En el camino, el camión sufre un percance; gracias a eso, descubren un oasis. Pero mejor escuchemos su testimonio:
“Fue una larga travesía… bloqueos zapatistas en carreteras, deslaves peligrosos, y para colmo nuestro autobús que se descompone cerca de la media noche del 31 de Diciembre. ¿Y ahora, quién podrá ayudarnos?
Por suerte que en nuestro grupo venían también los meros meros de CADENA, Beni Laniado y Chapis Levi, con sus familias. Ellos movieron cielo y tierra para ser rescatados por camiones de rediles en esa oscura y lluviosa noche.
Lo único que deseábamos era ya llegar a nuestro hotel en San Cristóbal de las Casas, donde habríamos de pasar Shabat. Habíamos ya escuchado de este Beit Chabad donde puede uno hacer reservaciones… Lo que no esperábamos era ser recibidos tan cálida y amablemente por el carismático Rabino Oren Raz y su preciosa familia.
Más allá de pasar un Shabat con todo arreglado (desde Sinagoga hasta Cholent y actividades para los niños), fue una experiencia con grandes enseñanzas.
“¿Qué hacen en este lugar? “preguntábamos constantemente… “¿Cómo se las arreglan?… ¿Cómo educan a sus hijos?”
“Estamos aquí para rescatar almas… almas judías sedientas que buscan espiritualidad”
“¿Pero aquí… justo aquí donde no hay nada?”
“Efectivamente” contestaba “en lugares donde hay tanta oscuridad, al prender una pequeña luz, ésta logra alumbrar mucho más que donde hay ya tanto judaísmo. Podría vivir tranquilo en Israel donde todo se consigue y encontrarme en mi ambiente perfecto… pero estando aquí hago mucho más y mi trabajo realmente hace la diferencia”.
De aquí en adelante, fuimos inspirados con interesantes relatos como el de los “Tarzanes judíos”: nos enteramos que un grupo de israelíes fue a vivir a mitad de la selva en una comunidad ermitaña donde se abstienen de usar luz o agua potable; todo al natural y sin contacto con la civilización. Ni tarde ni perezoso, el rabino se lanzó a visitarlos, llevándoles Mezuzot y velas para Shabat, fue para él una experiencia única y retribuyente. Más aun cuando supo que hasta hoy en día siguen prendiendo velas gracias a su visita”.
Así, el Beit Chabad de San Cristóbal de las Casas funciona como un verdadero “oasis espiritual”, donde cualquiera es bienvenido y recibido calurosamente. Cuentan con una amplia casa donde han acondicionado también un restaurante Kosher y por si fuera poco, dieron cabida a un consultorio médico atendido por el Dr. Schidlow, que está realizando su servicio social también ahí con gran entrega y dedicación.
En nombre del Rabino Oren Raz, hacemos una cordial invitación a todo el que guste visitar y vivir esta gran experiencia en el corazón de Chiapas”.
Para más informes: 044-55-3823-9112
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