Platicando con Carlos Alazraki: el hombre, el judío, el padre y el profesional

MAY SAMRA ELENA BIALOSTOCKY PARA AGENCIA DE NOTICIAS ENLACE JUDÍO MÉXICO

Carlos Alazraki es un hombre divertido, lleno de ideas. Un “creativo”, aunque este apelativo trillado le queda corto al personaje, que es un verdadero volcán de ideas que se desbordan, conceptos inéditos y propuestas “out of the box”. A sus 67 años, el publicista doblado de productor, doblado de periodista, doblado de mercadólogo, quien conduce dos espacios en televisión nacional, sigue aplicando en su vida diaria el lema: “Creer, crear, crecer”- y no se detiene, encontrando tiempo, incluso, para una visita a una de las instituciones femeninas más antigua de México.

Carlos fue invitado al desayuno que la WIZO México organizó para los medios de comunicación judíos, en el que tuvimos la oportunidad de conocer los proyectos de esta organización internacional, así como solicitar consejos del publicista.

En un siglo en el que nada sorprende, Carlos es capaz de olvidarse de todo lo convencional y “políticamente correcto”: de esta manera ha revolucionado la publicidad en México y asegurado una gran tajada del mercado en mercadología política mexicana. Así mismo, creó a dos excepcionales cineastas, Gari y Mark Alazraki .

De hecho, bien podría ser que su hijo Gari le deba su carrera: “Cuando Gari tenía 9 años, estábamos haciendo un comercial de la Fundación Bimex. Eran unos marcianos que perseguían a un chavito en la luna, y el chavitol montaba una bici Bimex y se les escapaba; los marcianos acababan frustrados. Estábamos haciendo la toma cuando Gari me dijo: Pa, ¿les puedes decir a los marcianos que se pongan más frustrados? Y yo le dije “Díselos tú. Y ahora di: Cámara, acción”. Lo dijo y le confirmé que éste sería su trabajo”.

Alazraki es orgulloso de su judaísmo. Se autonombra “sionista” y aprendió de sus padres que dar es la forma de agradecer las bendiciones que otorga la vida: “Mi padre era super dadivoso y mi madre también. Me decía que había que pagar de regreso a tu país y a la gente necesitada”. Desde temprana edad, transmitió esta enseñanza a sus hijos. “Ibamos a Beth Israel y a la iglesia a dejar ropa. Todas las enseñanzas son desde casa”. A partir de la casa también se aprende la bondad, la ética y la compasión.

La comunicación en familia es básica: “A mis dos hijos de 37 y 35 años, les ordeno dejar el celular cuando vienen a comer a mi casa”.

El ícono de la publicidad opina que en México no hay antisemitismo: “Yo llevo 67 años y fuera de “Pinches judíos, mataron a Cristo”, no existe… Primero somos mexicanos, estamos aquí con pasaporte mexicano. Somos como los españoles y los libaneses, una comunidad más en nuestro país. Yo soy de la opinión de que todo lo que haga la comunidad judía lo tiene que saber todo México.”

El método de mecadotecnia Alazraki incluye el “Definir el qué para saber el cómo”. Hay que limitar el “target” de cada campaña y buscar el “Love Brand” en vez de la imagen institucional.

Para vender el producto “Comunidad” , Alazraki ha diseñado una estrategia de 4 eventos positivos anuales, a los cuales se va a dar gran cobertura. Aconseja no “clavarse” en el pasado, lo cual le parece una pérdida de tiempo. “El pasado no aporta nada. El problema de la Comunidad Judía de México es una re-definición de a dónde queremos ir”.
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En cuanto a las instituciones judías,”si no tienen muy claro qué es lo que quieren comunicar, no lo van a poder hacer. Lo primero que tienen que preguntarse es ¿qué quieren hacer? ¿qué tanto quieren salir y cómo?”

Interrogado acerca de cómo promocionaría la marca –país “Israel”, Alazraki nos recuerda que “Perception kills reality”: “Decir que “hay más malos” (los sirios, los iraquíes) no nos lleva a ganar. Israel no responde ( a los ataques), es una política mala, muy mala. Se lo dije al Presidente de Keren Kayemet LeIsrael, en el marco de una visita a Israel: “ Si no responden, van a pagar las consecuencias”. Por otra parte, hay que elegir a qué responder, pues sin reacción la nota muere; por ello, hay que ignorar los ataques que no valen la pena”.

Finalmente, Carlos nos confesó que el peor error de su vida fue haber aceptado tomar la palabra en la Manifestación pro Israel frente a la Embajada de este país, en la cual fue criticado. Primero, dice, hay que conocer la audiencia a la cual se está uno dirigiendo.

¡Gracias WIZO por este apasionante encuentro- ¡y el exquisito desayuno!