La violencia en AP sugiere que el nuevo Estado árabe se autodestruiría

SILVIA SCHNESSEL PARA AGENCIA DE NOTICIAS ENLACE JUDÍO MÉXICO – Los “campos de refugiados” de la ONU siembran las semillas de la rebelión.

Por: Tzvi Ben-Gedalyahu

Las fuerzas armadas de la Autoridad Palestina se enfrentaron con hombres armados cerca de Siquem el jueves y también allanaron la casa de un ex jefe de inteligencia en otra ronda de violencia que ha escapado a la atención de los medios internacionales, pero es la semilla de la autodestrucción.

Tres soldados de la Autoridad Palestina resultaron heridos el jueves en Balata, uno de los mayores agujeros infernales en la cadena de los llamados campos de refugiados que las Naciones Unidas ha creado en Gaza, Judea, Samaria y los países árabes en realidad para utilizar como futura amenaza para eliminar a Israel como Estado judío a través de la inmigración árabe.

Hombres fuertemente armados en Balata bloquearon las calles y dispararon contra las fuerzas de la Autoridad Palestina que se centraban en los traficantes de drogas, que también tienen gran cantidad de armas. Un intenso tiroteo se prolongó durante varias horas, y las escuelas fueron cerradas.

Fuerzas de la AP registraron un edificio utilizado por el ex jefe de la inteligencia general de la Autoridad Palestina, según la agencia de noticias Maan con sede en Belén.

Jamal Tirawi, ahora es miembro afiliado al Consejo Legislativo palestino de Fatah que vive en el mismo edificio y es un hermano del ex funcionario de inteligencia, dijo que la redada antes del amanecer violó su inmunidad como legislador.

El tráfico de drogas y armas es generalizado en toda la Autoridad Palestina, especialmente en los campos que se están convirtiendo en un boomerang para las Naciones Unidas, cuya política universal sobre refugiados no incluye descendencia. Se hizo una excepción para los árabes que vivían en Israel y no pone ningún límite relativo al mantenimiento de la condición de refugiado para todas las generaciones, incluso los que han nacido hoy.

El número de árabes que huyeron, alentado por los líderes árabes a abandonar o fueron expulsados ​​de Israel en la lucha en la Guerra de Independencia en 1948 varía de la estimación original árabe de 300,000 a 700,000 que fue utilizado luego una vez que quedó claro que se podría utilizar un número mayor para obtener beneficios políticos.

La Resolución 194 de la ONU declaró que esos “refugiados que deseen regresar a sus hogares y vivir en paz con sus vecinos se les debe permitir hacerlo en la fecha más pronta posible, y que se debe pagar indemnización por los bienes de los que decidan no regresar y por pérdida o daños a la propiedad”.

Hay de 4 a 7 millones de árabes que viven en como “refugiados” en cualquier parte, incluyendo aproximadamente 300.000 en Judea y Samaria.

El ejército israelí con frecuencia entra en Balata para arrestar a los terroristas, pero las incursiones de la AP el jueves tocaron sólo una pequeña parte de la red de redes criminales y terroristas que se extienden desde las aldeas beduinas en el Negev a Gaza, Judea y Samaria, así como las bandas árabes y beduinas en el este de Jerusalén, Galilea y varias ciudades árabes en Israel.

UNRWA es el “ocupante” real de los campamentos de refugiados, donde el crimen y la violencia son una forma de vida. Los pueblos son una bomba de tiempo que podría explotar en la cara de la Autoridad Palestina si fuera alguna vez a convertirse en un país independiente.

Fuente: The Jewish Press