AGENCIA DE NOTICAS ENLACE JUDÍO MÉXICO – Hoy en día, los arbaat haminim se venden tanto en forma suelta y sin supervisión, como en cajas cerradas con la supervisión de distintos rabinos. Es por eso que lo más aconsejable es que hasta que la persona estudie en profundidad este tema y conozca a la perfección todas las leyes de los arbaat haminim, compre los que vienen con supervisión, o si compra los sueltos, debe llevarlos a una autoridad rabínica competente para que pueda verificar si realmente son kasher o no.
El Etrog
La primera especie que la Torá menciona es: “el fruto de un árbol esplendoroso”. La palabra “hadar” (que traducimos como “esplendoroso”), puede significar tanto “magnificencia, hermosura” como “que mora, que reside”. Este fruto debe ser hermoso de aspecto y también debe permanecer en el árbol mucho tiempo, en palabras de Nuestros Sabios: “shedar beilanó mishaná leshaná” (que mora en su árbol de un año a otro). El Talmud nos explica que a diferencia de otras frutas que se desprenden del árbol al madurar, el etrog no sigue esta norma, sino que continúa colgado de la rama hasta que por su propio peso provoca que la rama llegue al suelo.
El etrog tiene cuatro partes principales: la shoshaná, el pitom, el jotem y el oketz, y en su forma exterior es parecido (no idéntico) a un limón.
Si colocamos al etrog con el lado del cual crece del árbol hacia abajo, veremos en la parte inferior un pequeño tallo del cual cuelga del árbol llamado el oketz. Más arriba, desde la parte donde la fruta empieza a hacerse angosta hasta el final, encontramos el jotem. Más arriba después de que terminó el fruto en sí, veremos que sobresale un pequeño tallo llamado el pitom, y continuando hacia arriba, aparece algo parecido a un clavo de olor llamado la shoshaná.
Para que un etrog sea válido no tiene que ser extraído de un árbol que sea híbrido (por ejemplo una mezcla entre cidra y limón); y como mínimo, el tamaño del etrog debe ser el equivalente a 100 cc. Además, el árbol del cual se tomó el etrog debe tener más de cuatro años de vida.
El color del etrog debe ser amarillo, y en caso de no haber madurado – verde amarillento. Sin embargo, si su color es anormal, por ejemplo: negro, café o naranja, el etrog es pasul (invalidado). La forma del etrog debe ser alargada y no redonda como una pelota; él debe ser ancho en su parte inferior y puntiagudo en su parte superior.
Al etrog no le debe faltar la cáscara, e incluso si tiene algún rasguño puede quedar pasul, es por eso que si esto ocurre se debe consultar con una autoridad rabínica. Por otro lado, la cáscara del etrog no debe ser lisa sino que debe tener protuberancias, y ésta es una de las cualidades que hace a la belleza de esta fruta. Si el etrog tiene ampollas o alguna enfermedad causada por putrefacción, musgo u hongo es también pasul. Puntos negros o de color café en determinados lugares del etrog pueden invalidarlo, por lo tanto, si esto ocurre se debe consultar con una autoridad rabínica.
Si el pitam se cayó antes o durante la fiesta y el etrog quedó “incompleto” se debe consultar a una autoridad rabínica, pero si el oketz se cayó, esto invalidará al etrog. Si el etrog nunca tuvo shoshaná y pitom incluso después de madurar – es kasher.
El Lulav
El lulav es una rama de palmera datilera, que tomamos del centro del árbol, antes de que ésta comience a abrirse desplegándose hacia ambos lados, y debe ser derecho y no encorvado, pareciéndose a una vara. Si el lulav está seco no es kasher, es por eso que no debemos usar un lulav del año anterior. Además hay que procurar que sea de color verde. Cada hoja del lulav se llama tiómet y es doble.
Para cumplir con la mitzvá debemos verificar que la hoja central esté completa y no partida en el centro en forma vertical. También debemos verificar que la parte superior no esté cortada o rota en forma horizontal faltando la punta del lulav. En caso de que la mayoría de las hojas comenzaron a abrirse y cuelgan hacia abajo, si se endurecieron en esa posición igual que las ramas de palmeras que ya crecieron, el lulav no es apto para la mitzvá.
El largo del lulav debe ser de 40 cm como mínimo y debe estar recubierto de hojas por ambos lados. Si el tallo está quebrado pero unido, no se debe tomar ese lulav para la mitzvá, a menos que queden por lo menos 40 cm de tallo, aún si lo cortamos por sobre la quebradura.
