SILVIA SCHNESSEL PARA AGENCIA DE NOTICIAS ENLACE JUDÍO MÉXICO – Cuando los judíos no pueden protegerse a sí mismos porque no tienen ejército, son “cobardes” y son perseguidos en Turquía y en todo el mundo. Cuando se protegen, gracias a sus militares, son “opresores”.
por Uzay Bulut
Es realmente difícil complacer a los odiadores de judíos.
Para los antisemitas o anti-Israel, Israel es el problema.
Muchos de nosotros en otros países de Oriente Medio, por el contrario, vemos a Israel como la única luz de libertad y democracia en medio de la oscuridad, el terrorismo y el odio en la región.
Recientemente, el 12 de enero, Mahmoud Abbas, un negador del Holocausto y glorificador del terrorismo, se reunió con el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan en Ankara.
Antes de eso, el 27 de diciembre, el líder de Hamas Khaled Meshaal habló en el congreso del partido gobernante AKP y dijo “Inshallah (ojalá) liberemos Palestina y Jerusalén de nuevo en el futuro”.
La multitud en el congreso gritó consignas “Mujahid Mashaal”, “Hamas, [estoy dispuesto a] dar mi vida por ti” y “Abajo Israel!”
El problema es: el concepto de verdadera libertad y democracia parece ajeno a los antisemitas. Desde aquí, parece como si muchos de estos autoproclamados liberales tuvieran un concepto autocomplaciente de lo que es bueno y malo como de mentes cerradas, no-libres y no-democráticas, como la del tirano más rígido. Cuando la gente se refiere a Israel como “el problema”, dan a entender que la existencia de los judíos es el problema.
Cuando la gente muestra su solidaridad con los Hermanos Musulmanes o Hamas, o con aquellos que encarcelan, juzgan o azotan gente por la libertad de expresión, simplemente demuestran más la legitimidad de Israel.
Cuando la gente de esta región dice, “¡Abajo Israel” lo que realmente significa es: No queremos democracia; no queremos igualdad. Queremos que nuestro propio estado sea supremo y que los judíos sean apátridas e indefensos. No queremos la sabiduría o el conocimiento de los judíos. Sólo necesitamos más oscuridad, arrogancia y enemistad. Somos tan ignorantes como se puede ser y estamos contentos así. Y si es posible, queremos otro Holocausto, tal como invoca Hamas. Al mismo tiempo, definitivamente queremos la paz. Y esta es nuestra comprensión de la paz.
Israel es el lugar donde los antepasados de los judíos vivieron, aprendieron y trabajaron duro. Los judíos tienen que estar allí, no sólo para estar a salvo de nuevas matanzas, sino también para aprender a la luz de sus antepasados - que trajeron algunas de las primeras leyes de justicia social a la palabra después de Hammurabi. Está exactamente ahí, todo lo que hay que hacer es leerlo. Pagar al jornalero antes de la puesta del sol. No cocinar el cordero en la leche de su madre. No robar. No matar. Hay libros con mucho más. Son auténticos mensajes de libertad.
Los judíos son oriundos de Israel y han extendido su mano en paz a los palestinos y a los demás muchas veces – y han sido rechazados. Todos el mundo se defendería de un ataque de misiles; ¿por qué no habrían de hacerlo ellos? Israel no tiene de qué disculparse.
Existe la creencia popular de que no se había promovido el antisemitismo en Turquía hasta que el actual Partido islamista Justicia y Desarrollo [PAK] tomó el poder en 2002. Sin embargo, en una mirada más cercana a la vida de los judíos en la Turquía moderna evidencia que esto era sólo un mito. La verdad es que ser judío en Turquía parece significar haber estado expuestos a más de 90 años de discriminación sistemática incluyendo pogromos, asimilación forzada y prohibiciones contra el uso de su lengua materna.
El 21 de noviembre de 2014, el MEMRI [Instituto de Investigación Mediática de Oriente Medio] publicó un despacho especial de lectura obligatoria, titulado ” El antisemitismo alcanza nuevos máximos en Turquía : Amenazas contra los judíos turcos, Expresiones de admiración por Hitler, Llamamientos a enviar a los judíos a los campos de concentración; Los judíos deben pagar un “impuesto especial”.
