Israel cierra la Explanada de las Mezquitas de Jerusalén ante la creciente tensión con los palestinos

SAL EMERGUI

La Policía israelí ha matado al palestino que tiroteó ayer a Yehuda Glick, derechista judío que defiende el rezo de judíos en la Explanada.

Israel.- Tras varias horas de persecución, agentes de la unidad de la lucha antiterrorista de la Policía israelí han matado esta mañana en Jerusalén Este a Mutaz Higazi (32), ex preso palestino perteneciente a la Yihad Islámica. Según los servicios secretos internos, Higazi que se resistió a la detención disparando desde el tejado de un edificio del barrio palestino de Abu Tor, intentó asesinar anoche al rabino Yehuda Glick (49), líder derechista del movimiento “Fieles del Monte del Templo”.

“El sospechoso abrió fuego contra los agentes que respondieron disparándole y matándole”, informa sobre la operación de esta mañana Micky Rosenfeld, el portavoz de la Policía israelí, en estado de alerta en Jerusalén.

Glick participó anoche en la conferencia “Israel regresa al Tercer Templo” celebrada en el Centro Beguin de Jerusalén y que citó a seguidores y partidarios de su polémica campaña a favor del rezo de judíos en la Explanada de las Mezquitas o Monte del Templo. Una campaña que cuenta con la rotunda protesta de los musulmanes y el veto de los ultraortodoxos judíos.

El agresor palestino trabajaba en la cocina del Centro Beguin de Jerusalén. Tras finalizar su jornada laboral, esperó fuera del edificio a Glick, le disparó y huyó en su motocicleta hacia Abu Tor.

“Un motorista se acercó a Yehuda y en un hebreo con fuerte acento árabe le preguntó: ¿Tú eres Yehuda Glick? Cuando le dijo que sí, le disparó tres tiros a distancia cero. El cobarde terrorista huyó en lo que es otro atentado contra judíos en la capital de Israel”, cuenta Moshe Feiglin, diputado ultranacionalista del Likud y amigo de Glick.

Higazi estuvo en la cárcel israelí por participar en varios atentados durante la Segunda Intifada. Antes de su liberación hace dos años, prometió luchar contra “los sionistas en Al Quds (Jerusalén) de los valientes” tal y como se aprecia en un vídeo emitido esta mañana en el Canal 2.

Entre la vida y la muerte

Tras ser tiroteado, Glick fue trasladado de urgencia al Hospital Sharei Tsedek donde esta mañana sigue debatiéndose entre la vida y la muerte.

De nacionalidad israelí y estadounidense, había recibido amenazas de muerte por parte de palestinos que ven su campaña como “un intento de agredir la santidad de la Explanada de las Mezquitas”.

Glick solía pedir al Gobierno de Benjamin Netanyahu un cambio del statu quo de este recinto religioso. “Hay que evitar por todos los medios posibles que judíos radicales contaminen y profanen el lugar sagrado para los musulmanes”, declaró hace unos días el presidente palestino, Abu Mazen. Ayer en una entrevista al Canal 10 israelí negó rotundamente que los palestinos deseen una Intifada en Jerusalén o Cisjordania.

Debido a sus actividades, Glick tampoco era “popular” en la Policía que le consideraban un “elemento desestabilizador” en el kilómetro más sagrado del mundo. “Entiendo que a la Policía no le guste lo que yo hago ya que quieren calma. Pero yo me debo al Monte del Templo, el lugar más sagrado del mundo”, comentó Glick hace una semana en una entrevista a la radio local. Su gran sueño era reconstruir el Templo -destruido hace más de 2000 años- del que el Muro de las Lamentaciones es su último vestigio.

“En lugar de hacer caso a las amenazas de muerte de los terroristas palestinos, la Policía israelí le hizo la vida imposible a Yehudapese a que no era radical”, denuncia su padre en el hospital.

Cierre histórico

Se teme ahora que el atentado contra Glick provoque acciones de venganza de jóvenes radicales judíos contra palestinos en Jerusalén. Más allá de enviar más fuerzas policiales a la ciudad, el Gobierno israelí ha ordenado el cierre hoy de la Explanada de las Mezquitas. Una prohibición vigente para judíos y musulmanes.

El Wakf, la autoridad islámica que administra el día a día en la Explanada de las Mezquitas, ha advertido que el cierre temporal no sólo no calmará los ánimos sino que “es un paso muy peligroso que añade gasolina a la pira que ha comenzado a arder en la ciudad vieja”.

El jeque Azam Tamimi ha exigido la apertura inmediata del recinto para el rezo de los musulmanes. Según algunos medios, el cierre de la Explanada de las Mezquitas a los rezos y visitas podría ser levantado este jueves en función a las circunstancias.

Esta mañana, un grupo de creyentes judíos vinculados con el movimiento de Glick se ha presentado en uno de los accesos para intentar entrar y protestar ante lo que llaman “rendición israelí ante el terrorismo árabe en Jerusalén”.

Fuente:elmundo.es