El Hadás
Para cumplir con la mitzvá de los arbaat haminim debemos tomar tres ramas de mirto. El mirto que encontramos común en jardines no es apto para la mitzvá, pues las hojas del hadás deben formar un trío, es decir que a la misma altura del tallo deben nacer tres hojas que lo circundan, cubriéndolo como un anillo, pero si dos hojas nacen a la misma altura y una tercera más arriba o más abajo, este hadás no es válido, y ese tipo de mirto que no sirve para la mitzvá se llama “hadás shoté”.
El largo del hadás debe ser 30 cm aprox, de los cuales, la mayoría (16 cm aprox.) debe estar recubierto de tríos de hojas. Estos 30 cm se deben medir como la distancia que hay entre los tríos de hojas de los extremos y no midiendo el tallo en sí.
Los frutos del mirto son como pelotillas que al madurar se tornan de color violeta oscuro, y si nuestros hadasim vinieron con sus frutos, ellos deben ser removidos antes de la fiesta con mucha cautela para no invalidarlo.
Para preservar la humedad del hadás es recomendable cortar cuidadosamente su tallo en forma diagonal con un cuchillo muy afilado, ponerlo en un recipiente con agua de manera tal que sólo el tallo quede recubierto por el agua y luego dejarlo dentro de la casa en un lugar con sombra. En la víspera de la fiesta se lo sacará del agua para atarlo con las demás especies, y después de atar el lulav también es recomendable guardarlo dentro de una bolsa plástica en un lugar sombreado, agregando unas gotas de agua dentro de ella para preservar la humedad. Está permitido agregar gotas de agua en Iom Tov para preservar las especies durante el resto de la fiesta.
La Aravá
Para cumplir con la mitzvá de los arbaat haminim debemos tomar dos ramas de aravá. La aravá es un tipo de sauce muy frondoso, que por lo general se encuentra cerca de ríos, arroyos o fuentes de agua. La hoja del sauce que es kasher para la aravá debe ser alargada y sus bordes deben ser lisos o casi lisos. Existen otras especies que sus hojas son más bien redondeadas y el borde de sus hojas es como una sierra, y esa especie no es apta para cumplir con la mitzvá. La rama de la aravá es de color rojo amarronado.
Además, hay que prestar atención al hecho de que a diferencia del eucalipto que tiene un aroma agradable y sus hojas son muy similares a las de la aravá, el sauce no tiene olor y las personas se pueden confundir entre ellos.
La aravá requiere de mucha humedad y sus hojas se desprenden fácilmente, es por eso que después de cortar las ramas de la aravá – preferiblemente en la víspera de la fiesta – es bueno guardarlas en un lugar fresco, a la sombra, dentro de una bolsa de plástico y con muy pocas gotas de agua pues sus hojas se pudren fácilmente. Cuando el color de la aravá comienza a cambiar y se puso de un color grisáceo y las hojas se hacen quebradizas, eso significa que la aravá está seca y queda invalidada.
El largo mínimo de la aravá debe ser el mismo que el del hadás y se mide de la misma forma: 30 cm. aprox. de los cuales la mayoría de la rama (16 cm. aprox.) debe estar cubierta por hojas. Asimismo, hay que cuidar que las primeras hojas en la punta de la aravá estén presentes, y al atar en conjunto las especies hay que cuidarse de no remover las hojas de la aravá.
La aravá que tiene en su punta las hojitas completas como retoño, es la mejor para cumplir con esta mitzvá, y este retoño se llama lavluv.
La Unión de las Cuatro Especies
Para cumplir la mitzvá de las cuatro especies se deben tomar en total un lulav, tres hadasim y dos aravot que se deben atar juntos, y además necesitamos un etrog .
Primeramente se coloca el lulav sobre una superficie plana con su “columna” hacia arriba. Una forma de diferenciar en el lulav la parte anterior de la posterior, es fijándose en su color y su forma, ya que por lo general la parte frontal es más verde, redondeada y brillante.
Luego, se toman tres hadasim que se deben colocar a la derecha del lulav de manera tal que sus extremos superiores estén más bajos que la punta del lulav, y después tomamos dos aravot que se deben colocar a la izquierda del lulav de manera tal que sus extremos superiores estén más bajos que las puntas de los hadasim. Estas tres especies, deben ser dispuestas de la manera en que ellas crecen, es decir, las hojas hacia arriba y el tallo hacia abajo. Hay quienes hacen tres ataduras en el lulav, donde una de ellas (la inferior) amarra las tres especies juntas y las otras sólo amarran al lulav.
Para atar estas especies se pueden utilizar hojas de lulav, pero si el lulav tiene el tamaño mínimo o un poco más, no se deben desprender de él hojas para las amarras.
Fuente: judaismohoy.com
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