LEÓN OPALÍN PARA ENLACE JUDÍO MÉXICO
En la reciente guerra entre los milicianos de Hamas e Israel en la Franja de Gaza, resulta evidente que desde el punto de vista militar las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) fueron las triunfadoras. Sin embargo, la debilitada organización terrorista a raíz del menor apoyo financiero y de armas por parte de Irán y Siria, principalmente, fortaleció su imagen pública ayudada por la manipulación de la información por parte de los medios de comunicación en el mundo, que presentaron la ofensiva israelí, denominada Margen Protector, comparable con el genocidio que realizaron los nazis contra el pueblo judío en Europa durante la Segunda Guerra Mundial; asimismo, la propaganda desarrollada por Hamas entre los gazatíes ha hecho creer a estos últimos que Hamas ganó la guerra.
Por otra parte, importantes segmentos de la población de Israel han manifestado su descontento porque las FDI no lograron el desarme total de Hamas y temen que en aproximadamente dos años se suscite un nuevo episodio bélico, previsión que no está fuera de contexto al considerar que 40.0% de su capacidad para fabricar cohetes permaneció intacta; existen indicios de que Hamas ha reanudado la producción de los mismos. De acuerdo a fuentes militares de Israel, Hamas ya inició la reconstrucción de los “túneles del horror” que fueron destruidos durante la operación Margen Protector y volvió a reactivar el contrabando de armas a través de varios túneles que permanecieron intactos.
Cabe destacar que en los últimos nueve años Hamas lanzó cerca de 13,000 cohetes a territorio israelí; poco más de una tercera parte en los 50 días que duró la operación Margen Protector, lo que equivale al envío de un misil cada quince minutos, con una cobertura del 70.0% del territorio de Israel (incluyendo a Cisjordania); ello debido a que Hamas ahora cuenta con misiles de mayor alcance, como los M302, con un rango de 160 km. El abatimiento de misiles de Hamas por parte de Israel fue costoso para este último, 100,000 dólares por cada misil interceptado. Se estima que Israel erogó 9,000 millones de dólares en su ofensiva contra la Franja de Gaza.
El costo financiero y en número de víctimas de una nueva acción militar sería más oneroso para Israel en virtud de que Hamas utilizaría armas más sofisticadas y sus milicias estarían mejor preparadas; asimismo, no se descarta que el sanguinario Ejército del Estado Islámico (EI) se le uniera para combatir a Israel. El EI repetidamente ha declarado sus intenciones de destruir a esta última nación.
Hamas ha reconocido que Israel eliminó a varios de sus líderes durante la operación Margen Protector, sin embargo, aún cuenta con otros que son muy violentos. Israel y el mundo en general tienen que buscar una estrategia efectiva para borrar tantos años de odio de Hamas hacia los judíos y a los herejes; los medios de comunicación del mundo árabe están profundamente inmersos en una campaña para fomentar el antisemitismo y el antiisraelismo. Así por ejemplo, el periodista jordano, Jamal Alshawatrin, en un periódico propiedad de la fanática Hermandad Musulmana, incita al odio a Israel comparándolo con la Alemania Nazi; afirmando que el Estado Judío es hoy en día “el régimen más criminal del mundo; sólo unos pocos centenares de judíos fueron asesinados en las cámaras de gas nazis por haber traicionado a la patria”.
La coyuntura de la tregua indefinida entre Hamas e Israel representa una oportunidad para que Mahmud Abbas, presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP) tome las riendas del gobierno en la Franja de Gaza y negocie la paz con Israel a nombre de todo el pueblo palestino (los 4 millones de habitantes de Cisjordania y Jerusalén y los 1.8 millones de la Franja de Gaza). Por lo demás, Egipto, que tuvo el liderazgo en las diferentes treguas que se convinieron entre Hamas e Israel, tiene hoy día más fuerza para evitar que la Península del Sinaí se convierta en el paraíso de las operaciones de la Yihad. El Ministro de ese país ha señalado que se deben ampliar los esfuerzos para evitar el rearme de Hamas; adicionalmente, la mayoría de las naciones árabes quieren la desaparición de Hamas, organización que atenta contra su seguridad; Hamas significa el culto a la muerte y a la tiranía fanática islamita; representa la barbarie. La Yihad no debería incluir la libertad de usar el terrorismo en nombre de la religión.
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