“En el mismo momento en que el presidente Erdogan negaba, en su discurso del 22 de septiembre 2014 en el Consejo de Relaciones Exteriores, que él o su gobierno fueran de ninguna manera antisemitas“, según el despacho, “los miembros de su partido en casa twiteaban elogios a Hitler, y las tiendas en Estambul mostraban carteles que decían “Prohibida la entrada a los perros judíos“.
Como MEMRI señala, es obvio que bajo el gobierno del AKP, el antisemitismo en Turquía ha tocado nuevos máximos. Pero estas realidades horribles no son producto del partido islamista AKP, ni ocurren por primera vez en la historia de Turquía.
Los judíos en Turquía ya fueron enviados a batallones de trabajos forzados entre 1941 y 1942, obligados a pagar un impuesto especial entre 1942 y 1944, y expuestos a la asimilación forzosa en Turquía. Fueron sometidos sistemáticamente a expresiones de odio en la prensa turca, que también jugó un papel en el pogrom antijudío de 1934 en Tracia Oriental. Con la aplicación de la ley del apellido, los niños judíos tuvieron que cambiar sus nombres y apellidos y adoptar nombres que sonaran turcos. El Ladino, la lengua de los judíos de Turquía, también fue prohibida por el régimen turco. Desde 1923, cuando se estableció la República de Turquía, los judíos han sido sistemáticamente discriminados (así como el resto de comunidades no musulmanas), y privados de su libertad de movimiento al menos en tres ocasiones: en 1923, 1925 y 1927.
La república turca había sido fundada por el llamado “secular” Partido Republicano del Pueblo [CHP], ahora el principal partido de la oposición en el Parlamento de Turquía.
Aunque el antisemitismo practicado durante el gobierno del AKP en los medios de comunicación ha sido ampliamente denunciado, ha sido ignorado en gran medida durante y después del período de establecimiento de la República de Turquía.
En Turquía, el antisemitismo tiene una larga historia entre las autoridades estatales, líderes de opinión, los círculos políticos (tanto de derecha como de izquierda), grupos islamistas y no islamistas, y en particular en los medios de comunicación. Ni una sola universidad turca cuenta con un departamento de Holocausto o estudios judaicos. El restablecimiento del estado judío en 1948 simplemente convirtió el antisemitismo en antisionismo, que parece ser un tipo implícito, poco sincero de antisemitismo.
Desde la fundación de la República de Turquía en 1923, hasta 1950, cuando tuvieron lugar las primeras elecciones nacionales, los gobiernos no islamistas del Partido Republicano del Pueblo [CHP], que establecieron el Estado turco, llevaron a cabo estas prácticas.
Es imposible hablar de todos los incidentes antisemitas en Turquía en un artículo, pero una breve cronología de los acontecimientos más importantes relacionados con judíos serviría para darse cuenta de qué clase de vida fueron obligados a vivir en Turquía los judíos desde hace décadas.
Tradicional antisemitismo en los medios de comunicación de Turquía
El historiador Ayse Hur, basado en los escritos completos del estudioso independiente Rifat Bali, relató algunas de las campañas antisemitas de la prensa turca durante las primeras décadas de la República de Turquía. [1]
En enero de 1923, los Periódicos la Voz de Turquía ( Türk Sesi ) y Tierra Quemada (Yanik Yurt), publicados en la provincia de Izmir, pidieron a los comerciantes turcos que lucharan contra “la inmoral y sórdida amenaza judía”. Se afirmaba que los judíos eran el caldo de cultivo para los gérmenes en Turquía y, especialmente, en Izmir. Entonces Akbaba , una revista satírica, se unió al coro, publicando una serie de artículos con títulos tales como “no has oído que no debes hacer negocios con judíos”, y “¿Vamos a permitir que estos gérmenes vivan con nosotros?”
