En Rosh Hashaná comemos alimentos simbólicos, con unas bendiciones que expresan lo que deseamos para el siguiente año. Contemplamos lo que estas comidas simbolizan, y las conectamos con la fuente de todas las cosas buenas.
Las comidas simbólicas están basadas en un juego de palabras que conecta el nombre de ciertas comidas con una esperanza en particular que tenemos para el nuevo año.
Así simbolizandolos a través de la naturaleza, nos salimos de nuestra rutina para recordarnos que somos parte de un todo. Y por ello, año con año, volvemos a tener contacto con ella.
Las manzanas se comen untadas de miel.
Antes de comerlas se recita la bendición de frutos de árbol, deseando que el año que comienza sea dulce y bueno.
El judaísmo nos enseña que todo lo que sucede está orientado hacia el bien, ya que todo es parte de la voluntad divina.
Aún las situaciones que a nuestros ojos pueden parecer “malas”, en realidad son buenas; así, cuando pedimos a D-os que el año sea dulce además de bueno, lo hacemos sabiendo que todo lo que ocurra será para bien.
Se coloca en la mesa de Rosh Hashaná “Carti” o sea poro porque en hebreo esta palabra se parece a “icaretú” lo que significa “destruyan”. Pedimos: Sea tu voluntad nuestro Dios y Dios de nuestros padres que se destruyan nuestros enemigos y nuestros adversarios y todos los que buscan nuestro mal. Se come el poro cocinado de distintas formas.
Siendo una fruta de abundantes semillas, la granada se come para rogarle a Dios por la abundancia en méritos.
Pedimos: “Sea tu voluntad nuestro Dios y Dios de nuestros padres que quebrantes los malos decretos y que invoquen ante ti nuestros méritos”
La granada se come para rogarle a D-os que multiplique nuestros méritos y los haga abundantes como las semillas de la granada que, se dice, son 613, tantos como las mizvot.
La calabaza redonda, en hebreo llamado
“Kara”, se asemeja a la palabra “shetikra” o sea “que rompas”, lo que pedimos a Dios que haga con los malos decretos .
La Acelga es uno de los elementos de la cena de Rosh Hashaná, representa nuestra petición a Dios de “eliminar” a nuestros enemigos, no matándolo, sino, de nuestras vidas y el propósito es rogarle a Dios que elimine nuestros enemigos.
El motivo por el cual se comen dátiles en Rosh Hashana se debe a que en hebreo La palabra “Tamar” (dátil en hebreo) se asemeja a la palabra “Tamú” que significa “Exterminen”, lo cual pedimos para nuestros opresores; no en calidad física o de manera literal, sino al volverlos amigos o aliados.
Se toma el dátil y se bendice: Bendito Tú, Dios nuestro, Rey del universo que crea el fruto del árbol.
Cabeza de pescado: algunas familias de Ashkenazim tienen la costumbre de colocar en la mesa cabeza de pescado, pidiéndole a Dios que seamos cabeza y no cola, otra interpretación es que, en la cabeza donde se encuentran los ojos del pez, que siempre están abiertos, se coloca para pedirle a Dios que siempre esté con sus ojos sobre su pueblo; y una tercera interpretación indica que el pez tiene abundancia en crías, pidiendo abundancia en familia.
En símbolo de celebración, se hace un Kiddush (bendición del vino) especial para la festividad. La bendición She-hejeianu es incluida en el Kiddush ( es la bendición de estrenar , en este caso un año nuevo)
Durante las Altas Fiestas, se utiliza una jalá redonda – simbolizando plenitud y finalización. Después de haber hecho la bendición de “Hamotzí”, es costumbre untar el pan con miel – simbolizando nuestro deseo de un dulce nuevo año.
Shofar
La mitzvá esencial de Rosh Hashaná es escuchar el sonido del shofar. Los sonidos del shofar después de la lectura de la Torá se llaman “Tekiot M’yushav”.
La obligación mínima es escuchar nueve sonidos. Sin embargo, hay duda si el sonido del shofar debe ser del tipo que suena como un gemido (Shevarim), o como un sollozo (Teruá), o una combinación (Shevarim-Teruá). Por eso, se llevan a cabo los tres sonidos, cada uno precedido y seguido de un sonido continuo, Tekiá.
Se acostumbra tocar el shofar en el mismo lugar donde se lee la Torá, para que el mérito de la Torá nos ayude. El shofar debe ser tocado durante el día.
El shofar utilizado en Rosh Hashaná debe ser un cuerno curvo de carnero, mayor a 10 cm. Está permitido utilizar un shofar hecho de un animal que no fue sacrificado ritualmente. De hecho, cualquier shofar es aceptable excepto el cuerno de una vaca, buey o una especie animal no kosher.
#RoshHashaná2014
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