¿Qué dice Podemos de Israel?

ELI COHEN

En España, el partido ultraizquierdista Podemos y su líder, Pablo Iglesias, están de moda. Su éxito está siendo objeto de infinidad de análisis y opiniones. Podemos y Pablo Iglesias son toda una novedad en el panorama político español, pero ellos ni son novedosos ni, mucho menos, originales. Su mensaje llevamos años escuchándolo. También en lo relacionado con Israel y Palestina.

Antes de Podemos y de su omnipresencia en las tertulias televisivas –Intereconomía fue la primera tele facha en encumbrarlo–, Pablo Iglesias hizo pocas alusiones a Israel o al conflicto de éste con los palestinos en su blog Otra vuelta de tuerka del diario Público. En un post de septiembre de 2013 sobre la banalidad del mal a propósito del biopic de Hanna Arendt, Iglesias escribió:

Cuando los seres humanos son desempoderados y sometidos a la humillación y al miedo, un enorme porcentaje de ellos desarrolla la condición humana más miserable; basta leer a Primo Levi narrando su experiencia en Auschwitz para comprobarlo. El escándalo que provocó y que ha reabierto la película es, además, paradójico, pues el propio Estado de Israel es, en sí mismo, un reconocimiento de la señalada obviedad. La construcción de un Estado armado hasta los dientes, convencido de que sólo la fuerza sin escrúpulos es la garantía de que nadie jamás volverá a humillar a los judíos, no es solo la concreción del proyecto sionista, no es sólo su respuesta al Holocausto, es además la promesa de que los judíos no volverán a ser víctimas, aunque su Estado tenga que convertirse en verdugo y asesino de otros pueblos. Nadie ha dado tanto la razón a Arendt en este aspecto como el Estado de Israel.

Pablo hacía gala entonces de esta mitología moderna que acepta al judío que muere en los campos de concentración pero rechaza al judío que defiende su vida armado con un fusil y lo tiene como “verdugo y asesino de otros pueblos”. Lo cual no deja de resultar aberrantemente hipócrita, tratándose de alguien que elogia al gran revolucionario que fue Lenin y apoya abiertamente el derecho a portar armas.

Las ideas de Podemos en política exterior, más allá de lo relacionado con Europa, no se sacaron mucho a colación durante la campaña de las recientes elecciones europeas –la estrategia de Pablo Iglesias y de Juan Carlos Monedero fue incidir en la crisis nacional, en la troika y en la denominada “desafección ciudadana”–. Ahora bien, dedicaron su punto a Israel y Palestina; el simplista punto 4.5 de su programa, concretamente:

Política de apoyo a la autodeterminación del Sáhara Occidental. Reconocimiento del Estado Palestino y exigencia de la devolución íntegra de los territorios ocupados por Israel.

No se habla de qué forma tendría el Estado palestino ni se nos informa de su parecer respecto de Hamás, que clama por la desaparición del Estado de Israel, que no es precisamente un movimiento político tolerante, democrático y paritario y que además está desde 2003 en la lista de organizaciones terroristas de Estados Unidos y la Unión Europea. Entendemos que su programa y su mensaje se centraban en la situación que atraviesa España y Europa, por tanto, en estos temas quizá simplemente decidieron cumplir con la tradición de la extrema izquierda. El cálculo electoral resultante de apoyar la causa palestina (que en el imaginario popular se traduce en antisionismo, que por extensión es también antiamericanismo) ya fue abrazado por el zapaterismo, y Podemos no iba a dejar de subirse a ese carro.

Sea como fuere, el Estado de Israel vuelve a aparecer una segunda vez en el programa de Podemos, en el punto 5.2; y aquí es cuando se confirman todas las sospechas:

Revisión sustancial de la política comercial de la Unión Europea y apuesta por una política comercial basada en el respecto de los derechos humanos (lo cual implica revisar los acuerdos comerciales con países que incumplan flagrantemente estos derechos, como es el caso de Israel) (…) Ampliación de las relaciones económicas y las fórmulas de cooperación, buscando una mayor integración económica en el medio plazo en materia de financiación, comercio e inversión a todos los efectos, con los Países del Sur de Europa, de América Latina y del Magreb, como punto de partida.

Vamos a ver: Israel viola flagrantemente los Derechos Humanos, pero Siria (160.000 muertos en 3 años) parece que no. Hay que romper relaciones comerciales con Israel, pero ampliarlas con países del Magreb como Marruecos, una monarquía absoluta donde el laicismo y la justicia y la igualdad sociales no son, precisamente, los ejes de la política nacional (que yo recuerde, señor Iglesias, lo de la tradicional amistad con los pueblos árabes era cosa de un dictador patrio que murió en la cama).

En un demócrata, como siempre se define Iglesias, el apoyo a regímenes que no procuran libertades ciudadanas o seguridad jurídica es una actitud, cuanto menos, extraña.

Si Iglesias es demócrata ¿por qué dirige Fort Apache, un programa de tertulia política en Hispan TV, la televisión impulsada por el régimen iraní, inaugurada por el mismo Ahmadineyad, ese que decía que el Holocausto era mentira y que había que borrar a Israel del mapa? ¿Respeta Iglesias la libertad de opción de los pueblos? ¿Apoya eso de “Ellos no están preparados para la democracia”, argumento racista bien difundido por su amigo Jorge Verstrynge?

Iglesias tiene buena formación, ha recorrido mundo y sabe perfectamente lo que les pasa a los homosexuales en Irán. Si en una entrevista con Ana Pastor hablaba de la “desgraciada homofobia” del PP, qué decir de los propietarios de Hispan TV. Bueno, ya sé que regatea como un delantero brasileño cuando le mencionan Cuba, pero si le gusta tanto la revolución castrista, entonces es entendible por qué corre un tupido velo ante el infierno que viven los gays en Irán.

En cuanto al otro ideólogo de Podemos, la cabeza pensante entre bambalinas, compañero de batalla y de gremio de Pablo Iglesias, Juan Carlos Monedero, su actitud ante el conflicto palestino-israelí es propia de bloguero en pijama que se pasa horas leyendo sobre extrañas conspiraciones. Basta con ver este vídeo, en el que dice que la película de Disney Aladdn tiene un mensaje subliminal sionista, para hacerse una idea.

La Tuerka, el programa que presentan conjuntamente Iglesias y Monedero, ahora bajo el paraguas de Público TV, apoya el boicot a los productos israelíes, y el 9 de junio, en su página de Facebook, hizo un llamamiento de adhesión ciudadana al boicot.

En definitiva, lo poco que dice Podemos sobre Israel es lo de siempre. Prefieren regímenes tiránicos a la democracia israelí. Mientras a los países de la zona les buscan excusas, escudadas siempre en el mantra del buen salvaje, contra Israel vale todo. Promueven el boicot comercial a Israel mientras quieren fomentar el comercio con los países del Magreb, célebres sin duda por los altos niveles de calidad democrática que exhiben. Nada nuevo, cierta y desgraciadamente.

PS: A las 14:59 (hora española), Pablo Iglesias  ha emitido este tuit: “Mi condena a los bombardeos y la ocupación ilegal de las tierras del pueblo Palestino por parte de Israel, violando una vez más los DDHH”.

Fuente:elmed.io