En diciembre de 1925, después que se extendieran rumores de que al menos 300 judíos enviaron un telegrama a las celebraciones del 435º aniversario del descubrimiento de América por Colón, los principales periódicos pusieron en marcha una campaña antisemita. Los artículos publicados hacen referencia a los judíos como “ingratos” y como “sanguijuelas que se prenden a la espalda del país”, y sugirieron su exilio como solución. Algunos, provocados por dichos escritos, mataron a un joven judío y atacaron la sinagoga en la ciudad de Kuzguncuk. [2] Si es cierto que el telegrama alguna vez fue enviado sigue sin saberse.
En enero de 1937, las olas fascistas y nacional-socialistas de Europa llegaron a Turquía: En Estambul se abrió una oficina de información en Alemania. Los periódicos Türkische Post y Cumhuriyet ( La República ) comenzaron a repetir la propaganda nazi.
En agosto de 1938, el Gobierno emitió el Decreto Nº # 2/9498, que decía: “Los judíos que están expuestos a presiones en términos de condiciones de vida y viajan en los estados donde son nacionales tienen prohibido entrar y vivir en Turquía independientemente de su religión actual”. Veintiséis empleados judíos de la agencia de noticias Anatolia, entonces la única agencia de noticias oficial de Turquía, fueron despedidos. Hubo un aumento masivo en el número de artículos y caricaturas en los periódicos y revistas que culpaban a las minorías, especialmente los judíos, como responsables de los problemas que Turquía estaba atravesando.
El 28 de diciembre de 1939, un poderoso terremoto sacudió la provincia de Erzincan en Turquía, matando a decenas de miles de personas. Al oír eso, las comunidades judías en Tel Aviv, Haifa, Buenos Aries, Nueva York, Ginebra, El Cairo y Alejandría recogieron dinero y ropa entre ellos y los enviaron a Turquía. En lugar de apreciar este acto, los ridiculizaron en artículos y caricaturas sugiriendo sus malas intenciones.
En 1948, cuando los judíos querían ir al recién fundado Estado de Israel, el Estado de Turquía y los medios de comunicación dirigidos por el Estado, que habían hecho todo lo posible para que los judíos huyeran de Turquía, ahora llamaba “traidores” a los que querían emigrar.
Códigos de ascendencia de armenios, griegos y judíos
La investigación realizada por el diario Radikal y entrevistas con funcionarios han revelado una saga de discriminación en Turquía de un siglo de duración. Según hallazgos de Radikal, Turquía ha asignando códigos en secreto a sus armenios, griegos, judíos, siríacos y otras minorías no musulmanas desde el establecimiento de la República Turca. La Dirección de Población de Turquía codifica a los griegos utilizando el número 1, a los armenios el 2 y a los judíos el 3.
“Esto es obviamente un escándalo que debería sacudir Turquía hasta la médula, pero el país está tan ocupado con su propia agenda”, escribió Orhan Kemal Cengiz , abogado y columnista de derechos humanos en su columna en Al monitor .
“Dada la historia de Turquía, que está llena de prácticas desleales hacia los no musulmanes, tal vez se pueda entender mejor el significado de este escándalo mediante la comparación. Por un momento, imagine que los judíos de Alemania en secreto fueran identificados hoy a través de una codificación por el gobierno alemán y que esto fuera expuesto. Se registraría un terremoto político lo suficientemente grande como para sacudir el sistema político alemán hasta sus raíces. Por el contrario, el escándalo en Turquía permaneció en las noticias sólo unos días en algunos periódicos”.
Leyes que excluían judíos y otros no musulmanes de ciertas profesiones
Incluso a comienzo de 1923 y 1924, las empresas extranjeras y los bancos estaban obligados a emplear sólo ciudadanos turco-musulmanes y a destituir a los no musulmanes. Los griegos, los judíos y los armenios fueron despedidos en grupos sin remuneración alguna.
El 24 de enero de 1924, “ser turco” se convirtió en un requisito para trabajar como farmacéutico de acuerdo con una nueva ley relativa a los farmacéuticos. [3]
El 3 de abril de 1924, de conformidad con la ley de abogados, 960 abogados fueron evaluados en buenas costumbres. Como resultado de la evaluación, se cancelaron los permisos de trabajo de 460 abogados. De este modo, el 57% de los abogados judíos, y tres de cada cuatro abogados griegos y armenios, perdieron sus puestos de trabajo.[4]
En el cuarto artículo de la ley de 1926, sobre funcionarios públicos, se dijo que sólo “turcos” podrían trabajar en instituciones públicas. La ley incluía a todos los empleados de instituciones públicas, desde conductores de tranvía a obreros del puerto. Debido a esta ley, miles de no-musulmanes perdieron sus puestos de trabajo.
