El hecho de que Shimon Samuels, director de relaciones internacionales del Centro Wiesenthal, haya advertido esta semana que el antisemitismo y el terrorismo islámico sean parte de una ecuación difícil de resolver “para estos tarados intelectuales” está determinado porque el político ladrón latinoamericano no se parece en nada al europeo o al estadounidense.
Desde hace más de diez años, los políticos estadounidenses no saben qué hacer ni con los turcos, ni con los moros, ni con los persas. Todas sus grandes conferencias, reuniones y cumbres no han logrado nada. Parece evidente que los asesinos islamistas están imponiendo su voluntad en Europa, en Estados Unidos y en casi todo el mundo. En ese “todo mundo” se encuentra también toda América Latina donde moros y persas han hecho una espectacular labor de zapa desde México hasta la Tierra del Fuego. No existe un territorio continental más antisemita que el latinoamericano y lo más grave de todo es que la mayor parte de sus gobernantes han originado este antijudaísmo ejecutando “planes políticos” manipuladores como hizo la Europa medieval: señalando un “demonio judío” necesario, culpable de todos los males… y lo hacen para el dominio criminal de sus respectivas masas de pobres incultos y desheredados. Esto indica claramente que los criminales intelectuales son los presidentes “bananeros” que en nombre de una supuesta revolución social, vomitan todo su odio incoherente con los discursos más aberrantes e inhumanos contra el Estado de Israel y contra todos los judíos de este mundo.
El hecho de que Shimon Samuels, director de relaciones internacionales del Centro Wiesenthal, haya advertido esta semana que el antisemitismo y el terrorismo islámico sean parte de una ecuación difícil de resolver “para estos tarados intelectuales” (lo de perturbados mentales lo digo yo) está determinado porque el político ladrón latinoamericano no se parece en nada al europeo o al estadounidense. Los políticos del “arco” bolivariano se han caracterizado siempre por el todo o nada. Llevárselo todo a cualquier precio y no dejar nada… ese es el el quid de la cuestión, empobrecer al pueblo a tal extremo que la chusma no tenga ni para comer y se convierta en un “ganado” maleable que se busque aliados entre los terroristas más peligrosos del planeta para señalar al culpable de sus desgraciada vida al otro lado del océano o en los confines del universo… Como toda igualdad que contiene una o más incógnitas, la ecuación política de la que se sirven estos canallas que presiden gobiernos sudamericanos, parece un asunto matemático entre dos expresiones algebraicas manipuladas que maquillan como datos supuestamente conocidos y otros ocultos a los ojos de la chusma que ellos se encargan de explicar como una sutil incógnita en la que aparecen especulaciones geopolíticas que relacionan como operaciones matemáticas… Todos sus números, constantes o coeficientes; y hasta supuestas variables sociales, sitúan al enemigo de su ciudadanía esclavizada, en Israel, a trece mil kilómetros, donde curiosamente actúan los terroristas más peligrosos del mundo y que viven, también curiosamente, con ellos en Latinoamérica, en el mismo continente americano. Una cultura mahometana de odio asesino que se suma a ese otro odio a los gringos desde que nacieron los Estados Unidos de América.
Que los servicios de inteligencia estadounidenses no contrarresten esta actividad de los terroristas islamo-persas en lo que siempre se llamó su patio trasero, es un clamor entre todos sus aliados y sobre todo entre sus socios de Oriente Medio. Los grupos terroristas de Hezbollah que se mueven en Argentina, Chile y en todos los países del Centro y Cono Sur, desde el Río Grande hasta la Patagonia, han hecho un importante trabajo de adoctrinamiento durante muchas décadas, de forma oculta y solapadamente para conseguir su propósito antijudío, que ahora se ha vuelto escandaloso cuando se conocen los resultados. Tan escandaloso como lo que está ocurriendo en la Unión Europea y en los Estados Unidos. Han dejado que los moros sean millones de “infiltrados” en sociedades a las que odian a muerte y desean combatir hasta su destrucción y exterminio. Los ataques terroristas en ese odiado mundo occidental ya son iguales que los que comenten en Israel y de seguro se volverán más peligrosos y mortíferos de lo que somos testigos ahora.
