No hay razón para sustentar que la raíz de este apellido deriva de dos vocablos como sas y bon. Si bien el segundo indica lo bueno o lo bondadoso, el primer vocablo (si es que así fuera considerado como tal) no deriva ni puede declinar en sos, pues no hay lógica filológica evolutiva en dicho pretendido vocablo.
En mi entrega sobre este apellido anoté algunas derivaciones del apellido Sasbon y no consideré la de Sazbon que, en sí, es una omisión injustificada, pues es una declinación natural y válida del apellido troncal Sasbon.
Por otro lado, también en el análisis ya hecho sobre este apellido, apuntaba que se trata de un apelativo relacionado con la naturaleza, pues la sesbania aegyptia es la más probable raíz onomástica de esta voz familiar.
Esta planta se produce en África y en Asia y tiene, entre otros usos, el de sus hojas secas que se utilizan en algunos países como un té que se considera que tiene propiedades antibióticas, antihelmínticas (anti parasitarias), antitumorales y anticonceptivas.
Todos estos empleos medicinales eran altamente valorados por los judíos de la zona en la época en que se acuñaron los apellidos, por lo que reafirmo el probable origen del mismo en la tesis previamente expuesta y hoy ampliada.
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