Durante 1928, se promulgaron nuevas leyes sobre los requisitos para la realización de determinados trabajos. De acuerdo con estas leyes, sólo los ciudadanos “turcos” podrían ser médicos, odontólogos, matronas, enfermeras y demás.
“Ciudadanos turcos” en las leyes hace referencia sólo a la “etnia turca”. Así que para desarrollar estos trabajos, uno tenía que ser no sólo musulmán, sino “turco étnico”.
El 22 de abril de 1926, después de promulgar una ley que hizo del turco el único idioma de correspondencia comercial, los no musulmanes que trabajaban en órganos administrativos y no tenían un dominio total del turco escrito, fueron despedidos.
El 11 de junio de 1932, el parlamento turco promulgó la ley # 2007, que prohibía a los extranjeros muchos puestos de trabajo. La ley dice [5] :
Los puestos de trabajo y servicios mencionados a continuación pueden ser realizados solo por ciudadanos turcos. Queda prohibido a los que no son ciudadanos turcos llevar a cabo estos trabajos y servicios:
A.) Ser vendedor ambulante; músico; fotógrafo; peluquero; compositor; agente inmobiliario; fabricante de vestido, sombrero y calzado; corredor de bolsa; vendedor de productos bajo monopolio estatal; traductor; guía; trabajar en la construcción, hierro y madera; trabajo permanente o temporal en los vehículos públicos; trabajar en los campos de agua, luz, calefacción central, sectores de correo y telecomunicaciones; carga y puesta en marcha [en buques]; trabajar como conductor; asistentes de obras en general; ser vigilante, portero o maitre en todo tipo de empresas, comercios, hoteles y negocios; trabajar en hoteles, moteles, baños públicos, cafés; ser camarero en discotecas, salas de baile, o pubs, bailarín o cantante en pubs.
b.) Ser veterinario y químico.
Esta “ley de ocupaciones” fue la ley más extrema del gobierno kemalista después de la proclamación de la nueva República en 1923.
Las prohibiciones de empleo también eran un gran obstáculo para los refugiados exiliados de Alemania. Ellos trataban de encontrar puestos de trabajo que no habían sido prohibidos, o hacer uso de los vacíos legales. Algunos de ellos – en particular las mujeres – recibieron permisos de residencia para matrimonios con hombres turcos. Si las autoridades turcas se enteraban que los matrimonios eran “falsos” las mujeres se enfrentaban al peligro de ser deportadas. [6]
“Ciudadano: Habla turco!” Campaña de prohibiciones contra el Ladino y asimilación forzada
El 13 de enero de 1928, la asociación de estudiantes de la Facultad de Derecho en la Universidad Otomana (hoy Universidad de Estambul) lanzó una campaña para prohibir el uso en público de todas las lenguas distintas del turco.
Los activistas colocaron carteles en muchas ciudades de Turquía con el lema “Ciudadano, habla turco!” Otros carteles proclamaban, “No podemos llamar turco a quien no habla turco” o “Habla turco o sal del país!” Cientos de personas fueron acosadas en público, recibieron multas o fueron arrestadas, con total apoyo del gobierno. [7]
Isil Demirel, un antropólogo turco, examinó el proceso por el cual el turco reemplazó al ladino como lengua materna de los judíos sefardíes en Turquía. [8] “Los judíos fueron expuestos a grandes presiones durante los intentos de propagación de Turquía en 1920,” escribió Demirel. “Desde que se empezó a utilizar el turco entre los judíos en lugar del Ladino, surgieron diferencias culturales entre la vieja generación, que utilizaba el ladino como lengua materna, y la generación de jóvenes que crecieron con el turco. El Ladino, que es una lengua moribunda en la Turquía de hoy, sólo es utilizada por los judíos mayores de 50 años, y encarna una cultura arraigada y de larga duración”.