A propósito del establecimiento de relaciones diplomáticas entre EEUU y Cuba, que ha dejado perplejo a más de uno cuando llevábamos meses anunciándolo en este periódico, y hasta siendo publicados los artículos en La Habana, las especulaciones en torno a la “remodelación” de las nuevas estrategias de Obama sobre Venezuela y Oriente Medio, no dejan de ser curiosas. Primero hay un escepticismo general con la vuelta de la democracia a Cuba. No es solo en la comunidad Cubana de los Estados Unidos, es en todo el mundo porque todo el mundo pretende que una dictadura policial dirigida por los militares cubanos, cambie de la noche a la mañana como si fuera tan fácil arreglar cuarenta años de represión y crímenes o el borrón y cuenta nueva que sugiera una transición pacífica a la democracia. Nadie ha pensado -o por lo menos eso parece- que una algarabía generalizada en la isla ante un supuesto “derrumbe” podría desatar un problema en Cuba para Washington tan grande y de mucha más repercusión que para los hermanos Castro en La Habana. Parece que a la Casa Blanca le cuesta trabajo “sugerir” que como dice el dictador Raúl Castro, todo debe ir despacio y a su tiempo. No es tan raro cuando a Washington lo que menos le interesa es una revuelta en la isla que provoque miles de muertos y le obligue, de verdad, a lo que nunca quiso hacer durante toda la llamada guerra fría: invadir la isla y establecer un gobierno democrático que con unas elecciones libres acabara, de una vez, con la más vergonzosa dictadura militar que los izquierdistas y progres de este mundo han sostenido con su inhumano discurso de apariencia revolucionaria. Y aunque los enemigos de Washington no se lo crean -o no quieran creérselo- para los EEUU, es demasiado fácil acabar con los Castro. Pero insisto, no le interesa a la Casa Blanca y punto.
Es precisamente este “ejemplo” de Cuba el que ahora se intenta manejar como un paralelismo en relación a Oriente Medio y especialmente en lo que respecta a las negociaciones “secretas” entre la Casa Blanca y Teherán… Ya todos dan por sentado que al Pentágono no le queda más remedio que aliarse con los persas. Hay que ser corto de entendimiento para creer que es posible una alianza con el gobierno más terrorista del planeta que a día de hoy sigue llamando a la destrucción de Israel y a la expulsión de las tropas estadounidenses de Oriente Medio. Ayer mismo el líder supremo de Irán se jactaba de que la única forma de acelerar la caída de Israel es armando no solo a Hamas en la Franja de Gaza sino generalizando los ataques y el terror en Judea, Samaria y Jerusalem. Por otra parte, en Teherán se repite hasta la locura que no hay que dar ni un solo minuto de respiro al sionismo occidental hasta que se vayan de Oriente Medio y la forma más efectiva es destruyendo Israel. Naturalmente, para los enemigos de EEUU, los persas no son terroristas sino revolucionarios como los hermanos Castro por el mero hecho de despotricar contra el “imperio del mal”, así se desplome el mundo comunista, la Rusia imperial de Putin o el patético universo bolivariano del asesino don Nicolás Maduro… Como verán este juego semántico no tiene arreglo y da igual lo que usted piense o diga porque los terroristas musulmanes tiene otra forma de entender el mundo, otra forma de actuar y otra forma de decir las cosas. Es decir, otros intereses.
