LUIS MAIZEL PARA ENLACE JUDÍO MÉXICO
Estimados Amigos:
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Empezamos el 2015 con una serie de sorpresas económicas que no fueron predichas por los mercados.
El colapso en el precio del petróleo trajo consigo una mentalidad deflacionaria la cual se sumó a la pérdida de valor de las monedas extranjeras y provocó una caída muy fuerte en la tasa de interés de los bonos de la Tesorería de EUA.
Los bonos en Europa cayeron a niveles ridículos, al grado de que el rendimiento de un bono gubernamental de Alemania de 7 años deja -0.1% anual, es decir que al cabo del plazo fijado se recupera solo el 99.2% del capital invertido sin cobrar nada durante esos 7 años.
La economía de Estados Unidos sigue siendo el “tuerto en el país de los ciegos”. El crecimiento proyectado de 2.4% no es motivo de orgullo, pero al compararlo con cifras negativas en Europa, y menos del 1% en Japón, el número se ve atractivo.
También en EUA se desplomaron las tasas llegando el bono de 30 años al mínimo histórico de 2.24% y las hipotecas nuevamente se consiguen alrededor del 3%, aparte de que el gobierno volvió a permitir que los compradores puedan adquirir las propiedades con solo 3% del capital y 97% de deuda. Esto es preocupante pues fue una de las causas de la crisis de 2008-9 y siento que es una forma artificial de apoyar a la industria de la construcción, que sin esta ayuda ya estaba empezando a perder fuerza.
Las estadísticas económicas siguen apuntando a un menor desempleo pero no a un mayor consumo ni a un incremento en los ingresos por hora, lo cual reafirma lo que he venido comentando de que las empresas están sustituyendo a gente de tiempo completo por empleados de medio tiempo, a los que no tienen que proporcionar seguro médico, y a los que les pagan menos por hora de lo que ganaba el trabajador de planta.
Mucha gente se pregunta quién gana con el desplome del petróleo. Los países importadores, sobre todo China y Europa, salen beneficiados, los productores como Rusia y Venezuela que dependen muchísimo de las ventas de energéticos sufren mucho y Estados Unidos tiene sentimientos encontrados, pues las nuevas tecnologías de extracción estaban creando muchos empleos y a este precio se van a detener, pero por otro lado, la baja en la gasolina equivale a bajar los impuestos en $900 por persona al año, lo cual debe generar mayor consumo.
Creo que hay arreglos que desconocemos entre Saudí Arabia y EUA para apoyar a Europa y golpear a Rusia y siento que dentro de unos meses veremos una estabilización de los precios alrededor de $65.00 el barril. El consumo global es de 97 millones de barriles al día y la producción actual como de 99 millones, la cual puede ser ligeramente reducida para llegar a un equilibrio que satisfaga a productores y consumidores.
En enero entró el nuevo Congreso en Estados Unidos, donde ya son mayoría los republicanos (ambas cámaras), y ya se empezó a sentir el impasse que puede prevalecer los próximos dos años. Las iniciativas de Obama son rechazadas por los legisladores y las propuestas de ley son vetadas por el Presidente lo cual no augura que haya muchos logros. Me preocupa la actitud timorata del Presidente, ya que hay enormes problemas con Irán, con ISIS y con Rusia, y se ha perdido el temor y el respeto a lo que puedan hacer los Estados Unidos.
En México sigue la situación poco definida y la posición del gobierno de recortar el gasto ante la caída del petróleo es, en mi opinión, la equivocada. ¿Por qué el resto del mundo inunda de liquidez su sistema financiero para combatir la recesión y México se va por el lado de contracción monetaria? Yo insisto en pensar que el país debería contraer deuda importante al costo ridículo de intereses actuales y crear una derrama fuerte vía inversión en infraestructura que reactive la economía y restaure la velocidad de dinero, o sea, el efecto reproductor de la inversión del gobierno.
Los temas que preocupaban a los mexicanos a fines del año pasado siguen sin resolverse, pero ya desaparecieron de los periódicos, lo cual no es una solución ya que esas heridas que no sanan tienden a infectarse.
Las bolsas de valores tuvieron un mes mediocre, los bonos de gobierno subieron, pero los de países emergentes perdieron valor y las monedas extranjeras siguieron con su tendencia negativa.
Les envío, como siempre, un muy afectuoso saludo.
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