Demirel citó a un judío sefardí que experimentó la campaña “Ciudadano: Habla turco!”. “Cuando hablabas dos palabras de español (ladino) en ese entonces, de inmediato levantaban la mano ‘Heeeeyyy Madame, Monsieur, Ciudadano, habla, turco!”, exclamaban o tenían palos detrás y te los sacudían”.
En otra campaña de asimilación forzada, en noviembre de 1932, cada judío en la provincia de Izmir tuvo que firmar un acuerdo por el que se comprometía “a abrazar la cultura turca y hablar la lengua turca”. Luego siguieron los judíos en las provincias de Bursa, Kiklareli, Edirne, Adana, Diyarbakir y Ankara. Los periódicos se llenaron de denuncias de niñas judías (y armenias) que fueron convirtiendo al Islam en grupos.
Los pogroms antijudíos de 1934 en Tracia Oriental
Los pogromos, del 21 de junio al 04 de julio de 1934, se produjeron en las provincias de Tekirdag, Edirne, Kirklareli y Canakkale en Tracia Oriental y fueron iniciados por los artículos escritos por los autores panturcos Cevat Rifat Atilhan y Nihal Atsız. Comenzaron con un boicot a los negocios judíos, y fueron seguidos de ataques físicos contra los edificios de propiedad judía, que fueron saqueados primero, y luego incendiados. Los judíos fueron golpeados, atacados y se dice que algunas mujeres judías fueron violadas.
En medio del terror, más de 15.000 judíos huyeron de la región. Las presiones antisemitas en las comunidades judías en las escuelas, los mercados y las instituciones del Estado continuaron incluso después de los pogromos. Una circular “confidencial” enviada por la sede central del partido en el poder a sus sucursales locales en Tracia Oriental también reveló que el gobierno, al menos, había condonado los pogromos.
Turquía durante el Holocausto
Durante el Holocausto, Turquía abrió sus puertas a muy pocos refugiados judíos y políticos. Los intentos de muchos personajes famosos u organizaciones judías para hacer que Turquía aceptara más refugiados judíos no tuvieron ninguna consecuencia. Esa es la razón por la que Turquía no figura en las estadísticas de los países a los que huyeron los refugiados judíos. [9]
En 1937, Turquía tomó medidas para impedir la inmigración judía. Cuando el número de refugiados judíos aumentó rápidamente en 1938, Turquía promulgó dos leyes que prohibían a las personas sin pasaporte o documentos de ciudadanía entrar y establecerse en Turquía. Estas leyes no estaban abiertamente relacionadas con judíos. Pero detrás de ellas estaba la realidad de que Alemania y otros países habían despojado a los judíos de sus derechos de ciudadanía. El 29 de agosto de 1938, el gobierno turco emitió una carta con su política de prevención a los “judíos cuyos derechos habían sido limitados en sus países” de entrar en Turquía. [10]
Tragedias de Refugiados Judíos
Los historiadores Corry Guttstadt y Rifat Bali informaron de las tragedias de los refugiados judíos que trataban de escapar de la persecución nazi y llegar a Israel, su patria histórica, durante el Holocausto. [11]
El 8 de agosto de 1939, la nave Parita tuvo que atracar en la provincia de Izmir, debido a algunos problemas que había experimentado mientras transportaba 800 refugiados judíos de Alemania, Polonia y Checoslovaquia a la tierra de Israel (entonces, bajo el mandato británico, llamada Palestina). Los refugiados judíos se sentaron durante una semana en la costa de Izmir sin carbón, agua ni comida. Al barco se le negó un puesto de atraque en el puerto y el capitán se vio forzado, tras amenazas de la policía turca, a seguir navegando.
Revistas satíricas turcas como Karikatur y Akbaba ridiculizaban a los refugiados judíos que buscaban refugio en todo el mundo en vano. La caricatura en la portada de la Akbaba del 24 de agosto de 1939, se refirió a los refugiados judíos en la Parita. En el título uno de los judíos decía: “Tenemos hambre y no tenemos dinero. Por el amor de Dios, que nos permitan desembarcar durante cinco minutos para hacernos ricos”. Después que el barco salió de la costa de Izmir, el semioficial diario Ulus escribió, “Los judíos que han estado vagando por aquí, finalmente, se han ido.”
