AGENCIA DE NOTICIAS ENLACE JUDÍO MÉXICO
El candidato de Likud, Reuven Rivlin, obtiene el aval de la Knesset para sustituir a Peres como presidente en medio del estancamiento del proceso de paz.
Israel eligió ayer al sucesor de Simon Peres. Los miembros del Parlamento (Knesset) votaron por Reuven Rivlin, del partido Likud, como candidato favorito a la presidencia. La jefatura del Estado de Israel es una figura totalmente simbólica, aunque lo cierto es que, tras el ejemplo de Peres, los israelíes esperan que el nuevo presidente esté «por encima de todo, incluso de la política». En este sentido, entre las cinco candidaturas presentadas se contaba con un par fuera del «establishment»: una ex jueza del Tribunal Supremo, Dalia Dorner, y un Premio Nobel de Química, Dan Shechtman.
De 74 años y descendiente de una conocida familia jerosolimitana, Rivlin se impuso en la primera votación a sus rivales aunque sin mayoría suficiente, lo que obligó a llevar a cabo una segunda vuelta, donde alcanzó la victoria frente al centrista Meir Shitrit, al conseguir diez votos más que su rival. La carrera hacia la presidencia ha estado repleta de polémicas.
En un principio, el primer ministro, Benjamin Netanyahu, no apoyó a Reuven Rivlin, el candidato presentado por su partido, el Likud, y llegó a pedir al escritor Elie Wiesel (que ni siquiera es israelí) que se presentara. Algo que Wiesel rechazó. Asimismo, el Partido Laborista, la actual oposición, se quedó sin candidato a tan sólo cuatro días de la votación, pues Benjamin Ben Eliezer se vio envuelto en un escándalo de corrupción que ha sido portada en la prensa local desde el sábado. Eliezer contaba con bastantes oportunidades hasta que salió a la luz la compra de un apartamento de lujo y una inexplicable caja fuerte en un banco de Jerusalén con más de 600.000 dólares, su apoyo se esfumó y fue a parar a Dorner.
De hecho, el lunes por la tarde, y a menos de 24 horas de la votación, el Parlamento israelí fue escenario de corrillos, reuniones y sumas. Hasta los ministros del Gobierno de Netanyahu, como Tzipi Livni, entraron en las cábalas de la Knesset. Cabe recordar que es de las pocas votaciones en las que el voto es secreto.
Tamar Zandberg, diputada de Meretz, confesó abiertamente a un grupo de periodistas españoles que cinco de los seis miembros del partido izquierdista votaron por Dorner. «Se trata de una jueza especializada en derechos humanos, me siento mejor representada. Además, no está involucrada en política, es alguien limpio, sin rumores alrededor de ella ni ningún tipo de corrupción». El sexto diputado votó por un gran conocido para los parlamentarios: Rivlin, quien fue el portavoz de la Knesset de 2009 a 2013. «Lo hizo porque tiene una buena relación personal con él, el resto elegimos por una cuestión moral». Un partido que sí votó en bloque fue Bait Hayeudi (Casa Judía). Su diputada Shuli Moalem confesó sin tapujos que todos sus colegas de bancada lo hicieron por Rivlin.
Curiosamente, en el Likud, el partido de Rivlin, había otorgado, en principio, libertad de voto. Para el parlamentario Shimon Ohayon «el presidente debe ser una figura que esté por encima y que contribuya a que estemos más unidos».
Lo que está claro es que el décimo presidente de Israel intentará ser comparado lo menos posible con su antecesor en el cargo. La figura de Peres, de 90 años, es todo un icono en Israel y en la escena internacional le ha dado bastante relevancia al país, siendo en ocasiones incluso preferencia de los mandatarios extranjeros en lugar de Netanyahu. Con 29 años, «fue nombrado director general del Ministerio de Defensa por el entonces primer ministro Ben Gurion y comenzó el programa nuclear, y también participó en las negociaciones de los Acuerdos de Oslo como ministro de Exteriores en 1993», explicó Haviv Gur, el corresponsal político de «The Times of Israel» durante un encuentro con medios españoles.
«El problema es que cuando Peres deje la presidencia el 27 de julio, se habrá terminado para los israelíes esa generación de políticos del 48, aquellos jóvenes oficiales, poetas y figuras de la cultura israelí que formaron el Estado de Israel», explicó Haviv Gur. «Esa generación conformó lo que significa ser israelí». Rivlin asumirá oficialmente la presidencia del Estado hebreo el próximo 24 de julio.
Perfil / Reuven Rivlin
Ex ministro en varios Gobiernos y presidente del Parlamento en dos legislaturas, este veterano de la Knesset ha sabido ganarse el respeto de las diferentes facciones políticas y, a pesar de su ideología conservadora, tiene buena fama entre los diputados árabes y de izquierdas. Definido como un hombre «plural» y un«gran demócrata», no considera que la solución al conflicto árabe israelí sea la convivencia de dos Estados.
Fuente:larazon.es