión de 1971 de Israel, de no retirar las fuerzas militares a cambio de conversaciones de paz como una de sus opciones “más fatídicas”. Ese año, Israel optó por la expansión de la seguridad, Chomsky dijo, y “eso ha sido más o menos la historia desde entonces”.
Chomsky también enumeró los casos en que Estados Unidos vetó las resoluciones que conducían a una solución de dos estados.
Estados Unidos está “esencialmente solo” en su apoyo a Israel, dijo Chomsky, quien agregó que “E.U.A. sigue prestando ayuda fundamental, tanto económica, militar, como apoyo diplomático e ideológico a Israel” todo ello para prevenir la paz en la región.
Pero Ross dijo que aunque él nunca desafiaría Chomsky sobre temas relacionados con la lingüística, se siente obligado a desafiar a sus puntos de vista sobre el conflicto palestino-israelí debido a su experiencia como un “profesional” en el campo.
Ross sirvió como una figura destacada en las negociaciones de paz durante el las administraciones de Bush y Clinton. También se ha desempeñado en la administración de Obama como asesor en el proceso de paz.
“Todo el mundo tiene derecho a tener su propia opinión, sólo que no tienen derecho a ejercer sus propios hechos”, Ross abrió, citando al tardío senador de E.U.A, Daniel Patrick Moynihan. Chomsky repitió la cita de nuevo en su refutación.
Ross dijo que el encuadre de la cuestión de si el apoyo de E.U.A a Israel impide la paz, implica que Israel es responsable de la falta de paz en la región. A diferencia de Chomsky, Ross se centró en momentos en que Israel quería aceptar acuerdos que posteriormente fueron rechazados por otras potencias en la región. “No puedes decir que Israel es la única razón por la cual no hay paz” refutó Ross.
En última instancia, Israel merece el apoyo estadounidense, dijo Ross, señalando que es el único país del Medio Oriente que se rige por el imperio de la ley, tiene elecciones regulares, promueve la libertad de los derechos civiles y la libertad de prensa, además de tener una separación de poderes. Israel “vive en un barrio difícil”, dijo Ross, y sin el apoyo de E.U.A podría sufrir daños.
En su réplica, Chomsky dijo que Ross dio “un relato muy preciso de la posición del gobierno, lo que creen y lo que les gustaría hacer a la gente creer”, pero mientras que Estados Unidos sigue siendo el principal organizador de las negociaciones de paz, esas conversaciones son inútiles. Estados Unidos ha participado durante años y es un participante en el conflicto, dijo. Siempre y cuando éste sea el caso, “las perspectivas de paz son muy tenues”, agregó.
Pero Ross no estuvo de acuerdo con esta afirmación. Estados Unidos puede ser “un intermediario honesto” que puede responder a las necesidades de ambas partes, dijo.
Tras una hora de diálogo acalorado entre Chomsky y Ross, los miembros del público tuvieron la oportunidad de interrogar directamente a los altavoces. Las preguntas se centraron en la naturaleza del diálogo de los ponentes, así como en sus pensamientos sobre el cambio en la región.
Tras un coro de aplausos de la audiencia, hubo un comentario dirigido a Ross, que señaló que algunos de los puntos que hizo y su uso de la palabra “árabes” eran “dolorosamente etnocéntricos.
Cuando se preguntó sobre el Boicot, Desinversión y Movimiento de Sanciones, Ross y Chomsky no estuvieron de acuerdo desde el principio acerca de la naturaleza de la cuestión, tanto así, que ambos encimaron sus palabras y no se pudo escuchar qué decía cada uno.
Ross dijo que por lo general no admite el movimiento, que aboga por medidas económicas en todo el mundo dirigidas a Israel para obligar al país a aceptar una serie de objetivos palestinos. Este enfoque es erróneo debido a su vínculo con una solución de un estado, dijo. Chomsky evitó la pregunta, diciendo que el movimiento no existe en sentido práctico, por lo que hablar de ello es una “pérdida de tiempo”.
Pero Chomsky dijo que no apoya el boicot a ciertos esfuerzos, incluidos aquellos dirigidos a las empresas de construcción en la Ribera Occidental.
Antes del evento, Chomsky dijo a The Herald que él no apoya el boicot a las universidades israelíes, y agregó que Estados Unidos está involucrado en crímenes internacionales
A pesar del desacuerdo sobre casi todos los temas, los oradores encontraron un tema que compatieron: la importancia de cambiar las percepciones que tanto israelíes como palestinos tienen el uno del otro.
“La clave de la mediación es estar consiguiendo los puntos de vista de cada lado para centrarse en las necesidades de la otra parte”, dijo Ross.
La conferencia fue una oportunidad “productiva” para escuchar el discurso entre los distinguidos oradores que “podrían desafiar tan bien”, dijo Ian Reardon, un compañero de Janus. A menudo, en estas discusiones, un orador domina la discusión, dijo Reardon, pero en este caso, ni Chomsky ni Ross lo hicieron.
Fuente:browndailyherald.com
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