El 6 de diciembre de 1940, un barco llamado Salvador, en viaje a la tierra de Israel desde Varna, en Bulgaria, llegó a Estambul con 327 judíos checos y búlgaros a bordo. El Salvador fue obligado a hacerse a la mar el 12 de diciembre, a pesar de mal tiempo, sólo para hundirse mismo día durante una fuerte tormenta en la costa de Silivri, en el Mar de Mármara. Como consecuencia, 204 personas se ahogaron, al menos 70 de ellos eran niños.
El 15 de diciembre de 1941, el barco Struma, en un esfuerzo por salvar a 769 judíos rumanos del exterminio alemán, había salido del puerto de Constanza para llevarlos a la tierra de Israel, y trató de atracar en Estambul. El barco estaba completamente sobrecargado y además tampoco estaba en condiciones de navegar debido a un motor defectuoso. Una pancarta sujeta a la nave decía “Sálvanos”. Durante 70 días en los meses de invierno de 1941 a 1942, Turquía no permitió que atracara; los de la nave lucharon contra las enfermedades y muertes en la costa de Estambul, cerca de Sarayburnu. El ancla de la nave finalmente se cortó, y el buque, amarrado a un barco piloto, fue arrastrarlo hasta el mar Negro.
Sin motor, combustible, alimentos, agua ni medicina, el Struma fue abandonado a su suerte y remolcado hacia el mar abierto. El 24 de febrero de 1942 fue torpedeado por un submarino soviético a las 2:00 am. Sólo una persona sobrevivió. Tras el incidente, el entonces primer ministro Refik Saydam dijo: “Turquía no puede convertirse en el hogar de aquellos a los que nadie más quiere.”
Batallones de Trabajo de no musulmanes (1941-1942)
El 22 de abril de 1941, 12.000 hombres no musulmanes, incluidos judíos entre 27 y 40 años, en tiempo de calor extremo, fueron enviados como soldados a los campos sin infraestructura y con escasa agua, que estaban infestados de mosquitos, humedad y barro – todos los cuales transmiten la malaria. A esos soldados, también conocidos como “los Veinte Clases”, no se les dio armas. Fueron obligados a usar ropa de basureros y trabajar horas interminables, y fueron insultados y ridiculizados como “soldados infieles”. Se reclutaron incluso personas ciegas y con discapacidad física. Trabajaron en condiciones terribles en la construcción de túneles como en Zonguldak y el Parque de la Juventud en Ankara. El trabajo era duro, como triturar roca y construir carreteras en las provincias de Afyon, Karabuk, Konya, y Kutahya. Los “Veinte Clases ” fueron dados de alta en junio 27,1942. [12]
“Debido a las malas condiciones durante el servicio hubo muertes y enfermedades entre los reclutas”, informó el Turkologist Ruben H. Melkonyan .
El punto de vista sobre el asunto predominante y generalizado era que, deseando participar en la Segunda Guerra Mundial, Turquía reunió con antelación a todos los hombres no turcos no fiables considerados como potenciales “quinta columna”, escribió Melkonyan.
La Ley del Impuesto sobre el Patrimonio (1942-1944)
El 11 de noviembre de 1942, el gobierno, encabezado por el entonces PM Sukru Saracoglu, promulgó una ley sobre Patrimonio, con el objetivo declarado de superar los problemas económicos que habían surgido durante la Segunda Guerra Mundial. 87% de los contribuyentes, sin embargo, no eran musulmanes.
“La verdadera razón del Impuesto sobre el Patrimonio fue eliminar a los no musulmanes de la economía, escribió Basak Ince, profesor asistente de ciencias políticas. [13]
Los contribuyentes fueron divididos en cuatro grupos según su formación religiosa:
-
M, para los musulmanes,
-
G, para los no musulmanes,
-
E, para los extranjeros,
-
D, para los conversos.
