AGENCIA DE NOTICIAS ENLACE JUDÍO MÉXICO
Los hutíes de Yemen lo celebra por primera vez, en Siria lo hacen con decoro por respeto a los muertos de la guerra, en Irak con alivio pese a los 100 muertos. Arabia Saudí vivió un atentado de unos pistoleros en plena celebración.
La celebración de la Ashura demuestra la polaridad y la diversidad del mundo musulmán. Se puede pasar de los gritos de “Muerte a EEUU” y “Muerte a Israel” de miles de iraníes frente a la que fue la Embajada estadounidense en Teherán antes de la Revolución Islámica (1979) al miedo de los chiíes a atentados por parte de la Yihad. Y en medio, fe y violencia.
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El 35 aniversario de la toma de la legación americana -que derivó en el secuestro de 54 estadounidenses por estudiantes islámicos durante 444 días y provocó la ruptura de relaciones entre Washington y Teherán- estuvo marcado por una asistencia menos numerosa que otros años -por la lluvia y la coincidencia con el festivo nacional- y por el luto y honra al tercer imam del islam.
“Hoy es el aniversario de la toma del Nido de Espionaje de EEUU, un día de lucha contra la Arrogancia y, también, es el día de Ashura. Hemos venido aquí para gritar ‘Muerte a EEUU’. Esta concentración es simbólica y se lleva a cabo frente al que fue el centro de corrupción del gobierno de EEUU en Irán”, explicó a Efe el clérigo Moytaba Abaslú, uno de los miles de asistentes al evento.
Este religioso consideró que “la República Islámica nunca podrá aceptar a EEUU y el día que lo acepte será como su muerte”, si bien no se opone a que su país y las potencias occidentales, entre ellas Estados Unidos, traten de alcanzar este mes un acuerdo nuclear.
A su lado y a lo largo de la avenida Taleganí, en el centro de Teherán, marcharon cientos de personas, ataviadas de riguroso negro, con pancartas que honran a Hosein y a sus familiares y carteles anti-estadounidenses, muchos con la leyenda “Muerte a América” escrita en persa y traducida al inglés como “Abajo América”.
Decenas de pancartas muestran a Estados Unidos y a su presidente,Barack Obama, como asesinos sangrientos, mentirosos y culpables de los ataques de Israel a la Franja de Gaza.
En la marcha participaron tres camiones militares cargados con los restos mortales de 45 “mártires” (caídos) de la guerra de Irán-Irak (1980-88), que fueron enterrados en un cementerio cercano al acabar la ceremonia.
“Como un musulmán he venido a anunciar mi odio a EEUU. Al igual que el imam Hosein se levantó frente al gobierno de opresión de su época, el imam Jomeini (Ruholá, líder de la Revolución Islámica), también se enfrentó con el opresor de su tiempo, el Gobierno de la Arrogancia, que es el gran satán de nuestra época: Estados Unidos”, declaró a Efe otro clérigo que prefirió no decir su nombre.
“Si EEUU no reconoce nuestros derechos, debe saber que somos hijos de Hosein y que estamos listos y firmes, y resistiremos para proteger los valores de la Revolución Islámica”, añadió.
Otra asistente, una mujer de unos 50 años, que se identificó como Mahbube Hoseiní, aseguró que ha venido para darle “un mensaje al mundo”: que “todo el pueblo iraní está parado ante EEUU e Israel y ante su avaricia, y todos con una voz unida apoyan a su líder supremo, el querido imam Jameneí”.
“Todo el pueblo de Irán grita ‘muerte a EEUU, muerte Israel’. Este es nuestro eslogan y hasta la ultima gota de nuestra sangre defenderemos a nuestro líder, el islam y el Corán”, añadió.
Las concentraciones para recordar la toma de la legación estadounidense, que muchos iraníes consideran un triunfo ante la máxima potencia del momento, y vinculan con el honor y libertad de su país, se celebraron también en cientos de pueblos y ciudades y en ellas participaron, según las autoridades iraníes, “millones de personas”.
Los chiíes en cambio lo celebran en Oriente Medio con miedo por el avance de la Yihad
Millones de chiíes en Oriente Medio celebraron hoy su principal festividad, la Ashura, desafiando los habituales atentados contra sus concentraciones, aunque con el agravante de la ofensiva del suní Estado Islámico (EI) en la región.
La batalla que se registró en el año 680 en la ciudad iraquí de Kerbala continúa derramando sangre cada año que los chiíes conmemoran la muerte de Husein, el nieto del profeta Mahoma, durante ese enfrentamiento que originó la división musulmana entre chiíes y suníes.
