Respuesta al Presidente Mujica

ANA JEROZOLIMSKI

No sólo con dolor sino con verdadero estupor leí las declaraciones que el Presidente de la República, José Mujica, formuló este lunes tras una actividad en la Suprema Corte de Justicia al ser consultado por periodistas sobre la guerra en Gaza.

Al preguntársele si cree que lo que está ocurriendo en la Franja de Gaza es un genocidio, el Presidente respondió “Sí, cuando se bombardean hospitales, niños y viejos, me parece que sí”.

Señor Presidente, pregunte a nuestros compatriotas judíos y armenios qué es un genocidio.
Usted ha ido en más de una oportunidad a sus actos de recuerdo, ha oído los relatos y ha visto los rostros marcados por el dolor de la memoria. Usted debería saber la diferencia entre un genocidio y una guerra que un Estado democrático se ve obligado a librar contra una organización terrorista, inclusive si en ella mueren niños y viejos.

Me cuesta creer que no lo sepa y que use con tanta facilidad un término con una carga tan pesada para la humanidad.

Como no quisiera ni pensar que usted sabe que dijo una barbaridad sin fundamento-ya que eso sería atribuirle una mala intención que no desearía pensar que tiene- opto por razonar que simplemente, no tiene la información suficiente. Por ende, aunque sé que por su investidura no le debe sobrar tiempo libre, me permito tratar de aportar.

Me imagino que si lo que Israel hace en Gaza fuera un genocidio, no habría palestinos internados en los hospitales israelíes. ¿Y sabe qué? No son inventos de propaganda israelíes, porque yo los he visto con mis propios ojos..Y cuando suenan las alarmas, corren todos a refugiarse, juntos, pacientes judíos y árabes, médicos y enfermeros, también judíos y árabes…Ah, es que primero tendría que haber aclarado que eso es muy común en los hospitales de todo el país.

Le digo más. Sin ir más lejos, este domingo conocí a uno de esos médicos, un joven palestino que está haciendo su especialidad en el hospital Barzilai de Ashkelon. Es de Cisjordania. Está contra la guerra.Estoy segura que siente gran pesar por lo que ocurre con sus connacionales en Gaza…pero él puede dar fe de lo que hace Israel para ayudar a la gente, porque él mismo los atiende en el hospital israelí que lo recibió a él mismo con los brazos abiertos.

El problema es que no puedo darle pruebas de ello porque le prometí a este joven que no pondré en peligro su vida..”Es peligroso, Hamas no perdona una”, me dijo..Y yo prefiero que alguien piense que invento, a arriesgarlo a él.

Un genocidio, a menos que sea muy mal manejado-y generalmente los genocidas se arreglan bien para cometer sus atrocidades- mata a tantos en forma indiscriminada, que la víctima realmente queda reducida..Se lo habrán contado cada mes de abril cuando usted honra con su presencia el acto en la Plaza Armenia..los armenios lo saben. Y lo sé yo también por mis hermanos judíos asesinados por los nazis..un tercio del pueblo judío de entonces, seis millones, fue aniquilado.

Pero los palestinos no cesan de crecer y multiplicarse, tanto en Cisjordania como en Gaza. Según cifras de la ONU, en 1948, al fundarse Israel, había aproximadamente 700.000 palestinos en Cisjordania y Gaza.Hoy, sólo en Gaza hay 1.800.000.Extraño este genocidio…

Israel lanzó su operativo militar contra Hamas-no contra Gaza ni contra el pueblo palestino, sino contra la organización terrorista Hamas- tras reiterados intentos de lograr que cese el disparo de misiles desde allí hacia la población civil israelí. Esa población israelí en la que también hay muchos niños y viejos.

Cohetes disparados indiscriminadamente desde Gaza hacia numerosas comunidades colectivas (kibutzim), disparos hacia los agricultores en los campos, cohetes que hicieron impacto en casas particulares, jardines de infantes y escuelas, donde la gente se salvó por las alarmas que alertaron de refugiarse a tiempo, porque el cohete pegó sobre el techo blindado que el Estado construyó para proteger a sus niños, porque los niños justo entraron segundos antes de que el proyectil impacte en el patio, porque la Cúpula de Hierro desarrolla con mucho esfuerzo por Israel para proteger a su gente, funciona bien.

Puede preguntarle al Canciller Almagro cómo es la gente de esa zona ..yo hasta compartí un rico asado con él cuando visitó el kibutz Ein Hashlosha. Luego nos reunimos varios uruguayos en una sala del kibutz, Almagro estaba rodeado de varios uruguayos que por más que lleven ya décadas viviendo en la tierra de sus antepasados, siguen llevando siempre a Uruguay consigo. Si mal no recuerdo, le mostraron también al Canciller el establo del kibutz, que desde entonces y antes de eso, había sufrido varias veces por los cohetes disparados desde la vecina Gaza.