Los comerciantes armenios debían pagar tasas de 232%, los comerciantes judíos 179%, los comerciantes griegos 156%. Solo 4,94% de los musulmanes turcos tenían que pagar el impuesto sobre el patrimonio. Así que los que sufrieron más severamente eran no-musulmanes como los judíos, griegos, armenios y levantinos; los armenios fueron gravados con mayor carga impositiva.
El investigador turco Ridvan Akar se refiere al impuesto sobre el patrimonio como un genocidio económico contra las minorías. [14]
La ley se aplicó también a los no musulmanes pobres, como conductores, trabajadores e incluso los mendigos, mientras que sus homólogos musulmanes no estaban obligados a pagar nada. Los no musulmanes tenían que pagar sus impuestos en 15 días, en efectivo. Quienes no podían pagar eran enviados a campos de trabajos forzados en el este de Anatolia.
“Y los que no podían pagar fueron embalados a un campo en Askale, cerca de Erzurum – un área más fría que Moscú en invierno – donde tuvieron que trabajar picando piedra”, informó el autor Sidney Nowill. [15]
El historiador Corry Guttstadt, en su libro Turquía, los Judíos, y el Holocausto, escribió que “Aunque la ley estipula que los mayores de 55 años de edad estaban exentos del servicio de trabajo, hombres de 75 y 80 años de edad y hasta personas enfermas fueron arrastrados a la estación de tren y deportados”.
Estos impuestos arruinaron las vidas y las finanzas de muchas familias no musulmanas; hubo una serie de suicidios de los no musulmanes en Estambul. “Algunos se suicidaron por la desesperación”, escribió Guttstadt.
De las personas que fueron enviados a los campos de trabajo, 21 murieron allí; el gobierno turco confiscó sus activos y los vendió a los musulmanes turcos a bajo precio. [16] “El Impuesto sobre el Patrimonio se retiró en marzo de 1944, bajo presión de las críticas de Gran Bretaña y Estados Unidos”, informó Ince.
Asesinatos y juicios injustos
El 17 de agosto de 1927, Elza Niyego, una mujer judía de 22 años de edad, fue asesinada a puñaladas por Osman Ratip Bey, un hombre casado, de 42 años, que se le había propuesto, pero fue rechazado. El cuerpo sin vida de la joven se quedó fuera durante tres horas en la calle. A la madre de Elza no se le permitió cubrir el cadáver de su hija, una orden que despertó gran reacción entre la comunidad judía. La multitud que acudió al funeral el 18 de agosto gritaba, “¡Queremos justicia!”. Después del funeral, al que asistió una multitud cuyo número se estima en un rango entre 10.000 y 25.000, el periódico Cumhuriyet (República) inició una intensa campaña antisemita. El Cumhuriyet y otros periódicos presentaron titulares refiriéndose a los judíos como “los ingratos” o “los arrogantes”.
Al final del juicio, el asesino Osman Ratip Bey fue enviado a un asilo mental, pero no a la cárcel. Sin embargo, nueve judíos y un testigo ruso del asesinato, fueron llevados a los tribunales por “insultar la identidad turca”, y cuatro fueron encarcelados. Y una vez más, la libertad de movimiento de los judíos en toda Anatolia fue negada por el gobierno, a partir del 29 de agosto 1927.
El 30 de enero de 1947, todos los miembros de una familia judía, que constaba de siete personas, fueron hallados muertos en el barrio Kendirli de la provincia de Urfa. Se responsabilizó a la comunidad judía de Urfa por el asesinato, y todos los hombres judíos de la ciudad fueron detenidos. Durante los juicios, la gente de Urfa boicoteó a los judíos. Los que fueron arrestados recuperaron su libertad después de tres años, pero los judíos de Urfa tuvieron que abandonar la ciudad.
Judios en Turquía Hoy
Los judíos en Turquía, incluso bajo gobiernos no islámicos, kemalistas, fueron expuestos a una discriminación grave y sistemática durante décadas. Hoy, bajo un gobierno islamista, se sienten inseguros y amenazados de nuevo. Muchas personas de la comunidad judía de Turquía están abandonando el país o planeándolo, un prominente hombre de negocios de la comunidad escribió en un artículo de diciembre de 2014 para el periódico judío con sede en Estambul, Salom . Mois Gabay, un profesional en la industria del turismo, escribió, refiriéndose al asesinato del periodista turco-armenio Hrant Dink en 2007: “Nos enfrentamos a amenazas, ataques y hostigamiento cada día. La esperanza se está desvaneciendo ¿Es necesario un “Hrant entre nosotros” para que lo vean el gobierno, la oposición, la sociedad civil, nuestros vecinos y juristas?”