Hoy ha sido un día de dolor, duelo y reflexión en algunos barrios de países como el Líbano, Siria, Irak, Yemen o Arabia Saudí, que se llenaron de religiosos, adultos y niños, que mostraron su pena llorando, rezando, dándose golpes y latigazos en la espalda, o incluso haciéndose cortes en la frente en busca del “perdón divino”.
Cerca de 3.500.000 chiíes ocuparon entre ayer y hoy la ciudad santa de Kerbala, en el sur de Irak, en medio de fuertes medidas de seguridad debido a las amenazas terroristas intrínsecas en la ofensiva en el país llevada a cabo por los yihadistas del grupo Estado Islámico (radical suní).
Este año solo han muerto 100 personas… dicen en Irak con alivio
Más de 32.000 miembros de las fuerzas de seguridad y la aviación iraquí protegieron la celebración de este año, cuyos prolegómenos comenzaron hace diez días con los primeros peregrinajes.Una fuente iraquí de seguridad señaló que murieron cerca de cien personas, una cifra muy inferior a la de los precedentes, ya que no se produjeron grandes ataques en estas fechas. Abdel Hadi al Hasan, de 45 años, desafió las amenazas y marchó 80 kilómetros a pie desde Bagdad hasta Kerbala. Al Hasan aseguró haberse sentido “seguro” por la presencia de la policía y señaló que está “contento” con los servicios que se ofrecen a los visitantes -comida y bebida-.
“Esto es una revolución contra la injusticia y una celebración de todas las personas honestas de diversos países del mundo que han venido a Kerbala”, dijo el chií Tahsin al Hasnaui. Además, advirtió de que “los chiíes van a seguir su lucha” contra la organización terrorista del Estado Islámico.
Los hutíes celebran su primera fiesta en Yemen dispuestos a luchar contra la corrupción
Por otra parte, Yemen, azotada por el conflicto entre el Gobierno central y el movimiento chií de los hutíes “Ansar Alá” (Seguidores de Alá), que controla varias zonas de la capital, vivió hoy su primera celebración tras semanas de tensión. Más de 4.000 chiíes se concentraron en un polideportivo de Saná rodeado de las fuerzas de seguridad y varios puestos de control establecidos a unos cien metros del lugar.
Es la primera vez también que los hutíes celebran la Ashura en Saná después de su invasión a la capital el pasado 21 de septiembre. Habitualmente lo han hecho en su bastión en la provincia de Saada, en el noroeste del país.
“He venido a este lugar para dejar claro que estamos avanzando en el camino hacia la libertad, el mismo hacia el que caminó Husein“, dice el hutí Abdalá al Faqih, que añadió que “la etapa del miedo terminó y (los hutíes) van a ganar a la corrupción”. Esta celebración estuvo prohibida durante la presidencia de Ali Abdalá Saleh (1990-2012).
En Arabia Saudí un grupo de desconocidos sembró el caos disparando a la multitud
En Arabia Saudí, la muerte irrumpió en la celebración de la Ashura después de que un grupo de desconocidos abriese fuego de forma indiscriminada con fusiles y revólveres contra una mezquita chií en la provincia de Al Ahsá, en el este del país, lo que costó la vida al menos a cinco personas.
Siria lo celebra con calma por seguridad y respeto a sus muertos
En Siria, los fieles que celebran la Ashura mantienen un perfil bajo desde el comienzo del conflicto en 2011 por respeto a los fallecidos en la contienda y por razones de seguridad. De hecho, los medios de comunicación oficiales apenas se han hecho eco de actividades por esta fiesta.
Aun así, en barrios de Damasco, como el de Al Iman y el de Yafar al Sadeq, podían verse estos días emblemas negros y verdes y pancartas con mensajes como “Todos los días son la Ashura y todos los lugares son Kerbala”.
En el vecino Líbano, diferentes desfiles de jóvenes ocuparon varios barrios bañados en lágrimas y sollozos, con plegarias dirigidas a Husein mientras alzaban banderas del grupo chií Hizbulá. “Este año yo he salido con más temor porque los atentados en Trípoli (norte) y Arsal (fronteriza con Siria) tienen crispado el ambiente”, confesó a Efe Nasrat Naame, dentista de profesión.
La chií Marvat Kashmen, por su parte, celebró que las medidas de seguridad tomadas este año hayan impedido el acceso de coches a los barrios chiíes libaneses salvaguardando la celebración.
Fuente:lainformacion.com
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