Tuvo suerte el Canciller que cuando fue a Ein Hashlosha, le tocó un día tranquilo, sin alarmas ni cohetes..Menos suerte le tocó a Carlos Cachon, sindicalista de Conaprole a quien tuve el gustazo de entrevistar en Israel, que sí estuvo bajo el peligro de los cohetes justo cuando fue a ese kibutz.

¿Y sabe qué Sr. Presidente? A pesar de ese continuo hostigamiento desde el territorio vecino, la gente de la zona no pierde la cordura, la visión humana del conflicto, la noción de que del otro lado hay gente que ellos no quisieran que sufra. Claro que siempre habrá algún energúmeno que salga a decir (y yo misma los he oído) que al fin Gaza sufre . Después de los 14 años que los niños crecen en el sur de Israel sin conocer otra realidad que la necesidad de estar constantemente alerta a las alarmas, hay también quienes reaccionan mal. No me gustan, discutí con quienes hablan así, pero no tengo ninguna duda de que son una pequeñísima minoría.

La población de Israel, en su enorme mayoría, no quiere que el otro lado sufra…simplemente quiere que le dejen vivir en paz.

El serio problema es cuando del otro lado, el pueblo mismo está preso de una organización terrorista que no repara en usar a sus propios civiles para atacar a los civiles israelíes.
Señor Presidente , ya que habla de los bombardeos a hospitales…¿usted sabe que Hamas dispara desde hospitales, que los usa para almacenar cohetes, los convierte en bastiones armados y comete así un crimen de guerra? ¿Sabe que almacena cohetes en escuelas de la ONU (yo vi las fotos)?

Le cuento algo con nombre y apellido. Entre los muchos israelíes hoy de duelo, está también el Profesor Bernardo Vidne, destacado cirujano cardiovascular nacido en Entre Ríos, Argentina. Hace una semana perdió a uno de sus nietos, de 20 años, en Gaza. El y sus compañeros entraron a un dispensario médico de la UNRWA, la Agencia de las Naciones Unidas para el bienestar de los Refugiados , para constatar si era cierta una información de Inteligencia según la cual Hamas había cavado un túnel subterráneo desde allí, uno de esos túneles que conducen a territorio israelí para cometer atentados…

(Imagínese usted que en su chacra, en 18 y Río Negro o en medio de la rambla, se abre la tierra e irrumpe a la superficie una célula armada y empieza a disparar…Claro, parece locura imaginar algo así en Montevideo ¿no? Bueno, en Israel es parte de la realidad con la que hay que lidiar, de los planes de Hamas que Israel tenía que frenar, antes de que fuera demasiado tarde).

Volvamos al nieto del cirujano argentino-israelí…y a la información de Inteligencia sobre el túnel..Pues apenas entró el batallón a esa clínica de la ONU-a pie, sin disparar, para inspeccionar- hubo una enorme explosión. Hamas había colocado ocho barriles con una tonelada de explosivos debajo del piso de la clínica de la ONU.

¿Usted se atrevería a decirle al argentino-israelí que perdió allí a su nieto que Israel no debería defenderse de estos terroristas? Es que usted dijo que “todos tienen derecho a defenderse, pero hay defensas que no se pueden hacer…todo tiene un límite”.
¿Cuál es el límite Sr. Presidente? ¿Israel tendría que haber esperado a tener cientos de muertos para después decidir que no va más?

Le cuento que este domingo entrevisté a un pibe de 21 años, paracaidista, que resultó herido en un enfrentamiento con terroristas en la zona sur de Gaza. Estuvo en casas palestinas en la zona, donde requisaron cantidades enormes de armas y municiones…guardadas en las piezas de los niños, en el armario de una jovencita…Casas vacías, porque Israel advirtió de antemano a la gente que se vaya, para poder combatir a los terroristas y los bastiones armados allí instalados.

Es terrible que eso causó destrucción…pero la responsabilidad es de Hamas que convirtió a no pocas partes de Gaza simplemente en una base terrorista. Israel no tiene derecho a no proteger a su población..Creo que su pecado fue contenerse tanto tiempo. Por el afán de no verse arrastrado a una nueva guerra, se aguantó, se aguantó..hasta que no se pudo más.
Lo que está sucediendo en Gaza, no es un genocidio Sr. Presidente. Es una guerra contra el terrorismo, en la que sufren también inocentes, no hay duda de ello-lo cual ocurre en absolutamente todas las guerras-, en la que un país que apuesta por la vida tiene que combatir a una organización que apuesta por la muerte…y que ni siquiera tiene reparos en decirlo con orgullo, abiertamente.

Fuente: Montevideo Portal

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