Gabay agregó que un número creciente de judíos turcos están haciendo planes para mudarse al extranjero con sus familias: “Alrededor del 37 por ciento de los graduados de secundaria de la comunidad judía de Turquía prefieren ir al extranjero para la educación superior … Este número se duplicó este año en comparación con los años anteriores”.
No sólo los estudiantes han comenzado a pensar en construirse una vida en el extranjero por sus familias y los niños, Gabay escribió, sino también los jóvenes emprendedores: “La semana pasada, hablando con dos de mis amigos en distintas ocasiones, la conversación giró en torno a la búsqueda de otro país al que trasladarse. Es decir, mi generación también está pensando en dejar ese país”.
Cuando el antisemitismo se convierte en anti-sionismo
Si hubiera habido un estado judío mientras toda esta persecución tenía lugar, los judíos podrían haber ido allí en tiempos de necesidad.
Si hubiera habido tal estado antes del Holocausto, los judíos europeos podrían haber buscado refugio. Si hubieran tenido un ejército, podrían haberse defendido de los nazis.
Después de toda esta persecución y discriminación contra los judíos, la tradición antisemita de Turquía aún continúa. En 2005, Mein Kampf, de Adolf Hitler, se convirtió en éxito de ventas en Turquía después que lo publicaran 13 editoriales.
Los hogares judíos que se están construyendo en Israel no son un obstáculo para la paz. El único obstáculo para la paz es el odio de los vecinos de Israel.
Uzay Bulut, nacido musulmán, es un periodista turco con sede en Ankara.
[1] Hur, Ayse , 8 February 2009, “Isolated (!) Incidents of Anti-Semitism.” Taraf Newspaper.
Bali, Rifat (1999). Turkish Jews in the Republican Years – An Adventure of Turkification (1923-1945). Iletisim Publishing House.
Bali, Rifat (2001). The Children of Moses, The Citizens of the Republic. Iletisim.
Bali, Rifat (2004). The Jews of the State and the “Other” Jew. Iletisim.
[2] Ibid
[3] Hur, Ayse, 22 January 2012, “The ‘minority report’ of the Republic.” Taraf Newspaper.
[4] Ibid
[5] Yabancılara Çalışma Yasağı
[6] Ibid
[7] Bali, Rifat (1999). Turkish Jews in the Republican Years – An Adventure of Turkification (1923-1945). Iletisim Publishing House. Ince, Basak (2012). Citizenship and Identity in Turkey: From Atatürk’s Republic to the Present Day. I. B. Tauris.
[8] Demirel, Isil (2011). “Ladino: Turkey is Forgetting a Language.” Atlas Magazine.
[9] Türkiye’de Sürgün https://www.annefrank.de/mensch/tr/dorothea-brander/schwerpunktthemen/exil-in-der-tuerkei/
[10] Ibid
[11] Guttstadt, Corry (2013). Turkey, the Jews, and the Holocaust. Cambridge University Press. Bali, Rifat (2004). The Jews of the State and the “Other” Jew. Iletisim.
[12] Bali, Rifat (2008). The Twenty Classes: The Episode of Military Service of Non-Muslims during the Second World War. Kitabevi Publishing House.
[13] Ince, Basak (2012). Citizenship and Identity in Turkey: From Atatürk’s Republic to the Present Day. I. B. Tauris.
[14] “Report: The law that coveted the ‘wealth’ of minorities,” by Zeynep Ozakat, Milliyetnewspaper, 15/12/2009.
[15] Nowill, Sidney E. P. (2011). Constantinople and Istanbul: 72 Years of Life in Turkey. Matador.
[16] Ince, Basak (2012). Citizenship and Identity in Turkey: From Atatürk’s Republic to the Present Day. I. B. Tauris.
Fuente: Gatestone Institute
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