En la frontera con Gaza, los reparadores de la valla enfrentan peligros nocturnos

SILVIA SCHNESSEL PARA AGENCIA DE NOTICIAS ENLACE JUDÍO MÉXICO – Para los miembros de la unidad Kometz de las Fuerzas de Defensa de Israel, las noches pasan tendiendo la mitad norte de la valla fronteriza de Gaza, volviendo a encadenar las hebras rotas del alambre de púas y reparando los daños eléctricos causados por las lluvias de invierno y los relámpagos – es un trabajo sin descanso, peligroso, laborioso, y absolutamente crucial.

Por Mitch Ginsburg

El comandante de una patrulla, dirigiéndose a una sección de la  valla fronteriza de Gaza cerca de Shejaiya, parecía a media década de distancia de su primer afeitado. Un sargento de la Brigada Najal, discutía el orden de los viajes en el convoy, el número de vehículos y las diferentes frecuencias de radio en la región.

Ordenó el uso de cascos y chalecos a prueba de balas de cerámica. Hizo que cada uno imprimiera su nombre y número de identificación en una hoja de papel, presumiblemente para ser contrastado con un cuerpo en caso de necesidad, y finalmente condujo a nuestro pequeño grupo al noroeste de Najal Oz hacia la valla.

Su equipo consistía en soldados de combate, pero sólo jugaban un papel de apoyo. “Si las cosas van mal, nos encargaremos”, dijo el sargento. Primera Clase Reuven Tautang, un soldado de carrera que, en la línea de servicio, ha sido blanco de rocas, minas y misiles antitanques, y ha sido golpeado en el brazo y el pecho por disparos de francotiradores.

Tautang, a diferencia de los soldados de la Brigada Najal, no es un soldado de infantería. Es el segundo comandante de la unidad Kometz, que es parte del marcadamente poco glamuroso Cuerpo de artillería del ejército. Sin embargo, su tarea, como hombre “apañado” de primera línea – que tiende la mitad norte de la valla fronteriza de Gaza, vuelve a encadenar las hebras rotas del alambre de púa y repara los daños eléctricos cometidos por las lluvias de invierno y los relámpagos – es infatigablemente peligrosa, laboriosa y crucial.

Los 60 kilómetros de valla que separan Israel de Gaza, construida al inicio de los Acuerdos de Oslo en 1994 y reforzada física y tecnológicamente desde entonces, puede ser, a veces, un bono de seguridad relativa para algunos residentes de Gaza.

En los últimos meses, de septiembre a enero, 84 palestinos de Gaza han sido detenidos por cruzar la valla fronteriza, informó The New York Times esta semana. El aumento, por encima de los 13 de promedio el mes previo a  la guerra del verano, es visto como una expresión de la desesperación. En comparación con Gaza, “la prisión en Israel es como un hotel de cinco estrellas”, dijo al periódico Youssef Abbas, en el pasado asiduo cruzador de la valla.

Para el ejército, sin embargo, y para la mayoría de los israelíes, la valla es la primera línea contra la infiltración del terrorismo. Y los hombres encargados de su mantenimiento son los principales objetivos en un área rara vez visitados por las patrullas del ejército a causa de los peligros del fuego de francotiradores y emboscadas IED (con aparatos explosivos improvisados, por sus siglas en inglés), creados para atraer a las tropas a la valla.

“Es como ser pato en un campo de tiro”, dijo el Sargento Mayor Ran Shlomo, comandante de la unidad Kometz, que ha estado atendiendo muchas vallas fronterizas de Israel en la Franja de Gaza y alrededores desde que se incorporó al ejército en 1990.

Shlomo, que comenzó su servicio con Kometz a lo largo del corredor de Filadelfia, que separa Gaza de Egipto, dijo en una entrevista que ha visto que las amenazas contra los soldados Kometz han evolucionado de grava a piedras del tamaño de un puño, a fuego de armas pequeñas, a minas, a misiles antitanque de corto alcance, y a misiles guiados más complejos.

Hablando de campos de minas improvisadas, un túnel terrorista lleno de tantos explosivos que hizo volar un jeep vacío por los aires, y un misil RPG antitanque que estalló a pocas docenas de metros de él, dijo, “Hubo cosas de las que sólo un milagro de arriba nos salvó”.

Hace varios años, Tautang, que emigró a Israel de la India como miembro de la comunidad Bnei Menashé, trató de terminar una pieza crucial de las reparaciones durante las últimas horas de la noche. Al amanecer del día, un francotirador abrió fuego y lo abatió. Fue gravemente herido, pero regresó al servicio.


En casi una docena de otras ocasiones, dijo Shlomo, con la confirmación silenciosa de Tautang, el subcomandante leyó la situación en el terreno y evitó un ataque coordinado, que se escenifica fácilmente jugueteando con la valla y convocando a la unidad Kometz.

Tautang, el destinatario del Premio Presidencial a la Excelencia en 2009, dijo que siempre comprueba si los elementos en el campo están fuera de lugar – si las rocas se han movido o si algo en el paisaje ha cambiado. En una ocasión, vio una motocicleta junto a una vieja pieza de equipo agrícola. El contraste le llamó la atención. Detuvo la fuerza y ​​llamó por radio al HQ (cuartel general, por sus siglas en inglés), solicitando cobertura y asistencia aérea. Al salir del vehículo blindado, una bala se estrelló en el parabrisas y, mientras, se dejó caer para cubrirse, contra un neumático. La emboscada, tal vez incluso un intento de secuestro a un soldado, fue frustrada, con la aeronave eliminando al escuadrón de hombres armados.

La valla en sí, Shlomo subrayó, no tiene la intención de prohibir una infiltración, sino proporcionar indicación de una. Los primeros esfuerzos, a principios de la década de 1970 en el valle del Jordán, eran alambres trampa y un bengalas. A finales de los 90, las cercas alrededor de las fronteras de Israel podían indicar que la barrera había sido tocada. Hoy en día, la valla está equipada para no sólo para dar la ubicación exacta de una infiltración, sino también para proporcionar una imagen inmediata de la tentativa y seguir de forma automática, a través de las cámaras, a quien ha cruzado la barrera.

Shlomo describió la valla de Gaza como “el corazón” de despliegue defensivo de Israel fuera de Gaza y dijo que su eficacia es la razón principal por la que Hamas ha pasado por la molestia de cavar túneles debajo de la frontera.

Fuente: Arutz Sheva

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Silvia Schnessel: Silvia Schnessel es corresponsal de Enlace Judío en España. Docente y traductora, maneja el español, el hebreo, el francés, el inglés y el catalán. Es amante del periodismo, del sionismo y de Israel.