Guerra de propaganda israelí golpea los medios sociales. Entrevista a colaborador de Enlace Judío México

AGENCIA DE NOTICIAS ENLACE JUDÍO MÉXICO

Un laboratorio de computación integrado por estudiantes en una universidad israelí está jugando un papel clave en la guerra de la información en el conflicto de Gaza.

Impulsados por el papel fundamental que desempeñaron los medios de comunicación junto con las redes sociales en la Primavera Árabe, los estudiantes voluntarios del Centro Interdisciplinario (IDC) en Herzliya, están librando su propia guerra al contrarrestar la propaganda anti – Israel. Los jóvenes son apoyados por el gobierno de Israel junto con las Fuerzas de Defensa de Israel ( Tzahal)

Integrado por cerca de 400 estudiantes voluntarios del proyecto que se conoce con el nombre de “Israel Under Fire” (Israel bajo fuego), afirma haber conseguido cerrar páginas anti-israelíes en Facebook y contrarrestar la propaganda de Hamás, organización que gobierna la Franja de Gaza y responsable de los ataques contra Israel.

Igal Raich, estudiante de 23 años de edad y colaborador de Enlace Judío México, es voluntario de “Advocacy Room”. Proyecto que tiene como objetivo contrarrestar las falsas y distorsionadas imágenes de Israel en los medios masivos de comunicación a nivel mundial.

“El nuevo proyecto está dirigido por estudiantes, todos ellos voluntarios “ dijo Raich, quien creció en Canadá antes de mudarse a Israel para estudiar y servir en el Tzahal “La escuela nos brindó un salón de computadoras para trabajar y desde las nueve de la mañana hasta las ocho de la noche está siempre lleno de estudiantes voluntarios.”

Los grupos de voluntarios son un equipo que traduce mensajes en hebreo a 30 idiomas y un equipo de diseñadores gráficos encargados de crear imágenes para ser distribuidas a través de Facebook y Twitter.

También hay un departamento de edición de video y un equipo de intercomunicación que, según Raich, son redes de arrastre de medios sociales “en busca de hechos contradictorios como que Israel mata constantemente a mujeres y niños”.

“Los jóvenes son expertos en lo que hacen”, dijo Raich refiriéndose a los voluntarios. “Mucha gente cree y confía ciegamente en la información que se publica en la web, antes de poder realizar un juicio deben de conocer ambos lados de la historia”.

Raich dijo que los estudiantes jugaron un papel similar en la Operación Pilar de Defensa de 2012 – otra acción militar israelí contra Hamas en Gaza. De acuerdo con cifras de la universidad, 1.600 estudiantes se ofrecieron como voluntarios para difundir mensajes de los medios sociales a una audiencia de 21 millones de personas en 62 países y en 31 idiomas. La oficina del Primer Ministro, el Ministro de Relaciones Exteriores, y de la Fuerza de Defensa consideran un éxito los esfuerzos de la universidad, que buscaban colaborar durante las acciones militares posteriores.

“Trabajamos juntos”, dijo Raich, que está cursando exámenes durante el conflicto actual. “Estamos recibiendo constantemente actualizaciones de la oficina del Primer Ministro y el Ministro de Relaciones Exteriores, porque saben que tenemos éxito en lo que hacemos.”

Al igual que los misiles dirigidos tanto en Gaza e Israel, la batalla en línea es el tráfico de dos vías. Además de la campaña estudiantil, la FIL de Israel también ejecuta cuentas de redes sociales que promueven perspectivas israelíes.

Un punto de vista palestino está representado en cuentas de redes sociales a cargo de las Brigadas al-Qassam, el brazo armado de Hamas. Tweets de las Brigadas al-Qassam incluyen imágenes gráficas de niños y videos de muertos o heridos y muestran los cohetes que se están preparando para el lanzamiento, presumiblemente desde Israel.

En el otro extremo del espectro, las cuentas de Twitter de los civiles en Gaza dan detalle de la vida de los adolescentes asustados de contar las bombas israelíes que caen en las zonas residenciales y los efectos de las noches sin dormir debido al ruido de aviones no tripulados.

Los críticos de la campaña de medios sociales de Israel sugieren que, al igual que muchas cosas en Internet, es difícil discernir la verdad y se muestran escépticos de la autenticidad de los mensajes pro-israelíes.

Fuente:smh.com.au