MANUEL HERNÁNDEZ PARA AGENCIA DE NOTICIAS ENLACE JUDÍO MÉXICO
La Literatura Judía es muy extensa. Desde que el judaísmo nació, los rabinos no han parado de escribir: códigos legales, ensayos de ética, libros sobre misticismo, relatos, exégesis, cuentos, fábulas, recetas médicas, etc. A través de los miles de años que han transcurrido, la literatura judía ha crecido abundantemente, escrita principalmente en hebreo, arameo, árabe, idish y español. Tiene una riqueza única, riqueza que la mayoría de los judíos ignora, y los no judíos ni siquiera se imagina que existe. ¿A qué viene todo esto? La respuesta es sencilla: cuando nos sumergimos dentro de la literatura judía, seguro nos encontraremos con muchas sorpresas que estarán en contra de nuestra ideas preconcebidas. Por lo tanto, para enriquecerse de la literatura judía deberán tener una mente abierta; de lo contrario sólo perderán su tiempo.
Según el relato bíblico (Génesis 1:27) Dios crea al hombre a “su imagen y semejanza”. Maimónides explica en su Guía de los Perplejos que las palabras “imagen y semejanza” se refieren al carácter espiritual, es decir al alma, no al cuerpo. Rashi comparte la misma idea en su comentario al Génesis.
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Prosigue el relato: varón y hembra los creo, es decir: en un solo ser llamado Adam, Dios crea al hombre y a la mujer en un mismo cuerpo. Adam mal entendido como varón, y mejor comprendido como ser humano, un ser creado con tierra (adama), es creado como un hermafrodita, poseyendo los atributos femeninos y masculinos.
El Midrash Raba lo explica de la siguiente forma:
En el momento que Dios creó al primer Adam (humano), andrógino lo creo, teniendo él las características masculinas y femeninas.
El mismo Midrash trata de esclarecer esta idea, y nos da dos teorías:
Rabi Yirmiyahu dice: cuando el Santo Bendito creó al primer hombre, lo creo andrógino, esto es lo que quiere decir “hombre y mujer los creó”.
Rabi Shmuel Bar Najman: cuando el Santo Bendito creó al primer hombre, él lo creó con dos rostros, esto es lo que quiere decir “hombre y mujer los creó” (esta idea es compartida por Rashi en su comentario)
Esta opinión se vuelve a repetir en el Talmud (Tratado de Berajot): Varón y hembra los creó. Al principio quiso crear dos, pero al final no creó más que solamente uno.
Y en el comentario de Rashi: Lo creó con dos rostros, en una primera creación, después los dividió.
Según los antiguos intérpretes judíos, varón y hembra fueron creados al mismo tiempo en un solo ser Adam, que tenía las características masculinas y femeninas, o tal vez pudo haber tenido dos rostros. La idea principal es que ni el hombre o la mujer fueron creados uno antes que el otro, sino al mismo tiempo.
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