Voy a insistir otra vez en lo que he dicho en anteriores artículos. Si alguien piensa que habrá una solución de dos Estados (palestino e israelí) en un plazo marcado por los moros, se equivoca. Si piensan que habrá una presión internacional para que ello se lleve a efecto, es posible… de hecho ya está ocurriendo con el “sí pero no” de algunos países europeos, la Rusia de Putin, China y algunos impresentables presidentes “esquilmadores” del dinero público latinoamericano que se suman siempre al griterío contra los EEUU e Israel para desviar la atención de sus ciudadanos mientras arruinan y dejan en bancarrota a sus respectivos países. Estos delincuentes políticos solo tienen interés en menoscabar y agotar todas la fuentes de riqueza de los países llamados “bolivarianos” sacando de ella mayor provecho que el debido y siempre para disfrute personal y familiar. Deben saber ustedes que el “sí pero no” significa para los EEUU que “me importa un carajo lo que digan los terroristas palestinos si no negocian por la vía adecuada“… En pocas palabras: nunca habrá un Estado palestino si no es con el visto bueno de Europa y de la Casa Blanca… y mucho menos van a calificar de “Estado” a un territorio gobernado por asesinos del islam. Deben saber, además, que el “me importa un carajo” expresado sutilmente en el lenguaje diplomático de Washington, significa que si a usted le importa un bledo Israel y los judíos, ya pueden imaginarse lo que le importa a la Casa Blanca la vida o la hacienda de los terroristas moros y persas…
La violencia y crueldad de moros, persas y turcos a través de la Historia es conocida por Israel, Estados Unidos y Europa. Quizás habría que decir que los que más saben de esto son los europeos a los que nadie ha ganado en mala leche en pleno siglo XX. Esto explica que, a pesar de estar recogido y escrito en toda la literatura europea, los europeos no hayan sabido comprender lo que se les viene encima con los moros… Es incomprensible para los judíos de todo el mundo -no solo los de Israel- que los políticos de la Unión Europea hayan permitido dentro de sus fronteras el desarrollo de una cultura bárbara que puede destruirlos desde dentro. Exactamente lo que pretende ahora mismo Teherán con Israel. Europa no ha asimilado que durante mil años sus enemigos son los moros islamistas y los persas que han desarrollado su propio imperialismo expansionista del que ningún izquierdista habla cuando se refiere a imperios… La islamofobia es solo el resultado de un ambiente de guerra a muerte declarado por los musulmanes hacia el mundo occidental. Hacia los cristianos y judíos. Aunque no se lo crean en Israel, el retrato moral que los españoles tienen de los moros es absolutamente negativo y descrito como “gente de extrema maldad, inmisericorde, traidora, embustera, siempre propensa a la discordia y de sobrada crueldad; los moros son gente que carece de razón, virtud, valor, alma y conciencia, irracionalidad y vicio de sarracenos degolladores, decapitadores y violadores de mujeres y hombres…”
¿Pero quién se expresa así? ¿Por qué dicen lo mismo de los turcos y persas? ¿Por qué dicen que toda esta gente son enemigo común del género humano? Toda la Historia europea está repleta de estos calificativos hacia una cultura musulmana con la crueldad como rasgo característico. Lo que ustedes ven ahora en Siria, Irak, Gaza, Libano, Libia, Egipto y en Irán… Es lo que vio y vivió Miguel de Cervantes. En el libro más leído de la Historia del mundo -después de la Biblia- Don Quijote de la Mancha, Cervantes puso en boca de sus personajes lo que repitió hasta la saciedad en todos su libros escritos: el moro es por su naturaleza religiosa un “rospení ” (hijo de puta)…, el “manahora” (que los jo… a todos)…, crueles descuartizadores y violadores en masa de mujeres capturadas y esclavizadas… Esa visión de Cervantes expresada en toda, absolutamente toda, su obra… ha llegado hasta nuestros días para que en Literatura Comparada se compruebe que Europa no tiene ningún punto en común con el mundo islámico. Quizás habría que recordar a los musulmanes que ya son europeos, que deberían distanciarse de los terroristas islámicos porque la Historia enseña que la islamofobia o iranofobia de la que tanto se habla ahora, ha sido provocada por los mismos moros y persas; por su actitud antisemita, antisionista, anticristiana, antijudía y antioccidental.
Decía don Miguel de Cervantes, que en realidad los musulmanes no quieren a nadie. Odian y matan a todo el que no es musulmán. Lo llevan en la sangre. Son gente iletrada a los que educan desde pequeños en el odio y en el crimen. Curiosamente, a propósito de una poderosa armada sarracena que se aproximaba a España y ya era motivo de gran alarma en Malta, Nápoles y Sicilia, el Rey de España comenzó a mover provisiones y pertrechos por todos los puertos aliados lo que provoca una jocosa y envalentonada observación de Don Quijote sugiriendo al monarca que bastaría con enviar media docena de caballeros andantes para derrotar a los sarracenos…
Es evidente que Barack Obama no ha leído nunca el Quijote… y si lo ha leído, no tiene la más remota idea de los que es un caballero andante.
Fuente:miamidiario.com
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